capítulo 34.

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Lily había logrado en un corto tiempo lo que se habían propuesto, pero estaba muy disgustada y a la vez triste. No pudo tolerar ver y escuchar a Abril suplicarle que la llevara con ella.

En cuanto regresó a la casa, lo primero que hizo fue buscar a su amada porque estaba a punto de derrumbarse.

Buscaba desesperadamente a Gabriella por toda la casa, pero se sentía abrumada porque no dejaba de escuchar las súplicas de Abril.

—¡Jueputa! —exclamó lanzando uno de sus tacones — ¡vieja malparida! Me las va a pagar muy caro.

Su tristeza pasaba a frustración y más porque no había encontrado a Gabriella y necesitaba alguien con quien desahogarse.

Bueno, acababa de descubrir que lanzar cosas hacia la pared era muy bueno para desahogarse. Así que se quitó el otro tacón y lo lanzó hacia la pared de nuevo.

—Bien, ahora quítate el vestido.

Lily se dio la vuelta de inmediato, su mirada le dio a entender a Gabrella que algo estaba mal. El malvado y consentido gato también lo notó y a él también le preocupó.

—¿Qué te hicieron? —la tristeza de Lily cambiaba mucho a Gabriella, hasta su tono de voz cambiaba ¿Por qué lloras? ¿Le pasó algo a Abril?

—¿A quién debe matar Gabriella? —preguntó Vanta, demostrando a su manera su preocupación.

—Ella ya me vio...

—¿Pero está bien? Lily, no me asustes. ¿Qué le hizo esa desgraciada a mi niña?

—Trató de acercarse a mí, me dijo que la trajera conmigo, que... que no la dejara sola otra vez y siento que el daño que le causamos fue muy grande. Siento que fuimos muy egoístas.

Se supone que un reencuentro debería ser un momento muy bello y emotivo, la emoción estaba allí, pero eso no dejaba de lado el hecho de que ambas, en especial Gabriella, sentían culpa por todo lo que le había pasado Abril.

—Ese fue el peor daño que le hicimos a una chica con una infancia tan dura... Dejarla sola.

Mónica habría logrado lo que quería, torturarlas emocionalmente. Bueno, lo logró con Gabriella y Lily e incluso son el gato, porque con Abril fue todo lo contrario.

A pesar del dolor que le causó ver a Lily y no poder acercarse a ella, ahora sentía una emoción que jamás había sentido antes. Ahora ya no se sentía tan sola.

Estaba sentada en el suelo y recostada en la pared, ya había repetido decenas de veces "Ellas están con vida". Aunque pasara el tiempo seguía llorando mientras sonreía y eso frustraba mucho a Mónica, aún más porque no podía ponerle una mano encima.

—Alguien debería callarla —dijo Mónica con el odio acumulado que tenía dentro y no podía dejar salir —, ya me tiene harta.

Pensó que Abril estaría muy triste y desatada pero no, se siente increíble.

—Yo si estoy feliz de que finalmente regrese a dónde pertenece —respondió el guardia.

—No me digas que la loca te sacó de quicio.

—¿A quién no? Parece estar obsesionada con el sufrimiento de todo el mundo incluyendo el de ella, quería cortarme el cabello y además de eso habló de inseguridades que yo ni siquiera sabía que tenía.

—A mí solo me importa tener a mi madre y hermana de vuelta. Lo que pase con ella, viva o muera me importa un carajo.

—Será pronto, el amanecer ya casi llega.

Esto sería algo pacífico, obvio ambos lados tomarían sus precauciones, pero uno de ellos tenía claro quienes tenían la ventaja. Sería muy estúpido no respetar lo acordado... Bueno, podría hacerlo alguien a quien no le afectarían las consecuencias.

Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)Where stories live. Discover now