Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)

Capítulo 28.

Sería justo que las personas supieran que si salían de sus casas serían ejecutados, ¿cómo iban a saber ellos que salir ese día sería la última vez que verían la luz del sol?

En un salón de clases en una escuela secundaria había un joven parado justo en frente hablándoles por primera y última vez.

-Yo soy Angelo Lombardi y vine aquí para darles mis condolencias por lo que está a punto de pasarles.

Angelo tenía una sonrisa que si lo conoces sabes que no pasaría nada bueno.

Todas las salidas de esta escuela estaban bloqueadas para llevar a cabo un pequeño y muy divertido luego, bueno divertido para Angelo.

Los jóvenes estaban algo confundidos, ¿pensarían que están hablando con uno de los miembros de una familia mafiosa o no? Cualquiera podría tener ese apellido. Así que por el momento los jóvenes solo estaban tratando de descifrar lo que él decía.

Pero no tardaron mucho, pues los disparos y gritos provenientes de los otros salones dejaban en claro que todos iban a morir dentro.

Los jóvenes corrieron todos hacia la parte de atrás del salón y se quedaron allí después de que entrara un hombre y le disparara en reiteradas ocasiones al profesor. Este mismo hombre le entregó un arma a Angelo, esto en realidad era un rifle automático estándar llamado Beretta ARX-160, usada por las fuerzas armadas Italianas. Angelo apuntó a cada uno de ellos por algunos segundos.

-Oigan -dijo bajando el arma -, ¿podrían correr? Sería más divertido, ¿saben? Así que, salgan ordenadamente por favor.

Pero ninguno de ellos se movía, por los gritos provenientes de otros salones era obvio que terminarían muertos.

-Bien -dijo Angelo sentándose en el escritorio del profesor -, aquí está la planilla. Los llamaré, soy un asesino pero me gusta el orden... Ah, aquí está Giovanni.

Pero simplemente no hubo respuesta y empezaban a colmar la poca paciencia que tenía.

-¿Quién es? Maldita sea... ¿No me lo dirán? Perfecto, entonces jugaremos al tín Marín.

Así empezó por el primero y con un disparo en el ojo derecho, siempre era ese mismo y él disfrutaba ver los ojos de terror de esos chicos. Un asesino en potencia, y no se puede decir que eso se debe al entorno en el que creció, puesto que pasó mucho tiempo alejado del mundo de la mafia.

Las calles estaban vacías, lo último que se escuchó en ellas fueron gritos y lo último que las cubrió fue sangre. Nadie se atrevía a salir de sus casas.

-Tranquilo, nos la llevaremos.

-Pues háganlo rápido para que sea su país quien pague por ello. Mónica estamos hablando de una mafia que ni siquiera sabemos desde donde ataca y cuando lo hará.

-No sean dramáticos, ya les dije que nos la llevaremos mañana.

-No lo harás porque estás empeñada en capturar a Gabriella Lombardi, y es obvio que eres una mujer a la que no le importa nada.

-Déjala quedarse -dijo interrumpiendo el oficial Pierre -, nada va a cambiar... Si la enviamos, eso enfurecerá a esa mafia y las cosas podrían incluso empeorar.

Pierre odiaba a Mónica, o simplemente no la soportaba por su actitud, y él sabía a la perfección que pasaría a partir de ese momento y por ende debía evitar que ella se fuera.

-En Ibiza, España. Mónica ha sido parte de muchos operativos en contra de diferentes mafiosos por ende es bastante odiaba y su madre y hermana viajan regularmente. Su padre murió hace años.