𝙄 𝙘𝙖𝙣'𝙩 𝙙𝙤 𝙩𝙝𝙞𝙨

663 60 22
                                    



Sebastián

Todo el maldito día he estado en mi casa. Aunque era mi propio hogar, me sentía incómodo, ya que la mayoría de las veces estaba en casa de Lilian con los demás. Se sentía bastante sola y era algo estresante, siendo sincero.

No tenía a otro lugar a donde ir, ni si quiera podía ir con Gina. Necesitaba estar solo un momento, para pensar bien las cosas. Anne realmente me dejó pensando en todo aquello que mencionó, y n9 tarde mucho en entender que tenía razón.
Sofía siempre estaba nerviosa y ansiosa cuando estaba conmigo, y no estaba feliz. Eso era lo que menos quería.

No me detuve un momento en pensar lo que pasará cuando todos se enteren. ¿A mi? Me veran de nuevo como un aprovechado y traidor, como si me importara. Pero ¿A Sofía? No creo poder soportar verla tan mal, y todo por mi culpa.
Estaba tan sumido en el pensamiento de estar con ella de una vez por todas, sin escondernos, que ni siquiera pensé en lo que ella sintiera.
No me gusta suponerlo, pero lamentablemente, pienso que Sofía se siente tan presionada con todo esto.

Lo que dijeran de mi dejó de importarme hace mucho. Me acostumbre a las malas miradas o murmullos sobre mi y mi familia, pero Sofía, ella realmente había sido un amor con todos y que todo ésto pase de repente, será nada bueno.

Me fue bastante difícil ignorar las llamadas y mensajes de Sofía. Me hacía sentir feliz que ella estuviera preocupada por mi, pero no creo que sea buena idea hablar con ella ahora. Luchaba con el deseo de contestarle, pero no puedo. No ahora.

Pero decidí escuchar el mensaje que me había dejado.

Hola, Seb...— sonreí al escuchar su voz. —Solo, quería saber como estabas, y es que no te vi en todo el día y me preocupé un poco. Incluso llamé a Gina, lo se. Muy intensa pero...

Es simplemente dulce, joder.

Realmente te extraño y se me hizo raro no tenerte cerca esta vez. Si escuchas esto, por favor, llama de vuelta. Me preocupas. Adios y... Te quiero.


Al escuchar la última frase, el corazón se me estrujo.

Creo que no fue buena idea escucharlo, ya que solo aumentó mis ganas de verla de nuevo. Mierda.
Mi teléfono comenzó a sonar de repente, era Gina.

Suspiré cansado y dejé que siguiera sonando. Ya que dejó de hacerlo, suspiré más tranquilo. Pero, volvió a sonar y suspiré frustrado.

—¿Qué?— respondí cansado.

—¿Qué mierda, Sebastián? ¿Dónde estás?—

—Gina, ahora no...— la cabeza comenzó a dolerme ligeramente.

—Si idiota. Ahora si.— se escuchaba bastante molesta. —¿Dónde malditas estás? Sofía te ha buscado todo el día de ayer y hoy en la mañana. Incluso me llamó preocupada y le dije que este tranquila. Pero... Dime ¿Debería preocuparse?—

—Gina, quiero estar solo. Solo es eso.— respondí cansado, mientras masajeaba mi cien.

—¿Qué te sucede? Odias estar solo.—

Esta rubia me conoce muy bien, maldita sea.

—¿Sebastián?— volvió a preguntar y no respondí. —¿Qué pasó? Habla.—

Suspiré, ni tenía otra alternativa. Tenía que contarle.

—H-Hablé con Anne y... Dijo algunas cosas que me dejaron pensando.— confesé con cierta vergüenza.

ꜱᴏꜰɪᴀ, ʙᴜᴛ ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ ᴄᴀʟʟ ᴍᴇ ꜱᴏꜰɪWhere stories live. Discover now