𝙄 𝙠𝙣𝙚𝙬 𝙞𝙩!

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Sofia

Josie inmediatamente se alejó de nosotros rápidamente. El aire comenzaba a faltarme, traté de tragar el gran nudo en mi garganta.

—S-Seb... Estamos muertos...— jadeé asustada.

—Sofía, tranquila...— susurró mientras buscaba a Josie con la mirada.

—No, no, no, no... Esto no puede estar pasando. ¿Qué haremos ahora? J-Josie le dirá a todos, me odiaran y t-te odiaran a ti también. No, no... —comencé a hablar más de la cuenta. Sebastián bufó y tomo mis hombros.

—Cálmate ¿Si? Hay que ir a hablar con Josie, vamos.— asintió mientras tomaba mi mano.

—Esto es mi culpa, n-no puedo ser...— susurré.

—Sofía, tranquila.— volvió a bufar y me dirigió hacia la dirección donde Josie había caminado.

La buscamos por básicamente toda la casa, hasta que logramos verla en el jardín trasero. Rápidamente caminamos hacia ella e inconscientemente comencé a hablar.

—J-Josie, sobre lo que viste... Mira, yo realmente quería decirle a Nate sobre lo que estaba pasando entre nosotros.— mi voz temblaba, me costaba trabajo hablar. —Y realmente entiendo s-si le dirás a tu famila, no te culpo. Pero, s-si quieres me voy y puedo...—

—¡Lo sabía!— gritó de repente interrumpiendome.

—¿Qué?— fruncí el ceño.

—Son super obvios, dios.— rió.

—Josie, explicate.— Sebastián la miró extrañado igualmente.

—¿Creen que no notaba las miraditas entre ustedes? O cuando sucedió lo de la pelea con Nate... ¿Donde estaban eh?— sonrió de manera pícara.

—Y-Yo...— sinceramente no sabía que decir. Estaba acabada. Josie le dirá a todos y estaré muerta, genial. He separado a una familia unida, fantástico.

—Josie, se que lo que estamos haciendo esta mal y...— Sebastián comenzó a explicarle pero Josie volvió a interrumpir.

—Si les preocupa que diga algo, no sucederá. Estén tranquilos.— asintió sonriente.

Sebastián y yo nos miramos totalmente confundidos.

—¿Eh?— dijimos al unísono.

Volvió a asentir sonriente.

—Realmente Nate nunca me cayó tan bien, y menos después de lo de Anne...— miró a Sebastián y el levantó una ceja. —Sip, lo se todo.— elevó las cejas.

—Pienso que ustedes se ven mucho mejor juntos.— sonrió ampliamente.

—Sigo sin entender. ¿Cómo es que...?— Sebastián negó.

—¿Cómo es que lo se? ¡Por dios, par de tortolos! Son más obvios que nada. Literalmente. Tu...— me señaló. —Lo miras como si fuera el último hombre de este mundo y tu...— señaló a Sebastián. —La miras como un idiota todo el tiempo.— rodó los ojos con diversión.

ꜱᴏꜰɪᴀ, ʙᴜᴛ ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ ᴄᴀʟʟ ᴍᴇ ꜱᴏꜰɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora