Después de transmigrar la esposa gorda hizo reaparición

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"¡Por supuesto! Estoy aquí para transmitir la intención de la familia Su de pagar una compensación. Están dispuestos a compensar con 5.000 dólares a Sun Juan y Zhou Shuang por las pérdidas. En cuanto a cómo ustedes dos quieren dividir el dinero, a la familia Su no le importa. Sólo ofrecen un total de 5.000 dólares”, dijo lentamente Zou Ming.

Sun Juan y Zhou Shuang se volvieron para mirar a Qiao Mei al mismo tiempo. La cantidad de 5.000 dólares no era una suma pequeña. ¡Les bastaba con vivir en la capital durante cinco años sin tener que preocuparse por sus gastos diarios! De hecho, Zhou Shuang ya ni siquiera necesitaba alquilar una casa. ¡Incluso podría comprar su casa actual!

Qiao Mei miró las expresiones en los rostros de Sun Juan y Zhou Shuang, y luego la actitud sincera de Zou Ming. Sin embargo, ella todavía no estaba satisfecha. Esta oferta de 5.000 dólares definitivamente no provino de la vieja señora Fan. Con el carácter tacaño de la vieja señora Fan, ¿cómo podría estar dispuesta a darles dinero? Ya era bastante bueno que ella no viniera a sus casas a golpearlos o regañarlos.

Parecía que alguien más había tomado la decisión por la vieja señora Fan. Durante este período de tiempo, también había preguntado sobre la familia de la vieja señora Fan y había oído un poco sobre ellos.

“No es imposible llegar a 5.000 dólares, pero los gastos médicos deben calcularse por separado. No puede estar dentro del alcance de la compensación. Sun Juan y Zhou Shuang tienen los recibos de sus honorarios de hospitalización. El importe total es de 643 dólares con 59 céntimos y no aceptaremos ni un céntimo menos. Si eso está bien, entonces aceptaremos lo que se propone en esta sesión de mediación. Al mismo tiempo, Su Yang tiene que venir personalmente y entregar el dinero a mis dos hermanas mayores. También tendrá que disculparse sinceramente”, dijo Qiao Mei con severidad.

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Zou Ming no estaba seguro de si la familia Su todavía tenía más dinero, pero la solicitud de Qiao Mei era muy razonable y no tenía nada de malo.

"Volveré a discutir este asunto con la familia Su y los llamaré cuando llegue a una conclusión", dijo Zou Ming.

En ese momento, Sun Juan dijo: “Oficial Zou, hagamos lo que dice Qiao Mei. Estaremos de acuerdo con todo lo que diga Qiao Mei. Si hay algo que necesite que hagamos, háganoslo saber. No es tan conveniente para Qiao Mei moverse ".

Qiao Mei sonrió y miró a Sun Juan. Sus esfuerzos no habían sido en vano. Estas dos hermanas mayores ahora sabían cómo pensar en su bienestar. En el futuro, se convertirían en los buenos ayudantes de Li Gui en el negocio.

"Está bien, me pondré en contacto contigo si necesito algo". Después de que Zou Ming terminó de tomar notas, salió de la casa de Qiao Mei y regresó a la estación de policía.

Qiao Mei miró a las dos mujeres y preguntó: "¿Sus casas son propias o alquiladas?"

“Mi exmarido me dejó mi lugar actual después del divorcio. Puede considerarse mi propia casa, pero en realidad es una habitación que forma parte de una casa con patio más grande. Es mucho más pequeño que el tuyo, pero es suficiente para vivir solo”, dijo Sun Juan de manera objetiva.

Para Zhou Shuang, todos sabían que su casa estaba alquilada. Además, todavía tenía dos hijos. ¡Ni siquiera sabía cómo sus dos hijos podrían casarse en el futuro!

“Aún quedan algunas habitaciones vacías en la casa del patio donde se prepara el maíz. La cocina ya ha sido renovada e instalada con calefacción por suelo radiante. Si quieres comprar tu propia casa, puedo venderte dos habitaciones allí”, dijo Qiao Mei.

Qiao Mei había comprado la casa por 9.500 dólares y la renovación costó más de 2.000 dólares. En total le había costado unos 13.000 dólares. Si les vendiera una habitación a cada uno por 2.500 dólares, igual obtendría beneficios. Lo más importante es que no tendría que contratar a nadie para que vigilara el maíz en ese patio. ¡Era equivalente a conseguir dos guardias de seguridad gratis!