Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)

capítulo 55.

Mónica había encontrado mucho dinero, muchas armas, ubicaciones de los laboratorios de cocaína y mucho más, pero estaba enfocada en otra cosa. De hecho, pensaba que tenía que hablar frente a frente con Lily.

—¿Acaso no confías en mí? —preguntó Mónica ante la negación de Lily.

—¡No!

—¿Crees que no me ha quedado claro que su organización no tiene punto de quiebre? ¿Creen que voy a poner en riesgo mi vida de nuevo?

—¿Y qué es lo que deseas hablar?

—¿Por casualidad tu madre se llamaba Adriana?

La pregunta rápidamente tensó a Lily, Mónica no tenía por qué saber eso, pero si lo sabía es porque encontró en esa casa algo relacionado con su madre. Así que, quizás por esto si se encontraría con Mónica.

Mónica recibió un mensaje codificado que la instruía a dirigirse a un lugar remoto, lejos de cualquier mirada indiscreta. Lily era una de las líderes de la organización criminal con la que debía encontrarse y no estaba dispuesta a correr riesgos, y Mónica lo sabía. Al llegar al lugar acordado, se vio obligada a despojarse de todos sus artefactos y comunicaciones, dejando en evidencia la desconfianza total por parte de la organización hacia ella.

Mónica tenía un pequeño tablero, llamémoslo así. Este tablero lo había encontrado en la que aprecia ser la habitación de María, en la que también había un pequeño cofre que se encontraba muy bien sellado.

Cuando enseñó lo que había en el tablero, todos se quedaron perplejos, pero nadie tanto como Lily. Parecía que el peso de lo que estaba viendo le impedía mantenerse de pie.

Esto dejaba claro que María sí tenía mucho que ver con su pasado.

En el tablero estaban las fotos de muchísimas personas, incluyendo las fotos del padre de Lily, de su madre y la de su hermano. Pero todas esas fotos estaban marcadas con una X en rojo y la única que no estaba marcada así, era una foto de Lily cuando era pequeña.

—Parece —dijo Abril perpleja—… parece como si los estuviese cazando, como si fuesen objetivos ya alcanzados y el último fuese…

—Yo —dijo Lily en un susurro ahogado.

—Pero, ¿qué podría tener esa mujer en contra de Lily y su familia? —preguntó Esperanza, confundida al igual que todos.

—Pronto va a tener que decírmelo antes de que la arranque la lengua.

Todos se quedaron en profundo silencio ante ese comentario, y quizá un poco sorprendidos.

—Esperaría ese comentario de mi tía —dijo Angelo interrumpiendo el silencio.

—Y lo pensé —respondió Gabriella con una sonrisa, muy orgullosa de su mujer—, pero ella lo dijo. Y me encanta como lo dijo.

—¿Ah, sí? —preguntó Lily colocando sus manos sobre las piernas de Gabriella— ¿Quieres que lo susurre para ti?

En ese momento, Mónica empezó a fingir toser de manera algo exagerada para llamar la atención de los presentes. Rompiendo así la intimidad de un momento romántico.

—Aún no han visto esto —dijo Mónica mientras se preguntaba qué clase de relación era esa.

Mónica ya había abierto este pequeño cofre, pero realmente desconocía el significado emocional de lo que había adentro para Lily.

El pequeño cofre reposaba en las manos de Lily con un peso inusual, como si contuviera el pasado encapsulado en su interior. Con manos temblorosas, Lily abrió el cofre lentamente, las pulsaciones aceleradas transmitiendo su ansiedad latente. Sabía que lo que encontrara dentro podría abrir puertas a recuerdos dolorosos, pero también a respuestas largamente buscadas.