Té para tres (TERMINADA)

006- Trato

Lauren

Luego de dos largos días recorriendo los sitios turísticos de Nueva York Lauren sentía que su cuerpo no daba más, a duras penas aun sentía las piernas y ni hablar de sus pies que estaban llenos de ampollas. Su primera semana en Nueva York había sido todo un éxito, todo fue perfectamente imperfecto, como le gustaba que fueran las cosas a Lauren. Lo único que pudo haberlo mejorado era la presencia de su Tim, su novio de toda la vida, su alma gemela, el amor de su vida, Lauren lo extrañaba con todo su corazón. Tenía que conformarse, al fin y al cabo no se podía tener todo en la vida.

Las tres amigas entraron a su edificio y Lauren no podía dejar de quejarse del dolor físico que sentía. Las tres estaban debatiendo quien se daría un baño primero.

-Ustedes saben que no me demoro nada en la ducha- aclaró Lauren- será rápido, yo iré primero- Olivia aceptaba todo sin rechistar.

-Esta bien, vas tú- acepto Colette rodando los ojos.

Cuando iban por el segundo piso se toparon con Michael. Este asintió con la cabeza como saludo y si no hubiera sido por ese mínimo movimiento Lauren habría pensado que ni siquiera las había notado.

-Hola, Michael- saludó Lauren.

El chico ya iba unos escalones abajo, se detuvo y resopló. Se giro lentamente y fijo la mirada en las tres chicas.

-Hola- lo dijo casi en un susurro.

-¿Cómo sigue tu espalda?- Lauren había olvidado por completo poner al corriente a sus amigas sobre la embarazosa situación con Michael.

Olivia y Colette se miraron rápidamente, pues no entendían para nada la situación.

-Estoy bien- declaró el chico, se metió ambas manos en los bolsillos delanteros del pantalón- ¿Tu nariz?- a Lauren le pareció que entre menos palabras dijera Michael mejor. Pudo haberle dicho algo como ¿Qué tal sigue tu nariz? O ¿Te siguió doliendo la nariz? O algo mejor como ¿Te hiciste revisar la nariz por un profesional? Algo mejor era un hombre de pocas palabras. Súper intrigante pensaba Lauren.

-Estoy bien. No sangró mas así que no creí conveniente hacerla revisar por un doctor, además sigue teniendo la extraña forma de siempre- se toqueteo la nariz- todo esta perfecto.

Lauren se sintió cohibida bajo la mirada de Michael. Él hacia una cara como si cada vez que escuchara a Lauren no viera la hora de que se callara. Sin embargo, el chico esperó hasta que Lauren terminara de hablar para secamente decir:

-Bien. Buenas noches- se despidió y siguió bajando los escalones con rapidez.

Las tres esperaron a escuchar la puerta principal cerrarse para soltar:

-¿Que fue eso?- chilló Olivia- ¿Ahora hablas con él?

Siguieron subiendo las escaleras pero ahora con más animo que hace unos minutos.

-¿Su espalda?- dijo Colette con expresión coqueta- No sabia que habías visto su espalda- por fin llegaron a su departamento, las tres entraron y Lauren se fue directamente a su habitación. Cuando regreso a la sala, Olivia y Colette estaban tiradas en el sofá.

-Su espalda- giro el cuadro gigante que traía entre brazos.

Olivia abrió mucho los ojos al ver la pintura plasmada en el lienzo y Colette sonrió levemente, de esas sonrisas provocadas pero no sinceras, Colette sonreía así para mostrar aprobación y para sentirse incluida, no porque le naciera sonreír.

-¿Ese es Michael?- Olivia se levantó del sofá y fue a tocar la pintura, gracias al cielo los reflejos de Lauren eran mas rápidos.

-¡No lo toques!- Lauren se alejó de Olivia y apoyó la pintura sobre el mesón de la cocina- Es óleo, aun no esta seco.