𝙒𝙝𝙖𝙩 𝙖𝙧𝙚 𝙮𝙤𝙪 𝙙𝙤𝙞𝙣𝙜?

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Omniciente


La pequeña Rosie dormía plácidamente sobre la cama de Sofia mientras ella sostenía a su cachorro canela, sobre sus piernas.
Después de la pelea con Nate, sinceramente no quería hablar con el y decidió esconderse en su habitación.
Rosie había entrado hace media hora, preguntandole a Sofía si podían jugar y ella, simplemente no pudo resistirse.

—Ay Canela...— suspiró mientras acariciaba su cabeza.

El cachorro bostezo y la miró fijamente. Ella sonrió.

—¿Sabes? Aveces quisiera ser un perro, no tienen preocupaciones...— le habló al cachorro como si el le fuera a contestar. Este soltó un pequeño ladrido y ella rió levemente.

Tres toques en la puerta la asustaron medianamente, supuso que era Nate y decidió guardar silencio, hasta qur el se fuera.

Segundos después, otros toques...

—Sofi, soy yo...— la voz ronca de Sebastián sonó detrás de la puerta.

Sofia mordió su labio nerviosa, pero accedió a dejarlo entrar.

—Pasa...— alzó la voz.

La puerta se abrió, dejando ver al castaño sonriente mientras miraba a Sofía acariciando al cachorro.
Sofía le indicó con su dedo índice que guardara silencio, mientras señalaba a Rosie, que aún seguía dormida.

Sebastián asintió y  cerró la puerta lentamente. Se acercó a ella y se sentó en su cama, frente a ella.

—¿Qué necesitas?— Sofia susurró, sintiendo como Canela lamia sus manos con persistencia.

—Nada.— respondió despreocupado.

Sofia elevó una ceja.

—Seb...—

—Si te preocupa que Nate nos vea, tranquilizate. Salió.— sonrió de lado.

Sofia suspiró recordando lo que había pasado horas atrás.

—Y... ¿Cómo estás?— el castaño preguntó mientras recargada su peso en su hombro, recostandose en la cama.

—¿Confundida...? No lo se.— soltó una risa cansada.

El asintió lentamente.

—Oye...— Sofia llamó su atención, acomodándose mejor en la cama.

—Dime— la miró atento y ella sonrió con tal gesto.

—Quiero que seas sincero conmigo... ¿Si?— sonrió nerviosa y el asintió, no pudiendo evitar una sonrisa al verla hacer ese tierno gesto.

—¿Tu por qué crees que Nate no me haya dicho sobre Jean?— ladeó la cabeza.

Sebastian abrió sus ojos mientras mordía su labio, poniendo nerviosa a Sofía. En el fondo, sabía cual era la respuesta, pero se negaba a aceptarla...

—¿Muy sincero contigo?— el hizo una mueca.

—Muy.— afirmó.

ꜱᴏꜰɪᴀ, ʙᴜᴛ ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ ᴄᴀʟʟ ᴍᴇ ꜱᴏꜰɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora