Té para tres (TERMINADA)

059- Una vieja historia

Lauren

Subió las escaleras con rapidez. De repente toda la casa se había quedado en silencio. No era posible que Tim estuviera allí. ¿No le habían quedado las cosas claras acaso?

Cuando entró en su vieja habitación y vio a Tim sentado sobre su cama, cientos de recuerdos le llenaron la cabeza. En esa habitación habían vivido demasiados momentos juntos. A pesar de que ya no sentía lo mismo que alguna vez sintió por él, era imposible que ese sentimiento de nostalgia, de tristeza, y esa sensación de haber perdido una parte importante de su vida no le afectaran.

-¿Qué estas haciendo aquí?- preguntó Lauren entrando a su vieja habitación.

Las paredes estaban pintadas de un suave color amarillo y estaban llenas de dibujos y pinturas que ella misma había hecho. Su habitación era bastante simple, tenía la cama, el escritorio, su caballete y un armario. Eso si, cada rincón estaba decorado, incluso había dibujado y pintado sobre sus muebles a mano.

-Mi amor...- dijo él levantándose de la cama.

-No me digas así.

-Lauren...

-¿Qué haces aquí?

-Yo vengo a luchar por lo nuestro- dijo él muy convencido.

-¿Luchar?- espetó Lauren casi riendo- ¿Luchar por qué exactamente, Tim?

-Por nuestro amor.

-¿Nuestro amor?- Lauren avanzó unos pasos hacia él- Ya no quedaba amor, Tim.

-¿Cómo que no?- dijo él acercándose también- Yo te amo.

-Pero yo no- dijo Lauren muy seria- Yo no te amo, Tim.

El chico se quedó callado contemplándola con los ojos cristalizados. Había visto pocas veces esa expresión en el rostro de Tim, la última vez que lo había visto así había sido en el funeral de su padre dos años atrás. Le partía el corazón verlo así.

-No como tú a mi- admitió ella.- Y la verdad no entiendo que estás haciendo aquí, lo nuestro se acabó.

-Pero, Lauren- dijo él dando un paso hacia ella. Ahora estaban frente a frente.

-No, Tim. No continúes- dijo ella dando un pasó atrás- Ya lo hablamos, estaremos mejor separados.

-Lauren, no me dejes. No me dejes por él- Las lágrimas ya rodaban por las mejillas de Tim. Y pensar que ella no había llorado ni una sola vez desde que habían terminado.

-No es por él, es por mí, Tim. ¿Qué querías?- espetó ella molesta- ¿Casarte conmigo algún día pensando que era una buena para nada y una fracasada, no tener hijos nunca porque crees que no podría ser buena madre? ¿Vivir siendo infelices porque no estamos de acuerdo con como es el otro, vivir conmigo criticándome constantemente? ¿Vivir una vida a mi lado mientras pienso en otra persona?- Lauren se arrepintió de sus últimas palabras de inmediato. El rostro de Tim se contrajo de dolor.

Tim se quedó callado con lagrimas cruzándole el rostro. Lauren pensó que desistiría y saldría de la habitación cuando dio una paso atrás. Pero todo pasó tan rápido que Lauren no tuvo tiempo de asimilarlo. De repente Tim se abalanzó sobre ella chocando sus labios contra los de ella.

Ella se quedó quieta de la impresión por algunos segundos, él lo tomó como una señal de que podía avanzar, puso las manos sobre su cintura y la pegó a su cuerpo. Cuando sintió la lengua de él sobre la suya por fin reaccionó. Lauren le puso las manos sobre el pecho y lo empujó con fuerza.

Habían hecho eso cientos de veces, pero por alguna razón esta vez el simple roce de sus labios le dieron ganas de vomitar.

Tim se apartó pero sus manos aún seguían en la cintura de ella.