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—¿Entendiste?

—Lo hice, sí— le aseguré a Bang.

—¿Estás seguro?

—Lo estoy.

—Necesito que, te asegures que el socio llegue con bien a la empresa, no quiero que hagas otras cosas más que, velar por su bienestar, ¿entendido?

—Sí. Lo haré sentir tan bien que me extrañará cuando se vaya— sonreí.

Bang frunció el ceño.

—Evita sonreír de esa manera cuando estés con el socio.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Me veo mal? — pregunté ofendido.

—...

De pronto, la puerta fue abierta y entró la castaña.

—Jefe, tengo algunos asuntos que debe atender y que son de suma importancia.

—Puedes retirarte— me dijo Bang.

—Con permiso— hice una reverencia y salí de la oficina.

Entré al elevador y oprimí el botón con el número uno; debo de ir a asegurarme que todo está en perfectas condiciones en el hotel pues llegará un socio de suma importancia y Bang quiere que todo este perfecto. Las puertas del elevador se abrieron y caminé hacia las puertas de la empresa.

Supongo que todo saldrá bien, de lo contrario, mi jefe podría tener demasiados problemas y no deseo eso. "Además, ¿qué tan difícil es mantener a una persona totalmente satisfecha? ¡Es pan comido!", pensé.



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—Estoy completamente seguro de que, has leído el contenido de esos documentos de suma importancia que te confió Bang, ¿cierto? — mi padre me interceptó tan pronto bajé del taxi. ¿Qué le pasa a ese hombre? Me parece demasiado extraño que sea tan insistente en ese tema.

—Ah, claro. Los documentos son sobre el socio que llega esta noche— hice una pausa y miré el reloj. —Por cierto, debo de ir por el socio al aeropuerto.

—¿Solo eso? — frunció el ceño.

—Es correcto. Necesito volver al trabajo, ¿podemos hablar después, padre?

—Claro, nos veremos más noche.

Salí prácticamente corriendo de la mansión y tomé un taxi para ir directamente a la empresa pues debo de ir a encontrarme con el hombre que será el chofer del socio. Ni siquiera me he encontrado con ese hombre y ya siento demasiada presión por hacerle sentir lo más cómodo posible.

Tan pronto llegué a la empresa, me subí a la camioneta de lujo que esperaba por mí y nos embarcamos directamente al aeropuerto que se encuentra a media hora de camino; durante el trayecto a mi destino, me aseguré de que el hospedaje, comida y todo eso, se encontrara bajo orden pues no quiero sorpresas amargas.

—Señor, hemos llegado— anunció el chofer.

Me bajé de la camioneta y caminé directamente hacia la terminal en donde llegará el socio, al parecer, ha viajado en una clase elite pues no hay demasiada gente y la que he visto salir, viste ropa muy elegante y costosa.

De pronto, apareció frente a mi campo de visión un atractivo hombre que caminaba con completa confianza hacia mí; detrás de él, se encuentran cinco hombres que, al parecer, son quienes lo mantienen seguro en todo momento. El atuendo que viste el socio de Bang, consiste en un saco, pantalón, chaleco y corbata color negro, su camisa es color blanco y al parecer, se ha aflojado un poco la corbata y ha abierto los primeros dos botones de su camisa; eso no es todo, su cabello color purpura está perfectamente peinado y se ha puesto una boina color negro que le hace ver mucho más atractivo.

—¿Lee Minho? — preguntó tan pronto se detuvo frente a mí. Asentí con la cabeza a modo de respuesta pues me he quedado sin habla. —¿Eres mudo?

—No... — murmuré. "Solamente me he quedado apreciando su belleza durante unos momentos, ¿qué hay de malo con ello?", pensé. —Es un placer conocerle Sr. Kim, el Sr. Bang lo está esperando para cenar.

—¿Y que estamos esperando?

—Lo siento... — sonreí. El chico me sonrió de regreso y dijo—: Bonita sonrisa.

¿Por qué caigo tan fácil ante esos hombres apetecibles, atractivos y poderosos?

—Gracias.

—Eres un omega, ¿cierto?

Sin poder evitarlo, rodé los ojos al escuchar esa pregunta-afirmación que ha arruinado por completo mi momento de apreciación hacia su persona.

—Oye, no es para tanto— se rio —No puedo negar que eres un omega muy lindo, no es fácil encontrarse con chicos como tú. Además, hace unos momentos atrás me estabas comiendo con la mirada, ¿y te molesta que te pregunte si eres un omega?

—No, yo no hice eso— mentí.

—¿Por qué te has sonrojado?

—No hablemos de tonterías, es mejor que vayamos directamente al restaurante— dije con tono serio.

—Me parece bien.

Kim caminó a mi lado derecho con paso seguro y frente en alto, su gran confianza me hace sentir demasiado pequeño a su lado y no puedo ignorar el inmenso deseo que siento por algún día lograr tener más seguridad. El resto de los hombres caminaron detrás de nosotros en completo silencio mientras miraban atentamente alrededor.

Abrí la puerta para Kim de la camioneta y este, se subió no sin antes decirle a sus hombres la ubicación del restaurante que me había preguntado hace unos momentos atrás; los gorilas asintieron y subieron a otros dos autos que esperaban por ellos y que, han sido alquilados por Kim.

Durante el trayecto al restaurante, Kim pasó los minutos enviando mensajes y haciendo llamadas pues al parecer, tiene demasiadas cosas que atender. Es un hombre apuesto, trabajador, confiado y directo, me agrada. La camioneta se detuvo frente al lujoso restaurante y el chofer abrió la puerta para nosotros, nos bajamos y caminamos hacia el interior del local.

—Sr. Bang, he traído al Sr. Kim— le informé tan pronto nos detuvimos frente a él.

—Gracias.

—¿Necesita algo más?

—Quédate a cenar con nosotros— pidió, casi ordenó Kim al escuchar mi pregunta que era dirigida hacia mi jefe, no a él.

Bang miró hacia Kim y después se encontró con mi mirada y dijo—: Minho, ¿podrías quedarte a cenar con nosotros?

—Claro, no tengo nada mejor que hacer— me encogí de hombros y sentí que, no debí de haber aceptado tan prono miré a Bang sonreír de lado, eso suele hacer cuando está frustrado.

¡𝙽𝚘 𝚜𝚘𝚢 𝚞𝚗 𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊! 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘 Where stories live. Discover now