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—¡No puedo caminar! — chillé —Me duele todo— hice un tierno puchero que Bang no pasó por alto.

—¿Qué demonios quieres que haga, Minho? — frotó su sien para alejar el estrés que está embargando por completo su cuerpo.

—¡No me hables con ese tono! — sollocé.

—No, no, tranquilo— dijo con voz suave tras darme un ligero golpecito en la nariz. —Te llevaré en mi espalda, ¿qué dices?

Negué con la cabeza. —No es suficiente, ¡cárgame como princesa!

Sé que estoy siendo demasiado inmaduro y aprovechado, pero no es momento para pensar en eso pues lo que más deseo es ser el completo centro de atención de Christopher Bang y sinceramente, no tengo ni la menor idea de sentirme altamente necesitado de su atención.

Bang suspiró y asintió con la cabeza a modo de respuesta, me desabrochó el cinturón de seguridad y me tomó en sus brazos para cargarme como si fuera una maldita princesa de Disney; sentir sus brazos sujetarme con fuerza, me hace creer que estoy en el cielo pues me siento demasiado cómodo, en paz y me siento amado.

Me aseguré de tener mi nariz lo más cercano posible al cuello de Bang y sonreí con satisfacción al inhalar su aroma que considero especial. Después de unos minutos, fui recostado en una cómoda y enorme cama que, al parecer, es de Bang pues su aroma está por doquier.

"He llegado al maldito infierno pues siento que me estoy quemando gracias a la necesidad que está corriendo por mi cuerpo y estoy más que dispuesto a quedarme aquí para siempre sin importa lo que tenga que suceder para lograrlo", me dije a mi mismo.

—Iré a tomar una ducha— anunció Bang.

Abrí los ojos y salté de la cama. —¡Llévame contigo!

—¿Qué? ¡Claro que no!

—¿Por qué no? — pregunté —¿Qué hay de malo? Ambos somos hombres, tenemos lo mismo... aunque posiblemente sean diferentes proporciones, pero sigue siendo lo mismo— me encogí de hombros.

—Lo mejor será que descanses un poco— me aconsejó.

—Podemos descansar tomando un baño. Juntos.

—Estoy seguro que no quieres un simple baño.

—Me conoces tan bien— me reí —Quiero algo más que un baño, así es.

—Minho...

—¡Quiero que me mimes! — lo interrumpí.

—Está bien, me quedaré contigo en la cama— me tomó de la mano y me llevó hasta el colchón y me ayudó a recostarme. —Tienes que dormir.

Cerré mis ojos tan pronto sentí los ligeros masajes en mi cabeza, al parecer, ese tonto movimiento me hace sentir tan relajado. Todo esto es una completa farsa, sin embargo, siento como si algo dentro de mí, se encontrara demasiado feliz al estar teniendo la completa atención de ese hombre. No sabía que tenía la inmensa necesidad de sentir el contacto físico con Bang hasta estos momentos y estoy seguro que, no podré parar con facilidad.

—Necesito de tu ayuda— murmuré.

—¿Ayuda? ¿Para qué? — frunció el ceño.

—Aquí— tomé su mano y la llevé hasta mi entrepierna, Bang intentó alejarla, pero ejercí más fuerza y le dije—: ayúdame.

—No puedo...

—¿Por qué no?

—...

—¿No soy lo suficiente atractivo? 

De pronto, Christopher deslizó su mano por debajo de mi camisa y sobó mi suave espalda que se arqueó tan pronto sintió el contacto.

Había leído en aquel libro que, los omegas en celo requieren de ciertas atenciones especiales y estaba más que dispuesto a llevar a Bang hasta lo más profundo de su trampa para crearle una necesidad con nombre y apellido: Lee Minho.

—Se siente tan bien— murmuré contra el cuello de Bang. —, aun así, debes de esforzarte un poco más.

Sin previo aviso, Bang llevó una mano hacia mi caja torácica y pellizcó ligeramente el pezón y la respuesta que le di, fue—: Hazlo otra vez.

Acarició nuevamente el pezón de Minho y este, se endureció.

—Me gusta— murmuré. 

Bang miró el pecho desnudo de Minho por un momento y no pudo evitar pensar que es sumamente suave y llamativo. Jugó con los pezones duros del chiquillo sin hacer nada más que eso y observó como Minho se desmoronaba ante cada toque. La vista que tiene Bang en esos momentos es realmente fascinante, pues tiene a Minho frente a él mostrando un atractivo y tierno rubor que se ha extendido por todo su rostro y sus labios se abrieron mientras respiraba inestablemente.

—¿Puedes hacer algo más, Christopher?

Bang levantó al pelinegro, poniéndolo a horcajadas sobre su regazo para que el pecho del atractivo chiquillo estuviera más cerca de su boca. Él inclinó la cabeza y se llevó un pequeño pezón a la boca; Minho gimió y sus dedos se enterraron en el cabello de su jefe.

—Más— pidió.

Christopher obedeció sin oponerse. Chupó y lamió los pezones de Minho, alternando entre ellos y sintió a Minho sacudirse, los gemidos bajos del chiquillo es el único sonido en la habitación y esto, le hace perder la cordura por completo.

Minho no pudo evitar contenerse más y se corrió. No puede negar que, el trabajo que ha hecho su jefe con sus pezones ha sido increíble y le encantaría repetirlo una y otra vez.

"Al final de cuentas, no es tan malo ser un omega", pensó.

—Hueles tan bien— murmuré tan pronto fui puesto en libertad.

Bang soltó una risita. —Puedo darte mi perfume.

—No estoy hablando de eso— me reí —Ylang Ylang, es tu aroma muy deliciosa y fortificante para mí— admití sin abrir los ojos, sin embargo, sentí que el cuerpo de Bang se tensó y tuve el presentimiento de que había cometido un grave error al decir eso.

—Será mejor que duermas— dijo tras dejarme en libertad. Se levantó de la cama y escuché una puerta cerrarse.

Abrí los ojos y me encontré con la habitación a oscuras.

—Efectivamente, ese hombre no estará dispuesto a caer ante mis encantos— dije con voz apagada.



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—No quiero ser entrometido, pero, ¿tuviste sexo con mi padre anoche?

—No seas desvergonzado, Jeongin. No deberías de hacerme esa clase de preguntas— le reprendí.

—Vaya, ya pareces mi madre— se rio.

—Por cierto, ¿en dónde está tu padre?

—Él se quedó a dormir en una habitación de huéspedes, seguramente no pudiste satisfacer sus necesidades...

—¡Jeongin! — le interrumpí. —No digas eso.

—Entonces, ¿qué sucedió? ¿por qué pelearon?

—No peleamos y, no sucedió nada.

—¿Seguro?

—Claro. Me tengo que ir.

—¿Por qué no esperas a que mi padre...?

—¡Adiós! — salí corriendo de la elegante mansión con un solo objetivo en mente: huir.

¡𝙽𝚘 𝚜𝚘𝚢 𝚞𝚗 𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊! 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘 Where stories live. Discover now