019- Nadie la escogería

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Colette

Colette no podía creer lo que sus ojos estaban presenciando. Era imposible, en su cabeza al menos ya que en la realidad estaba sucediendo.

Jamás había visto a Olivia besando a alguien, obviamente si la había visto con alguno que otro chico pero no así, no a alguien que fuera su potencial novio.

El chico con el que tenía que hablar estaba frente a ella...besando a Olivia.

Colette retrocedió unos pasos rogando por que ninguno de ellos se percatara de su presencia allí. Se fue lo más rápido posible de allí.

Rebobinó todo lo sucedido, como llegó a la cafetería preguntando por Thomas y como la amable señora Gloria le indicó que se encontraba en el callejón. Recuerda como lo buscó con urgencia hasta que por fin lo encontró compartiendo saliva con una de sus mejores amigas.

Caminando de vuelta a casa aún no lo podía creer. Eran Thomas y Olivia besándose. El mismo chico que la había estado besando dos días antes. Por alguna extraña razón se sentía vacía, no sentía nada. Solo le causó sorpresa ver a Thomas y a Olivia compartiendo un momento tan intimo, nada más. No sentía rabia ni celos, ni siquiera resentimiento.

Se sentía extrañamente aliviada, pues ya no tendría que hablar con Thomas y disculparse por lo sucedido en su habitación días antes. Es más, pensaba que nunca jamás sacaría a la luz los acontecimientos de ese día frente a Olivia y Thomas, eso no era algo de lo que Olivia tuviera que enterarse, incluso era mejor si nunca llegaba a enterarse. Olivia era tan noble y bondadosa que era capaz de no volver a acercarse a Thomas solo por el hecho de que él y Colette se habían besado, dos veces.

Sólo se le hacia extraño el comportamiento de Thomas. "¿Por qué si me besó a mi también la besó a ella?" se preguntaba Colette repetidas veces intentando encontrar una respuesta. Estaba más que claro que ni Olivia ni ella eran ese tipo de chicas que besan a los hombres solo por diversión, si sucedía algo con algún chico era porque significaba algo para ellas. Pero ella no conocía a Thomas del todo, aunque juraría que nunca jugaría con los sentimientos de dos chicas, no parecía esa clase de chico.

Rogaba al cielo por que Thomas no le rompiera el corazón a Olivia, ella era como de cristal y si se llegaba a romper era probable que jamás se repararía. Thomas parecía una buena persona, digno de Olivia y no de Colette.

El alivio la recorrió entera, era una cosa menos en la que pensar. A pesar de esto, no podía dejar de pensar en aquella situación. Se planteó todas las posibles situaciones que podrían llegar a presentarse. "¿Y si Thomas estaba indeciso?" Para Colette estaba más que claro que la indecisión no era una opción, hasta ella misma escogería a Olivia. Además, conocían al chico desde hacía muy poco, no las conocía muy bien a ninguna de las dos, y de fijarse en lo físico y notable a simple vista, sin duda escogería a Olivia.

Pero eso no era una opción, la respuesta correcta era Olivia. Colette no jugaba ese juego, ya se había retirado al momento de decidir no volver a entablar ninguna conversación con el chico. Dejaría el camino libre para que Olivia fuera feliz. Lo que menos quería en ese momento era entrar en un extraño triangulo amoroso.

Esa noche por primera vez en mucho tiempo no se durmió llorando. Sin embargo, al despertarse notó su cara empapada de lagrimas y el sentimiento de perdida la recorría, sus sueños le habían jugado una mala pasada. Se sentía impotente e insuficiente. Y por fin reconocía el problema. Era ella. Por eso nunca nadie la escogería por encima de otra chica. Ni siquiera Dean.

Lauren

-¿Podrías quedarte quieto?- le preguntó la chica- Intento dibujarte.

-Pensé que tenías "una excelente memoria fotográfica"- dijo Michael sarcásticamente entre jadeos.

Té para tres (TERMINADA)Where stories live. Discover now