Té para tres (TERMINADA)

042- Doctor Collins

Lauren

La puerta se abrió, pero no era Michael. Era una mujer. Era una mujer de unos 40 años con la tez oscura y un precioso cabello frondoso y rizado. La mujer la miró con el ceño fruncido. Lauren le sonrió, seguro se veía como loca. Tenía la camiseta llena de sangre y su mano temblaba un poco.

-Buenas tardes- dijo Lauren con una sonrisa.

-Hola...- saludó la señora mirándola raro- ¿Estás bien?- le preguntó señalando su mano.

-Yo... de hecho necesito a Michel- dijo Lauren amablemente señalando su mano ensangrentada.

-Oh, claro- dijo la señora dejándola pasar- Podrías decirle que le dejé los papeles en la mesa, por favor.

-Claro- le dijo Lauren cerrando la puerta. Su curiosidad no la dejó y detuvo a la señora que ya iba a media escalera llamándola desde la puerta de Michael- ¿Papeles de que?- preguntó Lauren sin poder aguantarse.

-Oh- dijo la señora con una sonrisa- Los papeles de la propiedad que le dejó Rachel.

¿Quién diablos es Rachel?

-Oh, claro- le dijo Lauren como si supiera de lo que le estaba hablando.

-Ten un lindo día- le dijo la señora y desapareció por las escaleras.

Lauren cerró la puerta y corrió en busca de Michael.

Rache, Rachel, Rachel, Rachel. ¿Por qué le sonaba ese nombre?

Escuchó el agua correr en el baño, Michael se estaba bañando. Se miró la mano e hizo una mueca, la herida solo se veía peor. Si quería sobrevivir tenía que hacer que Michael la curara. Lauren no sabía mucho de medicina, pero le estaba saliendo mucha sangre de la herida y eso no podía ser bueno.

Tomó aire y entró al baño. Efectivamente Michael se estaba bañando, gracias al cielo estaba detrás de la cortina de baño y no lo veía. El vapor del baño hacía que su respiración se volviera más pesada y apresurada, le costaba respirar. No supo que hacer así que optó por hablar.

-¿Michael?- dijo casi en un susurro. El chico no respondió así que Lauren creyó que la estaba evitando o que simplemente no la había escuchado. Se vio la herida de la que no dejaba de salir sangre. Probó otra vez- ¡Michael!- gritó Lauren pateando la cortina con desesperación.

Un grito nada masculino sonó detrás de la cortina. Un asustado Michael abrió la cortina con rapidez encontrándose a Lauren en el baño.

-Por el amor de Dios, Lauren- dijo Michael llevándose una mano al pecho tratando de controlar su respiración- Me pegaste un susto de muerte.

Lauren se quedó callada pues Michael estaba completamente desnudo. El chico se dio cuenta de ello y rápidamente se tapó sus partes nobles con la cortina.

-¿Qu- qué estas haciendo aquí?- le dijo Michael cerrando el grifo del agua.

-¡Me estoy desangrando!-chilló Lauren mirándose la mano.

Lauren levantó la mano y le mostró su fea cortada.

-Mierda, Lauren- dijo Michael acercando su cabeza para ver mejor la herida- ¿Qué te sucedió?

-¡Ayúdame!- chilló Lauren con desesperación.

-Saca de ahí el botiquín y ve a la cocina- le dijo Michael- Y cálmate. Poniéndote nerviosa solo empeorarás la situación- dijo cerrando el grifo y volviendo a cerrar la cortina.

-¡Eso no me tranquiliza!- gritó Lauren haciendo lo que Michael le ordenó. Sacó el botiquín y fue a la cocina. Se sentó en una silla y examinó su herida con cuidado. Eso se veía mal, muy mal.