026- Lirios

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Olivia

Se levantó de la cama a estirar. Era lo primero que hacía en el día, luego bebía tres vasos de agua, luego se bañaba y se iba a Juilliard . Ese día no iba a ser diferente. Era jueves, pero no un jueves cualquiera. Era 3 de Septiembre.

Como todos los años, el 3 Septiembre era una fecha importante para la familia Murphy, era el aniversario de la muerte de Lily Murphy, la madre de Olivia.

El 3 de septiembre del 2005 Lily Murphy perdió su batalla contra el cáncer de huesos, dejando a su pequeña hija de casi tres años al cuidado de su madre Daisy Murphy.

Era un día triste para Olivia, aunque no tanto como para Daisy. Daisy había perdido a una hija y Olivia a su madre, la leí de la vida era ver a tus padres morir no a tus hijos. Olivia recordaba a Daisy Murphy con los ojos rojos y con dolor de cabeza cada 3 de Septiembre. Decoraba cada rincón de su casa con Lirios como homenaje al nombre de su madre.

Aunque tuviera escasos recuerdos de su madre, ese día era como el doloroso recordatorio de una vida que pudo haber vivido junto a su madre, era la perdida de lo que nunca sucedió, a lo que habría pasado si...

¿Qué habría pasado si Lily no hubiera quedado embarazada tan joven?

¿Qué habría pasado si Lily no hubiera contraído cáncer?

¿Qué habría pasado si Daisy no hubiera querido cuidar de Olivia?

¿Qué habría pasado si Lily hubiera cumplido su sueño de ser bailarina profesional?

¿Qué habría pasado si Lily vencía al cáncer y vivía una vida feliz con su hija?

Olivia sabía que el "que hubiera sido" no servía de nada, solo eran falsas ilusiones de la buena vida que hubiera vivido con su madre. No se arrepentía de nada, estaba más que agradecida con la vida por darle una madre que la escogió, Daisy Murphy decidió criar a Olivia como si fuera su propia hija, escogió ser su madre y no su abuela.

Aunque eran imágenes borrosas, recordaba algunos momentos junto a su madre. Cuando bailaban al ritmo de la música antes que enfermara, o como la arrullaba para que se durmiera. Nunca había recordado el sonido de su voz ni el calor de sus caricias, era triste y a la vez aterrador. ¿Por qué extrañaba algo que no recordaba?

Olivia no conoció mucho a Lily por su cuenta, ella conoció a Lily Murphy a través de los ojos de Daisy, Olivia nunca se cansaba de oír historias sobre su madre. Todas las noches antes de dormir en vez de contarle cuentos, Daisy le contaba historias sobre Lily. Cuando aprendió a caminar, cuando Daisy le regalo sus primeras baletas, cuando quedó embarazada de Olivia.

Lily era como ese personaje fantástico que todo lo lograba y que era perfecto. Pese a esto, Daisy también se encargaba de recordarle todos lo defectos y errores de su madre.

Para Daisy el error de la vida de Lily había sido quedar embarazada a los 16. No por Olivia, claro está, Daisy amaba a Olivia como si fuera su propia hija. Pero Daisy se lo había advertido tantas veces, Daisy no quería que Lily fuera una madre adolescente, por eso cuando se enteró de su embarazo su reacción no fue nada linda. Lily escapó de casa cuando tenía 3 meses de embarazo y regresó con una pequeña niña de dos semanas de nacida.

-Nunca había visto una cara más angelical- le había dicho Daisy a Olivia cuando esta le pidió que le contara la historia de su nacimiento a los trece años- No te vi hasta que tenías casi un mes. Y la primera vez que te sostuve- los ojos de la mujer se llenaron de lagrimas- fue el momento más hermoso de mi vida. Eres el bebé de mi bebé, de las cosas más bellas de la vida- le había dicho la señora acariciándole las mejillas- No pude apartarlas de mi vida de nuevo, no después de conocerte mi pequeña, Rosie.

Té para tres (TERMINADA)Where stories live. Discover now