𝙏𝙧𝙪𝙩𝙝

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Omniciente

—¡Cuéntamelo todo!— Gina miró sonriente a la italiana que se encontraba frente a ella. Habían ido a una cafetería cerca de la boutique de la rubia, y Sebastián se había ofrecido para llevar la comida.

—Bueno, n-no se... Solo, me dejó ese hermoso vestido que, por cierto, gracias.— le sonrió dulcemente y Gina asintió. —Me llevó al lago, tomamos un poco, y cuando nos metimos al agua, me lo dijo.— se encogió de hombros con timidez.

—Dios, que lindo.— Gina sonrió ampliamente. —Sebastián siempre ha sido así, cuando realmente quiere a una persona, se asegura de demostrárselo con todas las maneras posibles.— la rubia asintió.

Sofía sonrió y de solo pensar que el había planeado todo eso solo para ella, hacía que su corazón se derritiera.

—Fue muy romántico. Siendo sincera, nadie había hecho algo así por mi. Ni siquiera Nate.— Sofía suspiró con tranquilidad.

—Oye, y sobre eso... ¿Qué harán?— la rubia la miró atenta.

—Bueno, hace unas horas quería decirle todo a Nate pero Sebastián dijo que teníamos todo el tiempo del mundo y, aparte me dijo que querías vernos.— sonrió de lado.

Gina miró a la italiana fijamente, a la vez que una sonrisa se iba formando en su rostro.

—¿Qué?— Sofía sonrió confundida.

—Realmente lo amas.— Gina entrecerró los ojos, sin borrar su sonrisa. Gina realmente se encontraba feliz, su mejor amigo volvió a tener una oportunidad con alguien y estaba segura, que Sofía lo haría muy feliz.

Sofía solo asintió con timidez.

—El también. Te adora.— rodó los ojos divertida. —Antes de todo ésto, se la pasaba hablando de ti.— la rubia susurró.

—¿En serio?— la ojiazul rió.

Gina asintió elevando las cejas.

—Cada día llegaba muy frustrado a la boutique diciendo... "me vuelve loco"— hizo la voz más grave, fingiendo ser Sebastián. Sofía soltó una carcajada.

—Pues, antes estaba muy confundida, no sabía que pensar. Nate me hacía sentir una cosa, Sebastián otra... Pero ¿Ahora?— suspiró. —Estoy completamente segura de lo que siento por el y ciertamente, jamás me he sentido así con alguien.— confesó.

Gina confirmó lo que pensaba. Ella lo haría muy feliz.

—¡Llegué!— Sebastián sonrió ampliamente dejando las bolsas de comida sobre la mesa. —¿De qué hablaban?— las miró a ambas.

—De ti.— Gina respondió despreocupadamente.

—¿Ah si?— miró a Sofía y ella solo asintió. —¿Sobre qué?—

—Sobre como ésta chica...— Gina señaló a Sofía. —Te trae como su idiota.— sonrió de lado.

—Ah...— Sebastián elevó las cejas. Sofía mordió su labio, ocultando sus ganas de reír.

—Pues... No estás del todo mal.— murmuró para después besar la mejilla de Sofía sonoramente.

—Ahora vuelvo, iré al baño.— Sofía acarició la mejilla de Sebastián y se levantó.

Ambos la miraron desaparecer entre la gente. Gina centro sus ojos en el rumano que buscaba su comida en las bolsas, el sintió su mirada.

—¿Qué?— sonrió extrañado.

ꜱᴏꜰɪᴀ, ʙᴜᴛ ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ ᴄᴀʟʟ ᴍᴇ ꜱᴏꜰɪWhere stories live. Discover now