Té para tres (TERMINADA)

021- El desastre

Lauren

-¿Y como te sientes al respecto?- preguntó Lauren a través del teléfono sin perder la concentración es su arte. Estaba hablando con su hermana Jane, la pobre chica tenía problemas con sus amigas, Lauren recordaba lo que era tener 14 años y no saber quien eras ni lo que querías, se compadecía de su hermana y la escuchaba a través del teléfono por horas.

Estaba haciendo un florero de arcilla en medio de la sala de estar, la estaba moldeando con las manos sobre el torno o mejor llamado Torno de alfarero instrumento giratorio usado por los artesanos del barro para crear una pieza o vasija de arcilla o pasta de cerámica (según lo que le había explicado Colette a Lauren).

Lauren sabía manejar el torno perfectamente, pues llevaba años de práctica, sin embargo perdió el control del artefacto al notar una presencia detrás de ella. El grito que soltó por poco deja sorda a la otra persona. Había alguien parado detrás de ella, apretó de más la figura de arcilla por lo que ésta salió volando por todo el departamento dejando pequeñas gotitas de color café por todo el entorno, en las paredes, por el suelo, incluso el techo, además de dejar totalmente manchado el perfecto sofá blanco de Colette.

-¡Lauren!- chilló Colette al ver el desastre que su amiga había armado.

-¡Colette!- chilló Lauren de vuelta- Por Dios, casi me matas del susto- dijo mientras se limpiaba las palmas con su delantal de flores- ¿Qué mierda estas haciendo aquí?- Colette hizo un gesto de disgusto ante la grosería.

Era lunes y se suponía que Colette debería estar en la universidad, no en el departamento y mucho menos en pijama. Colette jamás se dejaba la pijama todo el día, jamás. Todos los días tenía que cambiarse de ropa y bañarse, a diferencia de Lauren que podía pasar tres días con la misma pijama y sin bañarse.

-¡Lauren, mi sofá!- gritó Colette señalando el sofá blanco pintado con pequeñas manchas color café.

-Lo siento, Coco- se disculpó Lauren. Sabía que a veces las cosas materiales le preocupaban bastante a Colette- Lo limpiaré enseguida- propuso Lauren con una sonrisa que Colette obviamente no correspondió.

-Esta bien- dijo Colette bajito. Caminó en dirección a la cocina, en donde agarró una botella de agua que bebió rápidamente.

-¿Por qué no estas en Juilliard?- no pudo evitar preguntar Lauren aunque se notaba que Colette no quería hablar del tema.

-No me sentía muy bien- dijo Colette- además no tenía ningún trabajo que entregar para hoy, así que era un día muerto- se encogió de hombros.

Lauren ya estaba limpiando las pequeñas gotitas con fuerza, se estaba preocupando de que por más que tallara éstas no fueran a salir con facilidad. Colette se pondría como loca si su sofá no volvía a su estado normal.

-Que bien- dijo Lauren con una sonrisa, rezando por que las manchas salieran de la costosa tela del sofá- ¿Ya desayunaste?- Colette negó con la cabeza- ¿Quieres que te prepare algo?- Colette negó de nuevo.

No es que la comida que preparaba Lauren fuera deliciosa, pero tampoco era horrible, ella hacía unos sándwiches de mantequilla de maní con mermelada excelentes, aunque eso fuera lo único que sabía preparar. La verdad nunca le había apetecido aprender a cocinar, pues nunca lo había necesitado, pero quizá iba siendo hora de aprender a cocinar sin incendiar la cocina.

-No tengo hambre- Colette se encogió de hombros restándole importancia.

-Podríamos salir a comer algo en Starbucks- propuso Lauren sabiendo que Coco no se resistiría a la idea de un Té Chai de su cafetería favorita.