Colette
La puerta se abrió y Olivia salió del baño intentando sonreír, Colette conocía su mejor amiga demasiado bien y sabía que esa no era una sonrisa autentica, Olivia quería demostrar que nada la preocupaba pero en el fondo Colette sabía que algo la molestaba.
Su vestido le quedaba hermoso a Olivia, sus piernas y brazos se veían perfectamente estilizados y su cintura parecía de avispa.
Colette mataría por tener una cintura así.
-Estoy confundida- dijo Olivia tratando de sonreír.
-Te dije que ese vestido te iba a quedar perfec...- Lauren se quedó callada a mitad de frase cuando por fin la vio.
Colette reprimió las ganas de llorar. Ella nunca había podido salir a la calle con ese vestido, nunca se había sentido cómoda como para usarlo en público. María se lo había regalado, y como no, este era de una talla menor a la de Colette.
Colette vio como la expresión de Olivia decaía y se obligo a esbozar una sonrisa.
-Me queda muy corto- Olivia se bajaba el vestido con las manos. Se notaba que no estaba cómoda del todo.
Colette lo entendía perfectamente, es difícil sentirse cómodo en tu propia piel. A veces estas tan enfocado en querer tener las cosas de los demás que no te fijas en las cosas hermosas que tú posees, a veces hay que verte a ti mismo por lo que eres, un ser maravilloso.
-No lo bajes- le advirtió Colette- Así es el vestido- Colette llegó a su lado y le arregló un poco los tirantes del vestido, no era que estuviera mal, era que ella quería que Olivia se sintiera cómoda y hermosa en ese vestido. Tocó a Olivia con suavidad y al terminar no pudo resistir hacer lo que Daisy Murphy hacía siempre con su nieta. Tomó la barbilla de Olivia y la levantó con suavidad, tal y como Daisy lo hacía.
-Te queda hermoso, Olivia- Dijo Colette con sinceridad, jamás les diría una mentira a sus amigas, prefería ser brutalmente sincera que mentirosa. Olivia se veía preciosa en ese vestido y Colette sabía que tenía que recordárselo a Olivia.
Su burbuja de felicidad y amor fraternal se deshizo cuando el teléfono de Lauren resonó con fuerza. Colette dejó de sonreír y soltó a Olivia, se fue hacía su tocador, sintió como la verdadera sonrisa que había salido de ella se desvanecía.
-Michael me necesita- les informó Lauren- Volveré en unos minutos.
Colette había tomado uno de sus labiales favoritos y caminaba hacia Olivia. Ella sabía que Olivia quería empezar a hacer cosas nuevas y a experimentar, Colette estaba más que contenta de poder ayudarla. Olivia decía que era aburrida, pero a Colette no le parecía, al contrario la admiraba por ser tan madura y centrada a su edad. A diferencia de Colette que era o demasiado perfeccionista y cuadriculada o demasiado relajada.
Daisy Murphy había criado a una chica muy especial. Colette jamás pensaría que su amiga es aburrida, jamás.
-Para cuando vuelva quiero que tu cara este llena de maquillaje, Liv- Lauren le dijo mirando fijamente a Olivia- Y quiero que tú ya te hayas decidido por ese sexy vestido negro- señalo a Colette- Vuelvo enseguida.
Colette rodó los ojos y frunció el ceño cuando Lauren salió de su habitación. Colette no quería ponerse el vestido negro por una sencilla razón. Se veía gorda. Sus caderas eran demasiado anchas y sus piernas demasiado gruesas para un vestido como ese. Se veía demasiado recargada con ese vestido. Le temía verse demasiado "grande" aunque midiera un metro cincuenta y cinco.
-Deberías ponerte el vestido negro- le aconsejó Olivia a Colette.
-Me lo pondré si dejas que te maquille- Colette seguía con el labial en la mano. Colette no quería ponérselo pero lo haría si hacia falta para que Olivia empezara a salirse de su zona de confort- No te va a pasar nada por un poco de maquillaje, Liv- dijo Colette tratando de tranquilizar a la chica.
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Té para tres (TERMINADA)
Romance(Completa) Nuevos comienzos, dos palabras, 15 letras, miles de significados, tres personas y un solo deseo: empezar de nuevo. Las palabras miedo, entusiasmo y fascinación se quedan cortas para describir la sensación que Olivia, Colette y Lauren sent...