Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)

Capítulo 59.

A la mañana siguiente, cuando Lily se despertó no encontró a Gabriella en la habitación, aun así, se quedó unos cuantos minutos más en la cama.

Pasó una linda noche, pero cuando hablamos de dormir, pues no durmió mucho que digamos. Así que puede seguir durmiendo todo el tiempo que quiera, no tiene ninguna responsabilidad.

Gabriella simplemente no puede despertarse tarde, no importa a qué hora se duerma, siempre termina despertándose temprano.

Para cuando Lily se decidió a despertarse el sol ya brillaba con un poco de intensidad, era obvio que ya no era de mañana. Lo que llamó la atención de Lily era que la casa estaba demasiado licenciosa.

Recorrió la casa y empezaba a preocuparla el silencio y lo vacía que estaba. Sin embargo, antes de que llegara a la desesperación, se encontró con Abril y Mariana.

Abril estaba completamente mojada, estaba descalza y se veía aparentemente emocionada. Mariana estaba igual.

—¿A quién ahogaron? —preguntó Lily, notándose que era broma.

—Me indignas —respondió Abril fingiendo su supuesta indignación—… adoro matar personas, pero ahogarlas sería muy aburrido, existen métodos más divertidos, lentos y dolorosos que me gusta utilizar.

—¿Y por qué estás así mojada entonces tan temprano? ¿Y los demás?

—¿Temprano? Son las doce del medio día… ¿Y qué te paso? Sin ofender, pero tu cabello parece un nido de…

Abril se detuvo al notar que Lily la observaba con una ceja arqueada y de brazos cruzados.

—Olvídalo —continuó—, se te ve de maravilla, te queda muy bien.

—¿Y Gabriella?

—Pues descubrimos por aquí cerca un río de aguas cristalinas muy lindo y a veces uno debe sacar tiempo para divertirse y que no sea matando.

—¿Y por qué no me dijeron?

—Gabi se enojó con la sola idea de que alguien se atreviera a despertarte. Pero ya que lo hiciste, ¿por qué no vienes con nosotros?

Primero tendría que hacer un par de cosas, como comer porque estaba borracha del hambre. Pero iría, de vez en cuando uno debe despejar la mente en lugares agradables y relajantes como un río.

Mientras Lily comía algo, Abril analizaba profundamente a Mariana preguntándose en dónde pudo haber escondido ese cuaderno y cuál era su afán en no dejarla leerlo.

—Mariana, ¿y tu cuaderno? —preguntó Abril.

Esto no era eficiente, pues Mariana no tenía como responderle sin su cuaderno, pero tampoco quería llevarlo a un río. No quería descuidarlo de ninguna manera, tiene allí nuevas declaraciones de amor.

—¿Cómo se supone que vamos a saber qué planeas comunicarnos?

—No hay problema si no tiene nada que comunicar —interrumpió Lily después de terminar de comer.

Mariana jamás permitiría que Abril leyera lo que tiene en su cuaderno. Conoce muy bien la personalidad de Abril y desea evitarle una posible decepción. En el fondo, Mariana siente que su prima podría tener razón al decirle que Abril nunca se enamoraría de ella. Por eso, prefiere que Abril no se entere, ya que le dolería escucharlo directamente de ella. Para ella es mejor resignarse y simplemente conformarse con tenerla cerca.

Pero la única que no notaba todo eso era Abril, para cualquier otra persona es más que evidente que Mariana está encantada con Abril. Cosa que es muy extraña porque otra persona lo pensaría dos veces antes de querer tener algo con esa loca.