ꜱᴏꜰɪᴀ, ʙᴜᴛ ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ ᴄᴀʟʟ ᴍᴇ ꜱᴏꜰɪ

𝙀𝙭...?

Sofia

Unos suaves toques en mi hombro me despertaron. Fruncí el ceño mientras me sentaba. Mire a la persona que me había despertado y...

—¿Nate?— lo mire confundida.

—Levántate y vístete, bonita.— me sonrió tomando mi mano.

—¿De qué hablas? Son las 2 am, Nate.— fruncí el ceño.

—¡Vamos, confía en mi!— susurró.

Lo miré no muy convencida pero accedí. Me puse lo primero que encontré y Nate me guió fuera de la habitación. Con su dedo me indicó que guardará silencio, lo miré divertida.

—¿A dónde me llevarás?— le susurré mientras caminábamos apresuradamente hacia la puerta.

—Algo surgió con mis amigos de la universidad, así que... Decidí que era buena idea ¿No crees?— me sonrió mientras besaba mi mejilla.

—Okey... Pero para la otra avísame, guapo.— reí mientras subía al auto.

(...)

Salimos del auto y Nate me dirigió a un bar, se escuchaba bastante gente adentro.
Suspiré nerviosa, el lo notó y tomó mi mano. Entramos y el buscó con la mirada a lo que suponía eran sus amigos.

El lugar estaba lleno de gente, había una gran pista, música y bebidas.

—¡Chicos!— Nate sonrió y lo miré rápidamente.

Caminamos hacia un gran grupo de personas, entre ellas pude reconocer a Jean. Supongo que eran amigos.

Absolutamente todos saludaron animadamente a Nate, yo solo sonreía al verlo feliz. Tengo entendido que no los veía hace mucho.

—¿Quién es esta bella mujer?— uno de sus amigos me miró detenidamente. Le sonreí algo incómoda, sentía muchas miradas sobre mi.

—Les presento a mi novia, Sofía.— Nate sonrió.

Me presentó absolutamente a todos y el cansancio por haberme despertado en la madrugada, desapareció. El ambiente era animado y me encantaba ver a Nate tan feliz. Nos sentamos en una mesa, el a mi lado.

Pronto, el comenzó una plática muy animada con Jean. No pude aportar algo a esta animada conversación, ya que pude notar que ellos se conocían hace bastante.
Al principio todo era risas, pero realmente comenzaba a incomodarme ya que no conocía a nadie y Nate solo hablaba con Jean.

—Nate...— susurré pero al parecer Jean dijo algo gracioso ya que comenzó a reír.

Suspiré y me levanté, sin querer llamar su atención. De mi
bolsillo saqué un billete y caminé dispuesta a pedir una botella de agua. Después de pedir la botella, le sonreí al hombre detrás de la barra, me devolvió el gesto.

Mordí mi labio pensando en que excusa usaría para irme. Pero un agarre en mi cintura me sorprendió y me gire rápidamente.

—¿Tu? ¿Qué haces aquí?— fruncí el ceño.

—Vine a la reunión de amigos. La pregunta es, ¿Tú qué haces aquí?— me sonrió mostrando su blanca dentadura.