Capítulo 52

205 32 18
                                    

Cuando amaneció me desperté ya que Ryan se estaba moviendo.

- Perdón por despertarte- Dijo.
- No te preocupes.
- Eres tan hermosa- Me halago.
- Estoy horrible- Reí.
- No, claro que no.
- ¿Puedo preguntarte algo?
- Lo que sea.
- Ayer mientras bailabamos "Tragedy" me dijiste que sintiera la letra y así lo hice, al prestarle atención note que decía: "Sin nadie que te ame no estás yendo a ningún lugar" ¿Crees que eso será cierto?
- Definitivamente sí- Respondió- Creo que sin amor la vida no tiene sentido, eso es lo que nos puede hacer felices, amar.
- Amar...- Susurré.
- ¿Por qué lo preguntas?- Dijo mientras tomaba mi mano y miraba mi anillo.
- Por nada.
- Solo diré que sí amas a la persona con la que estarás entonces serás muy feliz, porque todo lo que hagas por él lo harás con gusto porque le quieres, y cualquier problema que surja lo vas a superar porque sin importar qué, siempre querrás estar con él.
- Sí, supongo que funciona así.
- Iré a bañarme- Dijo y se retiró de la habitación.

Me cambié de ropa y me arregle, entonces salí a comprar algo para desayunar.
Al regresar vi a Ryan arreglandose el cabello y me vinieron muchos sentimientos a la vez, pero más que nada quería besarle.

- Te ves muy bien- Dije mientras sacaba la vajilla.
- Gracias Elisa, eso creo.
- Traje un rico desayuno, ven a sentarte.
- Gracias, se ve delicioso, sabes... Creo que parecemos casados- Reímos.
- Si eso parece ¿Es lindo estar casado conmigo?- Pregunté.
- Mucho...- Se acercó a mí- No sabes cómo envidiare a tu profesor- Se sentó.

Después de desayunar Ryan puso música en el viejo estéreo de mi padre mientras ambos hacíamos el aseo de la casa, nos divertimos demasiado ya que jugábamos en todo tiempo.
Después de algunas horas la casa había quedado impecable.

- Gracias por ayudarme Ryan- Lo abracé.
- Es lo menos que puedo hacer- Me miro a los ojos.
- Siempre me han gustado tus ojos, son tan azules, tan lindos- Confesé.
- Puedo regalartelos si quieres- Bromeó.
- Me conformo con mirarlos...

Esta vez no pude contenerme, sus ojos eran mi debilidad, sentía que iba a morir si no lo besaba. Fue así que me acerque cada vez más a él, y tras acariciarle la mejilla, lo besé. Sus labios eran suaves, era una nueva sensación para mí, sentía todo tipo de emociones en mi cuerpo, sí, lo amaba.

- Elisa...- Dijo Ryan al separarnos.
- Lo siento, no pude contenerme- Me disculpé.
- Dime algo ¿Que sientes por mí?- Preguntó.
- Me has gustado desde el día que te ví en aquella tienda de música- Confesé.
- Pero estás comprometida ¿A caso no lo amas?- Preguntó serio.
- Realmente no, no lo amo, pero no sé cómo decirle que no porque ha sido tan bueno conmigo.
- Sé valiente y dile que no lo amas, hazlo por mí- Me beso nuevamente.
- Lo haré, lo prometo- Dije- Hoy mismo iré a decirle.
- Está bien, pero antes me gustaría invitarte a comer- Sonrió.
- Me parece bien- Respondí.

Salimos de la casa y caminamos por el parque hasta que llegamos a un negocio callejero de tacos. Ambos comimos muy a gusto mientras hablábamos y bromeabamos, realmente era feliz con él.

- Tienes un poco de salsa en la mejilla- Dijo Ryan mientras me limpiaba con una servilleta.
- Soy tan torpe comiendo tacos, mi abuela nunca me deja comer esto.
- Elisa, hablando en serio ¿Crees poder ser feliz conmigo? Antes podía darte una vida de reina pero ahora no, no tengo mucho dinero, soy un humilde vendedor de comida rápida. Lo que gano no me permitirá comprarte ropa de marca, ni llevarte a lugares caros ¿Aún así quieres estar conmigo?- Preguntó.
- Sí, nada de eso me importa, Ryan.
- Me alegra escuchar eso.

De camino a casa de mi abuela íbamos escuchando música y cantando, era como si nada hubiera cambiado, seguíamos siendo los mejores amigos del mundo. Al llegar, Ryan me abrió la puerta y me ayudó a bajar.

- ¡Elisa!- Grito mi abuela.
- Hola abuela- La saludé.
- ¿Qué haces con este?- Pregunto mirándolo de arriba a abajo con desprecio.
- ¿Qué?- Pregunté desconcertada.
- No sé si me recuerde, soy Ryan- Dijo él.
- Claro que te recuerdo y por eso te prohibo que te acerques a mi nieta ¿Escuchaste?
- Pero abuela, tú sabes que él siempre me ha ayudado, además antes siempre me decías que no tardará en hacerme novia de el ¿No recuerdas? Pues eso es lo que quiero ahora- Dije.
- ¡Estás loca, Elisa! Este hombre no te dará la vida que mereces, si antes te decía eso era porque tenía dinero, pero ya no.
- No tengo dinero, pero puedo hacer feliz a su nieta- Ryan se defendió.
- Ella está comprometida con un hombre muy rico y que la ama demasiado, no necesita que tú la hagas feliz, ella será feliz sin ti.
- A usted solo le importa el dinero- Dijo Ryan- Incluso cuando mi madre le pidió ayuda el día que perdió todo, usted le dio la espalda.
- No valía la pena ayudarla, nunca recuperaría su riqueza, hasta ahora no lo ha hecho- Respondió.
- Tampoco le entrego mis cartas y postales a Elisa.
- Cada carta tuya que llegó diciendo que la querías la queme, porque tú no tienes dinero.
- Abuela...- Dije.
- ¡Vete a tu cuarto!- Gritó- Y agradece que no mencionaré nada de esto a Erick.

Mire a Ryan y me metí a casa llorando.

La que sueña con BeethovenWhere stories live. Discover now