Capítulo 87

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- Se ha estabilizado poco a poco Ryan, estamos esperando al doctor para que nos dé más información- Sonrió Isabel.
- Gracias a Dios está mejor ¡Estaba tan preocupado!- Dije.
- Te llevaré a ver a la pequeña Elizabeth- Me ofreció Isabel.
- Por favor- Respondí.

La seguí hasta un área donde habían varias encubadoras, desde fuera podíamos ver a todos los bebés que habían nacido, entre ellos mi hija.

- Mira, ahí está Elizabeth- Isabel señaló una cuna.

Fue entonces cuando me enamoré profundamente de mi pequeña hija. Se miraba tan delicada, tan indefensa, tan 'chiquita'.

- Es tan hermosa- Me conmovi.
- Es lo que todos decimos, que es tan hermosa como su madre- Sonrió.
- Lo sé, desde ahora que la veo siento que la amo profundamente- Respondí.
- Como habría deseado sentir eso, no lo malinterpretes... Amo mucho a mi pequeña Kimberly, sin embargo me habría gustado tenerla en mi vientre y verla nacer, ustedes son tan afortunados- Dijo.
- Sí, soy muy afortunado- Sonreí.

Después de unos minutos volvimos a la sala de espera.

La abuela de Elisa preguntó sí podrían darnos a la bebé, sin embargo nos lo negaron.

Me sentía tan impotente, no podía hacer nada, solo esperar.

Después de algunas horas, mi esperanza aumento, ya que los doctores decían que Elisa estaba respondiendo bien, es decir que se estaba estabilizando poco a poco.

- Ella es muy fuerte Ryan, no lo dudes, saldrá de esta y volverán a casa juntos- Me animó Isabel.
- Gracias Isabel, confío en eso- Respondí con una sonrisa.

Después de una hora, la abuela de Elisa se encontraba muy cansada así que decidió regresar a casa junto con Antonella, la mamá de Elisa.

Me senté junto a mi hermana quién también se miraba muy agotada.

- Deberías ir a casa- Sugerí.
- No puedo dejar sola a mi amiga, no esta vez Ryan- Respondió- A veces recuerdo lo que le hice a Elisa cuando éramos pequeñas y me arrepiento tanto de ello. Cuando te hiciste amigo de ella, te odie profundamente, porque yo quería desprestigiarla y que se sintiera mal por habernos mentido, sin embargo tú la consolabas cada que podías... Nunca me imaginé que al pasar los años tú y ella se enamorarían- Confesó.
- Yo tampoco lo imaginé, para mí ella era mi mejor amiga, ella me apoyaba y amaba el rock al igual que yo, cuando viajábamos en mi auto cantábamos a todo volumen canciones de Doors. Ella estaba enamorada de mí en ese entonces pero no pude verlo, yo estaba ciegamente enamorado de María, pero de algún modo agradezco que las cosas hallan sido así, porque tenemos una historia de amor tan bonita- Dije.

Rebeca se recargo en mi hombro y después de unos minutos noté que se había dormido. Al verla solo pensaba: "Mi querida hermana Rebeca, hiciste sufrir tanto a Elisa hace tiempo y ahora estás aquí esperando que salga bien. El tiempo cambia a las personas y estoy orgulloso de la mujer que eres ahora".

- Familiares de Elisa Montiel Ciccolinni- Dijo el doctor.
- Sí ¿Cómo está?- Preguntó Efraín.
- Está muy débil, pero puedo permitirles una visita, eso le haría muy bien- Respondió el doctor.
- Ryan, entra a ver a mi hermana- Me dijo Efraín.
- Gracias- Respondí.
- Sigame- Dijo el doctor.

Estaba tan nervioso por verla.

- Le sugiero que no la altere, lo mejor para ella ahora es estar tranquila para que siga mejorando- Sugirió el doctor.
- Gracias- Respondí y entré a la habitación.

Me impacto mucho el verla con tantas máquinas alrededor de ella.

- Elisa- Susurré.

Ella se encontraba dormida, pero decidí hablarle al oído.

- Tú eres muy fuerte, tienes que sobrevivir, tienes que hacerlo por nuestra hija... Qué es hermosa por cierto, tienes que hacerlo por ella y por mí, por favor.

Después de unos minutos salí de aquel cuarto para que Efraín pudiera entrar a verla también. Al llegar con él me di cuenta de que mi madre había llegado al hospital.

- Mamá- Dije sorprendido.
- Querido hijo, en cuanto supe que tú prometida estaba mal vine hacia acá para estar contigo ¿Cómo está Elizabeth?- Preguntó preocupada.
- Mi hija se encuentra bien, pero Elisa aún no despierta.
- ¿Puedo entrar a verla?- Preguntó.
- Sí, claro, no hay ningún problema por mí- Respondí.
- Gracias... Entraré a verlos- Dijo mi mamá y se dirigió a la habitación.

La que sueña con BeethovenWhere stories live. Discover now