ꜱᴏꜰɪᴀ, ʙᴜᴛ ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ ᴄᴀʟʟ ᴍᴇ ꜱᴏꜰɪ

𝙍𝙞𝙘𝙝

Sofía

—¿Cómo están las demás?— pregunté.

Susan y yo estábamos hablando desde hace unos minutos, cosas sin importancia.

—Están bien, aunque los clientes han preguntado mucho por tus pinturas.—

Sonreí.

—Oye, estuve investigando a la familia de Nate y al tal Sebastián y...—

—Espera ¿Qué?— fruncí el ceño.

—Si, los busqué en google.—

—Susan, ¿Buscaste a la familia de mi novio en Internet?— pregunté pausadamente.

—Oye, no diste detalles de ese tal Sebastián y me dejaste con la intriga, Bocelli.— reprochó.

Oh

—¿Y qué encontraste?— suspiré.

—Que... Son bastante ricos, muy ricos.—

—Dímelo a mi...— susurré mientras miraba a mi alrededor la gran habitación donde dormía.

—Y... Espera.—

Unos segundos de silencio reinaron pero después un fuerte jadeo se escucho.

—Sofia Bocelli ¿Con quién mierda te metiste?— rió.

—¿Ah?— respondí confundida.

—No puede ser... ¡Esta buenísimo!—

Casi me atraganto con mi propia saliva al escucharla.

—¡Susan...!— susurré. —¿De quién hablas?—

—No te hagas mujer, ¿Cómo que de quien?—

—¿Sebastian...?— mordí mi uña.

—¡¿Quién más?!—

Alejé un poco el celular de mi oreja, aveces era muy gritona...

—Es que míralo Sofía, si así se ve en las fotos, no me imagino en persona...—

—Dios Susan...— reí nerviosa.

—¿Es igual de guapo en persona que en las fotos?—

—S-Suan no lo se, yo...—

—Responde.— canturreó.

Bufé rendida.

—Si, si lo es.— sonreí al recordar su sonrisa arrogante... Espera, ¿qué?

Sacudí mi cabeza borrando esos pensamientos.

—Suertuda...— rió. —¿Como besa?—

—Susan, por dios...— gemí cansada.

—Eso lo dice todo. Besa bastante bien ¿cierto?—