Capítulo 14

8.1K 1.5K 237
                                    


Estaba buscando outfits en mi teléfono

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Estaba buscando outfits en mi teléfono. La última vez que había ido a una fiesta fue a los quince, porque a una compañera se le ocurrió invitar a toda la clase a su fiesta de gala. No había bebido, ni tampoco bailado. Aunque un chico sí se me acercó, debo admitir que me sorprendió, así que le dije con cortesía que agradecía su amabilidad, pero estaba bien así, aunque en el fondo me moría de ganas por intentarlo. Prefería evitarnos la vergüenza.

Por lo menos no era la primera vez que mi hermano ponía casa para una celebración, así que más o menos entendía el rollo. Llegar con un atuendo genial, beber todo lo que encuentre, agarrar un chico y salir como la campeona del evento.

También sabía que mi cuarto iba a estar desocupado. Muchas veces había tenido que cerrar con llave para que la gente no entrara como si fuera la pieza de un motel. Esta vez eso no sería problema.

Me quedé hecha hielo.

¿Realmente era así como debía terminar? ¿No había una opción intermedia?

Nunca había tenido relaciones sexuales, ni siquiera me había desnudado frente a alguien, la sola idea me ponía nerviosa e incómoda.

—¿Qué estás buscando? —preguntó una voz chillona a mi lado.

Antes de poder responder, Betzy se había apropiado de mi celular.

—Esto es un logro, así que por fin le devolverás la ropa a tu abuelita —comentó.

—Devuélveme eso —exigí.

—Solo si me dices a quién quieres impresionar.

—A nadie. —Me apresuré en responder.

—Dile eso a tu abuela cuando le devuelvas su closet, a mí cuéntame el chisme.

En ese momento, asumí que no podía hacer esto sola.

—Mi hermano dará una fiesta en su casa y quiero llamar la atención de alguien —expliqué, sin mucho detalle.

Los ojos de mi colega brillaron de emoción.

—¿Es quién pienso? —preguntó.

—No —contesté a secas.

—No te creo —aseveró.

Dejé escapar un suspiro que contenía toda mi frustración.

—De todos modos está difícil —comenté.

—¿Por qué? —interrogó.

No respondí. No tenía ganas de hablar de mis millones de intentos que habían fracasado incluso mucho antes de intentarlo. Me distraje limpiando la cajetera, pero ella me arrebató el trapo y acercó su asiento para que pudiéramos conversar.

–Cuéntale a tía Betzy tus problemas —dijo.

—No lo sé —contesté, a la defensiva.

—Pero es obvio que hay uno, ¿no? —Insistió—. De lo contrario no estarías buscando por Internet cómo imitar a Emma Watson para impresionar a un chico.

El deseo de AfroditaWhere stories live. Discover now