Capítulo 53

209 32 22
                                    

Pase tres días encerrada en mi cuarto, solo pensaba en que mi abuela me haría lo mismo que hizo con mi madre.
Decidí que era tiempo de enfrentar a Erick así que por la tarde me arregle y me dirigí a su casa. Estaba muy nerviosa y no sabía que decir.

Al tocar la puerta el terror me invadió y un más cuando Erick me abrió la puerta y me invitó a pasar.

- Vine porque quiero decirte algo- Dije.
- Yo también tengo algo que decirte- Respondió.
- Bueno, quizás lo que te diga cambiará los planes de ambos- Lo mire a los ojos, grave error.

Recordé todas las cosas que había hecho por mí, como enseñarme a tocar el piano, mi gran pasión, además de permitirme concursar aunque no tenía la suficiente experiencia, y sin importar que no había ganado él consiguió que me dejaran estudiar en el conservatorio de música, en cada paso que di hacia el éxito el estuvo a mi lado, él realmente me amaba, no podía hacerle eso... No podía lastimarlo.

- Dime ¿Qué quieres decirme?- Preguntó.

Incluso cuando negué irme a Londres él insistió en que aprovechará esa oportunidad. Él había sido tan bueno conmigo...

- Te amo Erick- Mentí.
- Yo también te amo mi Elisa- Me beso.
- Eso era lo que quería decirte.
- Eres tan dramática- Me abrazo- Pero así te amo, así que ahora me toca a mí decirte que... Quiero que estar ya contigo y sé que tu abuela no nos dejara vivir juntos sin casarnos así que quiero que la boda sea en un mes- Dijo y sentí mi corazón romperse poco a poco.
- ¿No crees que es muy pronto?- Pregunté.
- No quiero esperar más, eres el amor de mi vida, desde que eras una niña note lo maravillosa y valiosa que eres, desde ese primer beso estuve seguro de que te quería solo a ti en mi vida, sé que es algo raro que un maestro se enamore de su alumna y yo no lo quería así, pero así es el amor, llega cuando uno menos lo espera.
- Lo sé Erick, así es el amor...
- Quiero que desde mañana comencemos con los arreglos, no invitaremos a muchas personas, solo a nuestra familia y amigos cercanos. Justo ayer pasé por un salón el cual me encantó para que nos casemos ahí, es lujoso y tu resaltaras tan bien ahí con un hermoso, grande y lujoso vestido de novia el cual quiero que vayas a buscar mañana- Ordenó.
- Sí, comenzaré a buscarlo.
- Y otra cosa... No sé cómo decirlo... Sabes que me gustas así pero me gustaría que te pintaras el cabello, creo que no es apropiado ese arcoiris que tienes en la cabeza.
- Pero a mi me gusta... Creo que me representa.
- Sí, pero ahora serás mi esposa y tienes que hacer lo que yo diga- Respondió enojado.
- Está bien, lo haré...
- Y ahora quiero llevarte al salón, vamos para que lo paguemos desde ahora.
- Si, vayamos- Me levanté del sillón.
- El clima está tan agradable así que vayamos caminando, no está muy lejos y sabes que amo caminar.
- Pero traigo tacones, me cansaré demasiado- Me excuse.
- No te preocupes, cuando te canses te cargaré, ahora vámonos.

Salimos de la casa y comenzamos a caminar hacia aquel salón el cual se encontraba algo lejos. Al llegar el dueño nos lo mostró, era precioso, con candelabros enormes y lujosos colgando, todo era hermoso sin embargo yo me sentía culpable ya que no había podido ser valiente, no había podido decirle que no.

El salón quedo pagado al igual que el organizador de la boda. De camino a su casa mis pies me mataban, estaba cansada y con muchos sentimientos negativos dentro de mi.

- ¡Elisa!- Escuché la voz de Ryan así que solté la mano de Erick y me di cuenta de que él estaba tal como me lo dijo, en un puesto callejero de comida rápida.
- Hola Ryan- Lo saludé avergonzada.
- ¿Quién es él?- Pregunto Ryan.
- Soy su prometido Erick, más bien su futuro esposo- Se presentó y Ryan me miró decepcionado.
-  ¿Es cierto?- Preguntó Ryan.
- Sí- Respondí.
- ¿Son amigos?- Preguntó Erick.
- Sí eso somos, solo amigos- Respondió Ryan.
- Me alegra conocer a un amigo de Elisa, como te habrá contado estamos por casarnos, hoy mismo hemos decidido que adelantaremos la boda, será en un mes, de hecho acabamos de pagar el salón- Presumió Erick.
- Ryan...- Dije.
- Entiendo, lo entiendo perfectamente Elisa, que bueno que haz decidido adelantar tu boda- Se notaba enojado.
- Encontré a la mujer perfecta y por eso no quiero esperar mucho tiempo- Dijo Erick- Bien, supongo que es hora de irnos, nos quedaríamos a cenar en tu "puestito" pero como es aquí en la calle no quiero que nos enfermemos, ya sabes.
- Erick, no digas eso- Le pedí.
- Es verdad, no sabemos si tu amigo se ha lavado las manos para preparar estos alimentos.
- Entiendo, no se preocupen- Dijo Ryan.
- Me alegra que entiendas, hasta luego- Se despidió Erick.
- Adiós Ryan- Dije sin obtener una respuesta.

La que sueña con BeethovenWhere stories live. Discover now