ꜱᴏꜰɪᴀ, ʙᴜᴛ ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ ᴄᴀʟʟ ᴍᴇ ꜱᴏꜰɪ

𝙈𝙮 𝙎𝙤𝙛𝙞

Sofía

Dejé el dibujo a un lado, con cuidado de no arrugarlo. Guardé mis lápices y agradecí internamente haberlo terminado rápido. No suelo tardarme mucho cuando los hago a lápiz.

Y también agradecía, ya que no me gusta que me vean mientras pinto o dibujo. Es como si los ojos que me miraban me hicieran perder el control en mis dedos. Y menos si él es el que me esta viendo, específicamente.

Lo guardé con cuidado en un folder, se lo daría después.

—¿Estas lista, bonita?—Nate entró a la habitación sonriente

—Ah, si...— asentí y tomé mi bolso junto con el dibujo, no estaba segura si lo vería, así que decidí llevarlo.

—¿Qué es eso?— señaló el folder.

—Ah... U-Un dibujo.— sonreí.

—¿Puedo verlo?— sonrió ampliamente tratando de quitar el dibujo de mis manos.

—N-No, no... Es... Secreto.— traté de sonreír.

Accedió sin ningún problema. El sabía perfectamente que cuando hablamos de mis dibujos, soy muy exigente.

—Bien, vámonos. No están esperando afuera.—

Realmente no se a donde iríamos, solo accedí para que no sospechara nada. De veras que deseaba decirle todo, pero simplemente no sabía como. Quería hacerlo por el, ya no puedo seguirle mintiendo así. Igualmente quería decircelo por Sebastián, el tampoco merece esto.

Me parece totalmente dulce, ya que el no me presiona para nada, pero aún asi, tengo que decirle.

Subimos al auto, al parecer iríamos al salon donde "celebraríamos" la boda.
Bajamos y Nate tomó mi brazo, dirigiéndome por todo el lugar.

—Mira, aquí entraras tu con el hermoso vestido que te compraré. Y llegaras hasta aca...— señaló mientras me guiaba.

—¿Que no se supone que eso se hace en una iglesia?— traté de sonreír.

—Es mejor aca, más espacioso. Después de ello, la fiesta comenzará y tu y yo iremos a cambiarnos...— susurró mientra tomaba mi cintura y comenzaba a besar mi cuello. —Y podremos divertirnos un poco, hasta que la fiesta comience...—

Reí con incomodidad y lo separé ligeramente de mi.

—Están los demás...— asentí aun con incomodidad.

—¿Cuando llegamos podremos... Quizá...? No se, ¿Estar solos un momento?— mordió su labio.

Espera ¿Qué?

—N-Nate no creo que sea buena ide...—

—Bonita, no me has tocado desde que llegamos aquí...— susurró frustrado mientras comenzaba a besar mi mejilla.

¿Será porque ya no me siento atraída por ti y no tengo ningún deseo de estar contigo, ya que estoy cayendo poco a poco por tu primo que es mucho más guapo que tu? Tal vez.

—Nate, estamos con tu familia y n-no es apropiado...—

—Esta bien, pero realmente extraño estar contigo...— sonrió mordiendo su labio.

Sonará algo tonto, pero cuando alguien más muerde su labio de esa manera y ese alguien no es Sebastián, no me atrae para nada. Tonto, lo se.

—Mejor, sígueme explicando como estará la fiesta.— fingí interés y asintió emocionado. Que mal me siento.