Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)

Final :)

Por alguna razón, el silencio era sepulcral en el lugar mientras Gabriella sostenía una conversación complicada con Leo.

—Debido a las circunstancias no te lo dije antes —expresó Leo mostrando arrepentimiento— pero, está claro que el único que debe pedir perdón soy yo, así cómo está claro que yo no merezco una hermana como tú.

—Leo, ya te lo dije, se supone que es un…

—Un reencuentro, lo sé —interrumpió—. Pero Gabi, yo no puedo vivir con la culpa y no es justo que tú te sientas culpable por cosas que en realidad no tienen nada que ver contigo. Mira, cualquiera puede decirlo, pero en realidad no muchas personas serían capaces de dar su vida a cambio de la de alguien más.

—Yo prometí que te protegería, al menos en aquella ocasión cumplí.

—Nunca —suspiró—, nunca me has dejado solo y ni siquiera me importa cómo es que estás viva ahora. Al menos, estás aquí con nosotros una vez más y no dejaremos que la vida nos separe otra vez.

El corazón de Gabriella se hizo pedazos por completo, su hermano tenía la plena confianza de que ella se quedaría y jamás se iría de nuevo.

¿Cómo iba a decirle eso a todos?

—Leo, sé que acabamos de reencontrarnos y que estás feliz de tenerme de vuelta en tu vida —dijo bajando la mirada con pesar—. Yo también estoy feliz de verte una vez más, a todos, pero tengo que decirte algo muy importante.

—No —expresó ella mientras continuaba mirando al suelo—, no pretendo —suspiró—, no puedo quedarme, Leo.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Leo cambiando de la felicidad a la tristeza— ¿Quieres decir que al final esto sí resulta ser un simple y fugaz sueño y te irás?

Antes de Gabriella pudiera decir algo, una voz interrumpió la conversación.

—¿Te irás? —preguntó Abril esperando una respuesta negativa— ¿Una vez más?

—No lo entienden, tengo que —buscó las palabras adecuadas durante varios segundos—… yo no quiero perderla y quiero que ella tenga un final feliz.

—¿Y nosotros qué? —preguntó Abril— ¿De nuevo a lo mismo? ¿Piensas que vamos a superar esto así de simple?

En ese instante, todo pasó a ser sombrío. Podrían tener un final feliz para ellas pero, ¿y los demás?

—No es justo —expresó Leo—, aquí todos hemos cometido errores y hermoso aprendido de ellos, hemos sufrido y por supuesto que queremos que ustedes sean felices pero, ¿y nuestro final feliz, qué?

—Gabriella —agregó Esperanza, quien seguía devastada por la muerte de su esposo—, no puedes someternos a esto una vez más. Estoy segura de que ahora sería imposible.

—No, ustedes pueden…

—¡No podemos nada! —el grito de Abril interrumpiendo a Gabriella sorprendió a todos— Ninguno de nosotros es algo sin ti, todo se va abajo y no creo que la vida sea tan injusta para que una historia tenga que causar tanto dolor una vez más.

Gabriella se encontraba en un torbellino de emociones, sintiendo una mezcla abrumadora de tristeza, confusión y desesperación. Su corazón está pesado y su mente atormentada por la difícil decisión que se avecina.

Observa a Lily, la persona que le hace sentir completa, luchando con ella en busca de una solución, y siente una oleada de amor y gratitud hacia ella. Sin embargo, la incertidumbre y el miedo la envuelven, haciendo que se sienta vulnerable y desamparada en medio de esta tormenta emocional.

—De verdad, perdónenme —pidió perdón mientras cargaba su arma.

Esto hizo que el corazón de todos allí se rompiera. Había tomado una decisión sobre un final feliz en el que no los involucraba.

—Mamá —exclamó Abril en un susurro que el silencio sepulcral permitió escuchar.

Suplicaba con su mirada, ella no soportaría estar lejos de Lily y Gabriella de nuevo. Pensó que después de todo lo que pasó, esto sería diferente.

Leo soltó un suspiro pesado y se acercó a Gabriella con compasión en sus ojos.

—Está bien, no nos debes nada —expresó Leo con un tono suave y reconfortante—. Ya diste la vida por mí una vez, y mereces ser feliz. Ambas merecen encontrar la felicidad.

El corazón de Gabriella se destrozaba en mil pedazos mientras escuchaba las palabras de Leo. Si todo esto se suponía que llevaría a un final feliz, ella sentía que su corazón sufría una agonía insoportable… no era lo que ella estaba esperando.

Leo la abrazó con fuerza, despidiéndose con gratitud y amor.

—Nunca te sientas culpable —le recordó—. Siempre me cuidaste hasta el último momento, y estaré eternamente agradecido de tenerte como mi hermana, aquí el que no te merece soy yo —se alejó poco a poco, derrotado y con un gesto de resignación—. Esperamos que sean muy felices.

Esperanza se acercó a Gabriella, buscando consolarla.

—Ustedes dos tienen la historia de amor más hermosa que he conocido —dijo mientras se dibujaba una pequeña sonrisa en su rostro que ya había sido marcado por las lágrimas —. Merecen ser felices, ya sea aquí o en cualquier otro lugar. Con nosotros o solas.

—No —Abril seguía negándose y suplicaba—, por favor, no me dejen… no me abandonen.

Esperanza respondió con comprensión: “Ya ha tomado su decisión. Debemos aceptarla y seguir adelante con nuestras vidas.”

Abril se derrumbó en un abrazo con Esperanza, pasó de la felicidad a ver como su mundo se hacía pedazos. Por eso Mariana se unió a ellas para que Abril supiera que contaba con ella.

Mientras se alejaban, Angelo se volvió hacia Gabriella con tristeza en sus ojos.

—Me harás falta, tía —expresó con tristeza—. Sin importar cómo haya terminado todo, te aprecio demasiado. Si alguna vez se presenta la oportunidad de nuevo, te daría mi sangre.

El abrazo entre Angelo y Gabriella fue cargado de emotividad mientras continuaban su camino. Lily, observando la escena con pesar, susurró en voz baja:

—Gabi, no creo que seamos felices juntas… no hay universo alguno donde se garantice la felicidad de todos. Me siento, me siento muy miserable.

¿Podría ser verdad que todo llegaría a su fin mientras los demás se alejaban implacables? ¿Una despedida sin retorno, condenando a un eterno adiós? Ante la inminencia de este momento, ¿cómo podían atreverse a anhelar una felicidad plena?

No, la felicidad plena no existe caballeros.