Capítulo 61.

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—Me gustaría —expresó Lily con algo de tristeza—… me gustaría que mi padre pudiese acompañarme al altar.

—Yo puedo acompañarte allí —respondió una voz masculina—. No soy tu padre, pero, puedo ser un mediocre intento.

Lily sonrió y le dio la mano a Angelo, jalándolo hacia ella con fuerza.

—Sería un placer.

Lily avanzaba hacia el altar con paso firme y seguro, su corazón latiendo con fuerza en su pecho, mientras Gabriella la aguardaba con los ojos llenos de admiración y amor.

—La novia se ve hermosa —exclamó el cura que estaba allí en contra de su voluntad, era un intento por hacer las cosas bien y salir con vida de allí.

—Por supuesto que es hermosa —respondió Gabriella con orgullo—, es mi esposa.

Al verla llegar, Gabriella no pudo contener un suspiro de asombro al ver lo radiante que lucía Lily en su vestido de novia, y con voz entrecortada le susurró: “Estás hermosa”.

Aunque notó la ausencia de un anillo, decidió guardar silencio y solo le dedicó una sonrisa cargada de significado.

—¿De dónde salió el cura, los encargados de la música, todas estas personas?

—No fue en contra de su voluntad, les pagaré —explicó Gabriella—. Tal vez los amenacé a ellos y a sus familias.

—Eres mala y a la vez puedes ser tan divina.

—¿Qué te puedo decir? Puedo pensar como un ángel y seguir siendo un demonio.

—Y por eso te amo.

Parece que Angelo es sentimental, ya tenía un pañuelo. O quizás es muy dramático, no había empezado nada aún y él ya estaba llorando.

—Perdón, es que soy piscis —expresó limpiando sus lágrimas.

—¿Nos dijiste que no confiáramos en los piscis siendo tú uno? —preguntó Esperanza levantando una ceja.

—Por eso, es exactamente por eso que se los digo.

Con la emoción palpable en el aire, Gabriella le pidió perdón a Lily por haber tardado tanto en cumplir su sueño de tener una boda.

—De verdad, lo siento mucho.

Pero Lily, con el corazón rebosante de amor, le respondió con dulzura: “Tú siempre me cumples, mi amor”. Las palabras dichas con tanto cariño resonaron en el corazón de Gabriella, llenándola de gratitud y amor por la mujer que tenía frente a ella.

—Damas y caballeros —exclamó el cura al momento de los votos matrimoniales —estamos reunidos aquí hoy para celebrar el amor y la unión de Gabriella Lombardi y Liliana Lansky. El matrimonio es un compromiso sagrado que une a dos almas en amor y compañerismo. Los votos que están a punto de hacer son una expresión del profundo amor y compromiso que sienten la una por la otra. Que estos votos sean la base sólida sobre la cual construirán su vida juntos, llena de amor, respeto y comprensión.

A Gabriella realmente le impacientaba y aburrida todo lo que decía el cura, pero a Lily le hacía realmente feliz esto y esa también era su felicidad.

—No es justo, Gabriella —dijo Lily con cierta preocupación—, yo no tengo preparados mis votos matrimoniales.

—Yo tampoco —Gabriella toma la mano de Lily con firmeza, buscando transmitir calma y confianza.

—Entonces, ¿vamos a improvisar? —preguntó Lily buscando la mirada de Gabriella, esperando una respuesta tranquilizadora.

—Vamos a decir eso que sentimos y ya está —Gabriella sonrió con ternura, tratando de disipar la tensión en el ambiente.

Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora