Capítulo 48

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Adrian cumplió su palabra, por supuesto, el asunto es que no de la forma en que creí

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Adrian cumplió su palabra, por supuesto, el asunto es que no de la forma en que creí.  Tenía que terminar un trabajo pendiente con mi hermano y Max, y al parecer nuevamente era seguro juntarse en mi casa.

Supongo que su tarea iba muy bien hasta que me vieron entrar en la sala.  Ahí se hizo el completo silencio.

—Hola —dije—.  Soy inofensiva, en serio, sigan en lo suyo.

Pasé directo a la cocina y curiosamente, alguien me siguió.

—¿Cómo te fue con el cachorro? —pregunté, abriendo la nevera.

—Bien —contestó Adrian—.  En realidad, a Hades le dio mucho gusto verlo.

—Quién lo diría.

Saqué la leche y me volteé a verlo.  Estaba de pie, mirándome inexpresivo.

—¿Cuál es el problema? —inquirí.

—Es extraño.

—Sí, un poco —admití.

Me acerqué a él y tomé sus manos, para deshacer su postura defensiva.

—Es agradable también —dijo.

—Sí, también.

Nos quedamos viendo un par de segundos, hasta que él dio un paso hacia adelante, apoyó su frente en la mía, y empujó lentamente hasta  que mi espalda tocó la encimera.  Pasé mis brazos sobre sus hombros, la tiempo que él acercó sus labios a los míos.  Su boca era suave, contrastaba con su personalidad, siempre serena e inquebrantable.

—¡Ay Dios mío!

Ambos nos soltamos de un sobresalto.

Elías acababa de entrar en la cocina y nos miraba como si estuviéramos escondiendo un cadáver.

—¿Te estás follando a mi hermana? —Le preguntó a Adrián.

—¡Ay, no exageres! —alegué.

—No aún —respondió Adrián.  Lo miré perpleja—. ¿Qué?

—No sé...

—Discutan eso luego —reclamó mi hermano, con asco—. Tú me debes una explicación de las grandes.  —Me apuntó.

—Los hermanos se ocultan cosas todo el tiempo, no actúes como si fueras mi padre —repuse.

—Sabes a qué me refiero, esto no es fair play.

—Nunca lo fue.

Entonces, entró el segundo invitado a la cocina.

Max.

Y entonces todo se volvió aún más incómodo.

—¿Todo bien? —inquirió.  Hasta que reparó en que Adrián seguía con su mano en mi cintura—. ¿Ustedes están saliendo?

El deseo de AfroditaWhere stories live. Discover now