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—¿Qué haces aquí? — me preguntó el hombre sin ocultar el tono de sorpresa en su voz. No es el único que se ha sorprendido a causa de la presencia del otro, al parecer, ambos nos encontramos muy conmocionados en estos momentos.

—Tengo la misma pregunta— admití. —¿Cómo es que llegaste aquí?

—Es una larga historia...

—Estoy dispuesto a escucharla— le interrumpí. —Necesito saber lo que sucedió contigo.

—Hijo... pasaron tantas cosas— dijo tras tomar asiento, imité su acción y lo miré con atención. —Tu madre encontró al verdadero amor de su vida y me dejó de lado, a pesar de que intenté hacerla feliz, no tuve éxito y decidí aceptar la cruel derrota. Una tarde, me llamaron y me pidieron formar parte de este lugar— sonrió con amargura —No dudé en aceptar pues tu madre me dijo que, si no me iba de casa, ella se aseguraría de ponerte en mi contra en base a mentiras y también me aseguró que te dañaría físicamente, es por eso, que hui y sé que no debí de haberlo hecho...

—Esa mujer está loca— le interrumpí, otra vez. —, desde que contrajo matrimonio con ese bastardo, no ha dejado de hacer cosas sin sentido.

—Tienes razón— concordó.

—Padre, ¿sabes que sucedió conmigo?

—¿De qué hablas?

—Fui atropellado durante una madrugada, estaba lo suficiente ebrio como para entender al cien lo que había sucedido, sin embargo, estaba seguro de que había muerto... — hice una corta pausa para tomar aire. —Y, de pronto desperté en este mundo totalmente ajeno al que yo conocía.

La expresión de mi padre se volvió tensa, se levantó de la silla y caminó hacia mí.

Se posó detrás de mí y dijo—: Tengo que comprobar algo.

Asentí con la cabeza a modo de respuesta y mi padre colocó su dedo pulgar e índice en la parte trasera de mi oreja y sentí una ligera descarga eléctrica.

—No puede ser— murmuró.

—¿Pasa algo?

—Hijo— alejó su mano y se posó frente a mí. —¿Cómo lo puedo explicar?

—¿Qué es? ¿Qué pasa? — no puedo negar que me siento ligeramente temeroso pues la expresión de mi padre me deja muy en claro que algo está mal.

—Moriste.

El mundo se detuvo tan pronto escuché a mi padre decir eso. Una fuerte opresión se hizo presente en mi corazón y me sentí helado, como si toda la sangre hubiera sido drenada de mi cuerpo; sin evitarlo, comencé a llorar, ¿qué demonios está mal conmigo? ¿por qué debo sufrir tanto?

Sabía que algo andaba mal desde que llegué a este lugar, pero sinceramente, no creía que fuera algo tan difícil de creer y asimilar, ¿cómo es posible que haya muerto? ¿cómo es posible que continúe en este lugar, si morí?

—¿Qué hicieron conmigo? — pregunté tan pronto limpié mis lágrimas con el dorso de mi mano.

Mi padre tomó asiento nuevamente y tras suspirar, dijo—: Aquella madrugada, moriste a causa del golpe en tu cabeza, sin embargo, lograron someterte a una cirugía de alto nivel de mortalidad y mira, lograste obtener éxito. Esa cirugía consiste en transformar un humano común a un lobo, al parecer, hubo un ligero fallo con tu genética ya que, usaron los mismos genes del verdadero dueño de esta vida y los implantaron en ti, es por ello que, eres un omega recesivo, al igual que él otro chico— explicó —Eres como su réplica a gran escala que está aquí para cumplir con un objetivo.

—¿Puedo salir de esto?

—No, no puedes. La única manera es, morir y no creo que desees eso, ¿o sí?

—Me dijeron que tú fuiste el inventor de esas cirugías y esas cosas.

—Es correcto, pero no existe la forma para la regresión del proceso que, en tu caso, ya ha sido cien por ciento aprobado por tus genes. No hay vuelta atrás, eres un omega y necesitarás de un alfa dominante para que puedas serlo por completo. ¿Quién demonios te metió en todo esto?

—Tengo la ligera sensación de que, fue mi madre— admití.

—Maldita... — se quedó en silencio. —Lamento haber pensado en maldecir a tu madre, después de todo, es una dama y se merece mi respeto.

—Padre, no quiero continuar siendo un omega— me quejé.

—Me gustaría poder sacarte de aquí, pero no puedo. Tengo las manos atadas dado que, solamente he logrado convertir humanos comunes a lobos, no al revés.

—¿Qué debo hacer? La familia Lee no ha dejado de molestarme, ellos quieren que obtenga información de suma importancia sobre un empresario, además, quieren que contraiga matrimonio con un alfa que no es feo, pero no lo quiero como algo más que un amigo.

—No te preocupes, hijo— sonrió —Te ayudaré a encontrar una solución a todo esto.



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Miré una vez más la carpeta que me ha sido entregada por Kim e intenté no entrar en pánico en estos momentos. Claramente, debo encontrar la manera de ocultar esa información a la familia Lee pues deseo hacerles pagar por lo que me han hecho; no me puedo quedar de brazos cruzados después de haber sido utilizado por esa familia.

—¿Lee? ¿Cómo está todo por la luna? — preguntó la castaña.

—Lo lamento, ¿qué dijiste? — le miré.

—El Sr. Bang te está esperando en su oficina.

Me levanté de la silla y tras asegurarme que, todo está bajo control conmigo mismo, caminé hacia la oficina del Sr. Bang. Tras anunciar mi llegada, abrí la puerta y entré, el hombre atractivo se encuentra con la mirada perdida en su celular y eso, me ayuda a no entrar en pánico pues tan pronto su mirada se encuentre con la mía, todo se irá por la borda.

—Minho, ve a mi casa y trae a mi oficina todos los paquetes que han dejado esta mañana— me ordenó. —Ahora mismo.

No puedo negar que, me siento increíblemente vacío al no tener la mirada de ese atractivo hombre sobre mí, pero mi lado racional lo agradece pues no quería cometer otra tontería más. Es muy difícil mi situación en estos momentos y lo mejor, será no agregar más estupideces.

—Entendido.

¡𝙽𝚘 𝚜𝚘𝚢 𝚞𝚗 𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊! 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘 Where stories live. Discover now