¡𝙽𝚘 𝚜𝚘𝚢 𝚞𝚗 𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊! 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

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Bang abrió la puerta y no dudé ni un solo segundo en abrazarlo con fuerza, como si no lo hubiese visto en años. No sé exactamente porque me sucede esto con él, sin embargo, confío en que, es algo que aparece pues soy mitad omega y tengo el deseo de sentirme protegido, amado y querido por mi alfa. Mi padre me ha dejado en claro que, no podré ser un omega por completo, pero eso no lo tiene porque saber Bang, al menos, no por ahora.

Comencé a plantar pequeños besos por todo su rostro y Bang soltó una risita muy hipnotizante que me hizo sentir extremadamente feliz y por un momento, olvidé por completo la mierda de vida que estoy llevando. 

—Podría acostumbrarme a tus tiernos saludos cada vez que nos encontremos— dijo —Bebé, será mejor que tomes asiento.

De mala gana, me alejé de él y caminé hasta el sillón que espera por ambos. La situación en la que me encuentro, cada vez se va convirtiendo en una maldita pesadilla que no duda en recordarme las malas decisiones que he tomado con el único objetivo de obtener el amor incondicional de Christopher Bang.

—¿Has hablado con Jeongin? — le pregunté tan pronto tomamos asiento. Bang colocó su brazo sobre mis hombros y negó con la cabeza a modo de respuesta. —Deberías hacerlo. Él necesita de su padre en estos momentos.

—¿Sucedió algo? — enarcó la ceja tras encontrarse con mi mirada.

—Será mejor que hables con él, ya sabes, es momento en que, le dejes en claro los peligros y buenos momentos que comenzará a presenciar ahora que está a punto de... ¿encontrar su pareja?

—Me agrada que te preocupes por él— Bang me dio un tierno pellizco en mi nariz. —Hablaré con Innie esta noche— aseguró —Por ahora, ¿por qué no mejor hablamos de nosotros?

Una ligera incomodidad recorrió mi cuerpo y no supe exactamente el motivo.

—¿De qué quieres hablar?

—Minho, debo encontrarme con tus padres, no podemos simplemente ignorarlos... — dejé de prestar atención a sus palabras pues recordé el día que le arrebaté la vida a cada uno de ellos con el único objetivo de encontrarme con la libertad, claramente, no le puedo contar eso a Bang porque me daría la espalda sin pensarlo. —¿Qué dices? — me encontré con su mirada e intenté no dejar en claro la obvia preocupación que ha inundado mi ser. —¿Sucede algo, Minho? — preguntó con voz cálida.

—Claro que no— mentí —Será mejor que hablemos con ellos después, por ahora, debo volver a casa— me levanté rápidamente del sillón y sin mirar atrás, salí del despacho de Bang. Ni siquiera me despedí como tanto había deseado pues en estos momentos, no tengo cabeza para fingir que todo está perfecto cuando realmente, es todo lo contrario.

De pronto, recordé la apuesta que he hecho con el verdadero Minho lobuno y me sentí tan patético. Sus palabras han sido claras y directas: «Yo muero si no tengo razón. Tú continuarás viviendo mi vida si tienes razón y nadie, se enterará del cambio que hubo. ¿Qué dices?».

Tan pronto salió Minho del despacho, Bang sonrió abiertamente y miró hacia la puerta que había sido cerrada por el pelinegro, no cabe duda que, el plan está saliendo a la perfección y eso, le agrada demasiado.

Tanto Minho, como Bang, ignoraban por completo que, ambos estaban siendo envueltos en una peligrosa situación que posiblemente arruinaría el poco avance que habían logrado obtener, sin embargo, nadie ni nada, podría detener lo que estaba a punto de suceder.  

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—¿Qué pasará ahora? — preguntó el hombre de traje tras tomar asiento.

—Dejemos que las cosas fluyan— respondió el otro hombre —, no me gustaría intervenir ahora mismo pues todo está saliendo de maravilla. Ahora, considero que, tu deberías de comenzar con tu parte, ¿no lo crees?

—Trabajo en eso— aseguró.

—¿Estás seguro?

—Claro, sin embargo, es realmente difícil aparecer por arte de magia frente a esa persona dado que, no tenemos un círculo social en común, ya sabes, amigos y esas cosas— se encogió de hombros. —Lo mejor será ir directamente a él.

—Recuerda que no tenemos demasiado tiempo— dijo el hombre tras acomodar sus gafas de montura cuadrada. 

—Lo tengo muy presente.

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Bang había decidido hacer una pequeña reunión en su mansión para poder relajarse un poco pues ha tenido demasiado trabajo y asuntos personales que arreglar sin quedarse con un poco de tiempo para disfrutar la vida.

—Señor Bang, sus invitados han llegado— anunció Song tan pronto entró en la sala de estar seguida de los chicos ruidosos que no han dejado de gritar y de decir tonterías.

—Gracias, te puedes retirar.

La mujer salió de la sala de estar y miré hacia mis amigos que están hablando sobre teorías extrañas que no tienen sentido para mí.

—Bang— habló Jisung tan pronto tomó asiento —¿Crees que, pueda haber algo que convierta a humanos comunes en lobos?

—¿Qué dices? — fruncí el ceño.

—Kim no ha dejado de decir que, posiblemente exista un tratamiento que logre modificar los genes de un humano común para convertirlo en un lobo— explicó.

Me giré hacia el antes mencionado. —¿De dónde sacaste eso?

—Internet— se encogió de hombros —La tecnología ha avanzado demasiado, es por ello que, creo que puede ser cierto.

—Nunca había pensado en la manipulación de genes— admití —No puedo negar que parece muy interesante.

—¿Guardaste la página? — le preguntó Han.

Seungmin se dio un ligero golpe en la frente. —No.

—Eres un idiota— murmuró Han.

—Dejemos esas cosas para otra ocasión, por ahora, hablemos sobre temas divertidos— propuse.

—Eres el dueño de la casa, así que, tu pon las reglas— habló Kim.

Comenzamos a hablar sobre tonterías sin sentido, pero que nos hacen reír demasiado y así transcurrieron las horas entre bromas, risas y cervezas, hasta que, sucedió algo muy extraño que nunca había creído posible.

Seungmin dejó de hablar y comenzó a olfatear el aire, Jisung y yo, lo miramos con curiosidad dado que, nunca se había comportado tan extraño, o al menos, no frente a nosotros.

—Huele a cereza— dijo tras encontrarse con mi mirada.

—¿Cereza? ¿Estás loco? — se burló Han después de olfatear el aire al igual que Kim.

—¿Cereza?... lo único que huele así es... — me quedé en completo silencio al entender la situación.