Capítulo 54.

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—¿No es sorprendente que esté viva? —preguntó Daniela a su madre mientras estaba acostada en una cama bastante costosa.

—La niña resultó ser la más difícil —respondió ella mientras miraba con mucha concentración fotos que tenía pegadas en una pared—, y ahora resulta que es la esposa de la líder de 'Ndrangueta. ¿Cómo pudo haber hecho eso?

—¿Y qué pretendes hacer?

—Pues aunque me frustre… aparentemente con vida me es útil.

—¿Crees que te reconoce? ¿No crees que quisiera vengarse de ti?

—Para ese entonces solo tenía 7 años, el tiempo que me vio fue muy poco. Aun así, no debería confiarme.

El asunto es que María pronto va a pensar que su enemigo es otra persona, poco a poco va a ir desviando la atención hacia alguien más.

Mónica era una parte fundamental del plan, aunque se encontraba algo alejada. Estaba despierta a pesar de lo tarde que era, sentada en una habitación apenas iluminada por una pequeña lámpara. Las sombras bailaban en las paredes, creando un ambiente misterioso y tenso. El zumbido distante de la ciudad se filtraba a través de la ventana entreabierta, rompiendo el silencio que reinaba en la habitación. Se mantenía serena, con una mirada inexpresiva, mientras esperaba con paciencia la información crucial que pronto recibiría para iniciar aquel plan.

La suave melodía de su teléfono rompió el silencio de la habitación de Mónica, quien al contestar supo de inmediato que era una llamada crucial. Al otro lado de la línea, la voz serena de Lily resonó con claridad al proporcionarle una dirección precisa.

—Supongo que ya sabes qué hacer y cómo hacerlo —añadió Lily en tono seguro. La información recibida era el pilar fundamental de un algo delicado y peligroso.

—Esto parece muy sencillo —asintió casi imperceptiblemente —, no te preocupes, ya lo tengo.

Sus palabras eran un reflejo de la confianza que tenía en sus habilidades, forjadas a lo largo de años de servicio en la lucha contra el crimen organizado. No era la primera vez que realizaba una labor así.

Después de colgar el teléfono, Mónica se puso de pie con decisión y se dirigió con su equipo de agentes expertos, listos para llevar a cabo la misión asignada. Sin cuestionar ni preguntar cómo, con precisión milimétrica, comenzaron los preparativos: los autos fueron revisados minuciosamente, las armas cargadas y comprobadas, las estrategias repasadas una vez más.

Aunque debían esperar a que llegara el amanecer, lo mejor era estar preparados.

—Se supone que no suelen estar allí durante el día —Mónica no comprendía por qué tenía que esperar a que María abandonara su casa para hacer esto, pero no estaba en posición de cuestionar nada—. Y luego debo dejar que uno de ellos se escape.

Mónica no entendía absolutamente nada, pero por el momento ella solo debía cumplir su parte. Además, esto le sería muy útil, ya que le encanta la admiración.

La casa en el medio del bosque está rodeada de árboles altos y frondosos, creando una atmósfera de misterio y aislamiento. La luz del sol apenas logra filtrarse entre las ramas, dando un aspecto sombrío al lugar. El sonido de los pájaros y el viento susurrante de las hojas forman un telón de fondo inquietante para el operativo de la DEA.

—Definitivamente, este es mi ambiente —expresó Mónica con una sonrisa.

Los hombres que custodian la casa son robustos y con miradas desafiantes, armados hasta los dientes y listos para enfrentar a cualquiera que se interponga en su camino. Pero no se esperaban la llegada de agentes de la DEA allí.

Cuando la agente Mónica y su equipo llegaron, la tensión en el aire era palpable. Los hombres se preparan para el enfrentamiento, porque se supone que estaban allí para defender a toda costa esa casa. Pero esto fue algo muy inesperado y les desconcertaba, ya que esta casa estaba ubicada en un lugar demasiado remoto.

Mónica, con su cabello oscuro recogido en un moño perfectamente peinado, ajusta el chaleco antibalas y revisa su pistola con gesto serio. 

—Esto no va a ser complicado, pero no nos podemos confiar. Tenemos que asegurarnos de que el plan salga exactamente como debe salir, no hay márgenes de errores.

—¿Por qué de esta forma? —cuestionó uno de sus hombres.

—Simple… porque yo lo digo.

El hombre simplemente asiente con solemnidad mientras Mónica ordena a los agentes que se preparen para el asalto. La adrenalina empieza a bombear en la sangre de todos mientras se acercan sigilosamente a la casa, listos para enfrentar cualquier obstáculo que se interponga en su camino.

Sabían que al llegar serían recibidos por disparos y que los hombres harían de todo por proteger la información confidencial que se encontraba dentro de esa casa. Pero, aunque no parezca, Mónica no es una novata.

Mónica sabía que los disparos serían una distracción para que alguien pudiera escapar con la información, así que en vez de disparar, buscó cuidadosamente a aquellos que planeaban separarse del grupo.

Además, sabía que la casa estaba rodeada y que quién intentara escapar no llegaría muy lejos.

Así que pronto darían con dos hombres que intentan salvar la información confidencial. La adrenalina corría por sus venas mientras se adentraban en los recovecos de la casa en una carrera contrarreloj. Finalmente, Mónica da con ellos en una habitación oscura y claustrofóbica, donde se desata un tenso juego de voluntades.

—¡Agente Hartwell de la DEA! —gritó Mónica para dejarle claro a los hombres que ya no tenían escapatoria— ¡Manos arriba!

—Agente Hartwell, sé que puedes entender nuestra situación. ¿Cuánto dinero deseas a cambio de que nos dejes ir? —pregunta uno de los hombres mientras se mantenía tranquilo.

Mónica, con la mandíbula tensa y los ojos fríos como el acero, responde con voz firme: “Ya es demasiado tarde para eso. La única opción que les queda es entregarse y colaborar… No tienen por qué alarmarse, no es su culpa. Su líder confió en un agente encubierto que terminó traicionándola y como es mucha la información que tenemos y que tendremos después de esto pronto será destruida”.

Los hombres, desesperados por proteger la información que tenían de su líder, intentan negociar con la agente, ofreciendo todo lo que tienen a cambio de su libertad. Mónica, fría e implacable, se niega a ceder, manteniendo el control de la situación con mano firme.

Sin embargo, poco después de quitarles todo e incautar por completo todo lo demás que había en la casa, Mónica sabía que uno de ellos dos debería escapar por orden de Lily. Ella ni siquiera entendía por qué, pero sabía que después de esto habría más operativos de este tipo, justo lo que ella quería.

Prácticamente, lo dejó escapar en un descuido absurdo y poco profesional.

Para los demás esta era una situación tensa, pero Mónica tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro porque todo forma parte de un plan cuidadosamente urdido.

Con la información confidencial bajo el poder de Mónica y con el escape de uno de estos hombres pensando en una traición, pueden prepararse para los siguientes pasos.

En este pequeño suceso, Lily se daría cuenta de que esta mujer sí tiene mucho que ver con todo lo que sucedió en su pasado.

—Madre de Dios —dijo Mónica al descubrir algo en esa casa que estaba muy ligado a Lily.

Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)Where stories live. Discover now