ꜱᴏꜰɪᴀ, ʙᴜᴛ ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ ᴄᴀʟʟ ᴍᴇ ꜱᴏꜰɪ

𝙈𝙤𝙤𝙣𝙡𝙞𝙜𝙝𝙩

Omnisciente

—No estoy seguro... ¿Y si no le gusta?— Sebastián mordió su labio nervioso. Josie y Angie rodaron los ojos al unísono y lo miraron molestas.

—¿Vas a hacerlo o no, Stan? ¡Anda!— Josie gruñó.

Sebastián asintió no muy convencido y entró a la habitación de Sofía. Dejó la gran caja en su cama, junto con una nota. Sonrió ligeramente, imaginando un escenario donde ella le encante éste regalo, logró tranquilizarse un poco.

Por fim pudo salir de la habitación y al cerrar la puerta, suspiró aliviado.

—Bien, solo falta que lo vea y después ella te hablará ¿Bien?— Angie lo miró y Sebastian asintió.

Ambas estaban dispuestas a caminar y hacer lo que les correspondía. Pero Sebastián las detuvo.

—Oigan... Gracias, de verdad. Sé que están metiendo en un problema con ésto pero, se los compensare.— sonrió genuinamente.

—Está bien, ya lo dijiste.— Josie lo señaló con una sonrisa pícara.

(...)

—¿Y, hace cuánto se conocen?— la chica sonrió mientras miraba a la pareja.

—Hace tres años.— Nate respondió sonriente.

Ya que la familia de Nate era reconocida en la ciudad, la madre de Nate se había encargado de conseguir una fotógrafa, y esa misma fotógrafa lws hacia algunas preguntas para agregarlas a una revista cualquiera.
Sofía realmente se sentía agobiada con absolutamente todo.

Siguieron con las preguntas y de vez en cuando ella respondía, sin muchas ganas a decir verdad. La fotógrafa se levantó un momento, dejándolos solos.

—Nate, ¿Por qué hacemos ésto?— hizo una mueca.

—Pues, lo mejor es que todos sepan lo nuestro y eso puede mejorar la publicidad para la empresa.— respondió despreocupadamente.

Sofía elevó una ceja. Si no sintiera cosas por otro hombre, estaría bastante dolida ya que su "prometido" utilizaba la boda para mejorar la apariencia de su empresa familiar. Vaya.

Decidió restarle importancia y contó las horas para irse de allí.
Las preguntas siguieron, hasta que por fin pudieron terminar. Nate condujo hasta que llegaron a la casa, y la dejó alli, ya que el saldría con sus amigos, mejor para ella.

Entró cansada a su habitación mientras despeinaba su cabello con sus dedos. Pero, una gran caja en sobre su cama llamó su atención. Rápidamente supo de quien venía éste regalo.
Se acercó a éste y pudo notar una nota sobre éste. La tomó entre sus dedos y la leyó detenidamente.

Gina me ayudó a conseguirlo, dijo que te quedaría perfecto y no pude estar más de acuerdo.
Aunque, absolutamente todo te queda.
Espero te guste, muñeca. Vengo por ti a las ocho.
-S. S.

Sofía mordió su labio con una gran sonrisa, estaba ansiosa por ver lo que esa gran caja escondía. Dejó la nota a un lado, y tomó la tapa de la caja, la quitó cuidadosamente y solo pudo ver tela blanca. Se confundió.