Té para tres (TERMINADA)

064- Guerra de pintura pt. 2 (+16)

Como ya es costumbre, lector, ya sabes que no soy bueno escribiendo este tipo de escenas. Pero te tengo una solución, porque eso si, no te podía dejar sin esta escena de Michael perdiendo el control y saliéndose un poco de sus límites.

Dejaré que esta escena no apta para todo público la narre nuestra linda y carismática Lauren. Seguro que ella puede describir mejor los colores y sensaciones.

Lauren

Mi camisa salió volando. Michael la arrojó con tanta fuerza hacia el otro lado del departamento que esta tumbó una que otra cosa, ocasionando el golpe seco de algunas cosas en el suelo. Seguro algunos de mis pinceles estaban tirados en el suelo, no me importó en lo más mínimo en ese momento.

Michael volvió a alcanzar mi boca con rapidez, me estaba besando diferente pero a la vez con la misma necesidad y pasión que siempre. Podía sentir las miles de cosas que quería demostrarme a través de sus besos.

-No entiendo por qué es tan importante mi llegada a tu vida- mascullé mientras me separaba unos centímetros de él.

- Porque eres tú- respondió Michael explorando mi cuerpo por debajo de la camiseta con las manos aún untadas de pintura- Me salvaste.

-¿S-salvarte?- jadeé cuando las manos de Michael habían llegado a la cinturilla de mis pantalones- ¿De qué?

-De mi mismo- susurró él.

No tuve tiempo de preguntarle a que era exactamente a lo que se refería porque él cambió de posición con rapidez, dejándome recostada sobre el suelo mojado de pintura. Fue tan rápido y fuerte que por un momento no entendí lo que estaba sucediendo.

En ese instante en el que él me miraba con los ojos oscuros ni siquiera pensé en lo que me costaría quitar toda esa pintura del cabello, es más, hasta me atraía la idea de estar haciendo aquello con Michael llena de pintura.

Él se arrodilló frente a mi mientras con una suavidad, que me estaba volviendo loca, me quitaba los shorts que tenía puestos. Cuando los pantalones se terminaron de deslizar por mis piernas Michael los lanzó de cualquier manera a través de la habitación. Aunque en sus movimientos demostraba tener prisa, a mi me tocaba con tanta suavidad y delicadeza que hasta yo creí que me rompería en cualquier momento.

Con solo mi ropa interior puesta, ya estaba semidesnuda y él seguía con la ropa intacta, Michael no se había quitado ninguna prenda, aún. Su ropa estaba toda machada de pintura pero a él parecía no importarle en lo más mínimo.

A decir verdad ya había visto a Michel con poca ropa en varias ocasiones, por casualidades y errores, pero lo había visto, al fin y al cabo. Pero nunca lo había tocado. Eso estaba por cambiar, porque deseaba hacerlo.

Intenté sentarme para tocarlo a él también, quería tocarlo. Pero Michael me detuvo poniéndome las manos sobre los hombros y empujándome contra el suelo mojado con la fuerza necesaria para hacerme jadear. Fue un poco más fuerte, eso me gustó.

Solté un jadeo de sorpresa cuando Michael, con la mano llena de pintura comenzó a deslizar los dedos muy cerca de mis pechos. Un dedo se coló dentro de mi sujetador acariciando y pellizcando dentro, la pintura fría sobre mi piel me hizo estremecer. Lentamente comenzó a dibujar formas de colores en mi piel sensible. Pronto, con ambas manos dentro de mi sujetador presionó sus caderas contra las mías. Las mariposas descontroladas ya comenzaban a batir fuertemente en mi estómago ante aquel roce.

Me arqueé hacia él y con una mano me desabroché el sujetador dejando por fin sus dibujos a la vista. Él lanzó el sujetador que chocó contra un vidrio fuertemente. Me estremecí ante el sonido, él no se movió ni un poco.