Capítulo 19.

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—Muy bien —exclamó Gabriella cuando el desespero ya estaba por matarla —, una vez más. Esperanza, ¿dónde está Abril?

Gabriella era como una hermana mayor para Esperanza y en cierto punto se convirtió en su salvadora. Eso hacía que Esperanza conociera muy bien a Gabriella y lo que era capaz de hacer, por eso temía. 

Gabriella podría torturarla para sacar la verdad, pero en el fondo esperaba no tener que hacer eso porque debemos ser sinceros, la quiere. 

Pero Esperanza se negaba a hablar, pero, ¿Cuál era la razón de su resistencia? 

—No sé nada —eso era lo único que decía Esperanza a pesar de que su hija estuviera corriendo un riesgo.

Gabriella quería a Esperanza pero le molestaba muchísimo las mentiras y muchas más la traición. Este es un mundo en el que la traición debe pagarse con sangre. Sin embargo, a Gabriella le cuesta esto con las personas que quiere.

—Ya tienes más o menos una idea de lo que le sucedió a Abril —murmuró Lily —, ¿por qué quieres que ella te lo diga?

—Porque no es ella quien está detrás de lo que le pasó —le respondió Gabriella —. La conozco, no lo haría sola.

—Probablemente, lo hizo con Adam. Deberíamos esperarlo.

—No, para eso está su hija —dijo Gabriella antes de empezar a caminar rápidamente.

Lily la siguió de inmediato, ella era el control de Gabriella y francamente no pensaría que Gabriella mataría a la hija de su mejor amiga.

—Gabriella, ¿qué pretendes hacer?

—Hablar con ella.

—¿Y a dónde llevas esa escopeta?

—Solo voy a hablar con ella.

—Para eso no necesitas una escopeta cargada 

—No voy a matarla.

Gabriella ordenó que Esperanza y su hija estuviesen en la misma habitación y el hecho de que no estuviese usando sus guantes no era una señal buena para nadie.

—Angelo será quien sostendrá esta arma. 

—¿Dejarás que tu sobrino mate a la hija de tu mejor amigo? 

—¡YA, LILY! —gritó —. Me conoces, esto no debería sorprenderte. 

Lily se paró frente a ella con las manos en la cintura antes de jalar con fuerza de una oreja.

—¿Me estás gritando? —le preguntó Lily mientras aún la jalaba de la oreja —¿Le estás gritando al amor de tu vida? 

—No, sabes que suelo hablar así. 

—Pero no conmigo, ¿de acuerdo? 

Gabriella asintió y Lily sonrió, finalmente soltándola. Gabriella parecía una niña al lado de su madre, necesitaba volver pronto a sí misma. 

—¿Era necesario que me jalaras así de la oreja? 

—Vamos, no es para tanto —respondió Lily ahora acariciando suavemente su oreja —. Ven, dame un besito. 

Le obedece sin reproche, literalmente puede ser una persona horrible y negarse a obedecer a cualquier persona menos a Lily. 

—Pero no me trates así, no quise gritarte.

—Hay personas allí que te tienen miedo, ¿sabes? ¿Cómo reaccionaria Angelo al ver que su tía obedece a un simple jalón de oreja? 

—No obedezco a eso. 

Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)Where stories live. Discover now