Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)

Capítulo 4.

—¿Por qué está encerrada? —preguntó Aurora.

—No habíamos visto algo así jamás y luego de que esa trabajadora no despertara, todos le tienen miedo.

Aurora en verdad pensó que al estar Abi allí las cosas quizás cambiarían un poco, pero todo parecía seguir empeorando.

—¿Y qué planean hacer?

—Por ahora solo tratar de descubrir a qué se deben todos estos extraños acontecimientos.

El clima ese día era tan horrible que Aurora no podía regresar a casa, pues era peligroso para cualquiera conducir. Ella estaba cerca de su hermana mientras tocaba estas alas y se sorprendía porque parecían estar adheridas a ella.

—¿Te pasa algo más aparte de esto? —preguntó Aurora.

—Probablemente...

—¿Y qué es?

Abi no quería contarle a su hermana sobre sus extrañas visiones, ¿la comprendería o esta confesión solo contribuiría a que su hermana pensara aún más que ella tiene algún problema mental?

—Estas cosas no me dejan dormir ni caminar bien, no me acostumbro a estos colmillos...

Bueno, al menos ahora podía ponerse de pie. En el fondo, Aurora estaba demasiado asustada.

Mientras tanto, una persona seguía sintiendo gran resentimiento y odio hacia Abi.

—Dafne, no puedes odiarla tanto.

—Si todos le temen, dejan de obedecerme, necesito deshacerme de ella.

—No es posible, nadie es capaz de mirarla a los ojos y ahora resulta que tiene alas y colmillos.

—Cuando me miró a los ojos no sentí ese miedo que sienten los demás, sentí otra cosa.

—¿Y qué es?

Dafne se quedó en silencio y aparentemente no quería hablar de ese sentimiento que le causó Abi. Sentimiento que parecía ser una mezcla de melancolía pero también de odio.

—Solo quiero que se vaya de aquí —respondió Dafne luego de aquel silencio —, tendrá que sufrir hasta que quiera irse.

—¿Cómo se supone que harás eso?

—¿Qué sucedió el día en el que salió corriendo?

—Aparte de su primera confrontación, estaba la melodía del violín proveniente del salón de música.

—Bueno, lo que sea esa chica parece que ese insignificante instrumento le hace daño.

—Pero, ¿qué quieres hacer?

La mirada de Dafne no indicaba nada bueno, algo la empujaba a seguir alimentando un sentimiento del cual desconocía su procedencia.

Esto que haría Dafne cambiaría la vida de Abiggail para su bien y para el mal de muchas personas.

—Nadie tiene permitido estar en el mismo lugar que Abi, Dafne.

—¿Y qué? Tengo dinero, lo solucionaré.

—¿Y si te hace lo mismo que a la trabajadora?

—No lo hará, si logro que se sienta débil primero.

—Oye, ¿tú viste algo aquella vez que te vio de esa forma a los ojos?

—No, creo que la única que puede ver algo es ella, yo solo sentí algo.

—Dafne, ¿qué planeas hacer?

Dafne solo sonrío cruelmente, lo que pensaba hacer era horrible. Bueno, pero es el tipo de cosas que Abi se merece por la cantidad de cosas malas que ha hecho.