¡𝙽𝚘 𝚜𝚘𝚢 𝚞𝚗 𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊! 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

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—¿Estás seguro? — me preguntó el hombre tan pronto me bajé del auto para encontrarme con él en medio de una avenida poco transitada.

—Acaso, ¿crees que estoy bromeando? — enarqué la ceja.

—No, claro que no— respondió —En ese caso, iniciemos con el plan.

—Perfecto. No olvides que, todo debe parecer demasiado natural para evitar sospechas, ¿lo entiendes? — el hombre asintió con la cabeza a modo de respuesta. —Manos a la obra.

Seoho se posó frente a sus hombres y les dio las indicaciones e instrucciones para llevar a cabo la primera parte de mi maravilloso plan que me hace sonreír cada vez que pienso en los resultados que me llevarán directamente a la cima del éxito.

Sinceramente, no sé porque tengo la sensación de que, soy altamente poderoso en estos momentos y nada, ni nadie podrá detenerme a menos que yo lo decida; es sumamente extraño, pero es como si algo o alguien me poseyera por completo y tomara control de mi mente y cuerpo.

—Señor Lee, estamos listos— me informó Seoho.

Miré el reloj y sonreí. —Es hora de iniciar con el show.

Los hombres de Seoho asintieron e hicieron una reverencia para dar inicio con sus respectivos mandatos.

Uno de los hombres, se llevó mi auto para evitar dejar evidencia alguna de lo que está a punto de suceder; el resto, tomaron sus respectivos lugares y me oculté entre unos arbustos que se encuentran a unos cuantos metros de la avenida solitaria y esperé con paciencia la llegada de cierta persona que detesto tanto.

La camioneta de lujo se detuvo abruptamente tan pronto se encontró con un auto estorbando en medio de la avenida, el chofer se bajó a inspeccionar los daños que habían sido ocasionados por el golpe que le ha dado al auto. Miré al bastardo que se encuentra hablando por celular en el interior de la camioneta y asentí hacia Seoho, él asintió de regreso e hizo una discreta señal con la mano.

Uno de los trabajadores de Seoho, sacó su arma y le apuntó al chofer, sin pensarlo dos veces, detonó el arma y el cuerpo del hombre cayó al suelo, sin vida. Salí de mi escondite y caminé directamente hacia la puerta de la camioneta de lujo, el resto de los hombres, se aseguraron de que el bastardo no huyera.

Seoho caminó detrás de mí a paso lento y tras detenerme frente a la puerta, otro hombre la abrió para mí y sonreí abiertamente al encontrarme con la mirada cubierta en temor del maldito bastardo.

—Tu final ha llegado, grandísimo hijo de perra— solté con desprecio.

—¿De qué hablas? — preguntó tras unos segundos de completo silencio. Su respiración se ha vuelto tan irregular que parece propenso a un ataque cardiaco en cualquier momento y eso, me gusta demasiado porque me deja en claro que yo, tengo el completo poder.

—No te hagas el desentendido— bufé —Bájenlo— le ordené a dos hombres que no dudaron ni un solo segundo en acatar mi orden y lo bajaron con fuerza de la camioneta. Chasqueé los dedos y lo pusieron de rodillas frente a mí. —Estoy harto de tus burlas, es momento de darle punto final al imbécil que me jodió la vida por completo— sonreí abiertamente, extendí la mano derecha hacia Seoho y él, me entregó un arma. —¿Cuáles son tus últimas palabras, pedazo de mierda? — pregunté mientras le quitaba el seguro al arma.

—Vete al infierno jodido hijo de puta— soltó con desprecio el hombre tras escupirme.

—En ese caso, nos encontraremos allá— dije tras detonar el arma logrando dejar un gran agujero en su frente que me dejó más que claro la muerte del bastardo. El cuerpo cayó sin vida sobre una alfombra color rojo carmesí y tras entregar el arma a Seoho, me quité los guantes y los guardé en una bolsa oscura que me fue puesta a disipación por otro de mis hombres. —Limpien todo, asegúrense de no dejar una sola pista del verdadero culpable, ¿entendido? — miré hacia Seoho.

—Claro, señor Lee. Puede irse tranquilo, nosotros nos encargaremos de todo esto— me aseguró.

Llegó otro hombre con mi auto y tras bajarse, me subí y comencé a conducir.

—Nunca más te aprovecharás de otro inocente, maldito bastardo— dije entre dientes.

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Caminé a paso lento hacia la mesa en donde espera por mí un hombre que porta un traje hecho a la medida que lo hace ver mucho más atractivo de lo normal. No puedo negar que, dentro de este mundo, todos son altamente guapos y todas, son muy hermosas.

Tomé asiento frente al hombre y pedí un vodka a la mesera, la mujer asintió y se fue rápidamente por mi bebida.

—¿Qué pasa? — arrastré la mirada hacia el hombre. —¿Ahora que tienes en mente? ¿Planeas joderme?

—¿Por qué lo haría? ¿No tienes suficiente con la vida de mierda que estás llevando?

—Excelente respuesta— reí —Gracias— le dije a la mujer que ha dejado el vodka sobre la mesa. —¿Para qué querías verme?

—Minho, tengo algunas cosas que decirte y espero que, no lo tomes a mal.

—¿Tomarlo a mal? — me relamí los labios —No me predispongas, mejor dime lo que tengas que decirme y listo.

—Sé perfectamente que no eres del todo un omega, sin embargo, no le he dicho esto a nadie porque no quiero arruinar lo poco que has logrado— dijo con seriedad. No puedo negar que, me siento demasiado malhumorado al enterarme de esto, sin embargo, decido dejarlo continuar hasta el final. —Fuiste sometido a una peligrosa cirugía y tus genes fueron manipulados hasta obtener la perfección, pero parece que, no se logró la conversión a omega por completo y eso, te ha generado muchos más problemas de los que ya tenías sin siquiera saberlo. ¿O me equivoco?

—Vas bien, continua— le pedí.

—¿Sabes por qué continúan teniendo con vida al verdadero Lee Minho? — negué con la cabeza a modo de respuesta, él continuó hablando—: Es porque están haciendo uso de sus genes para poder mantenerte con vida, ¿no te parece eso una completa crueldad?

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• Lee Seo Ho [Oneus]: