Capítulo 51.

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—¿En serio vamos a buscar a Mónica? —preguntó Abril, confundida por la extraña decisión.

—No es que vaya a sumarnos algo —explicó Lily—, pero puedo usar su ambición para ayudarnos a quitar peso de encima.

—Confío mucho en tu astucia, pero —respondió Abril—, ¿por qué Mónica aceptaría hacer parte de esto?

—Porque voy a ofrecerle algo que su ambición no podrá rechazar.

Viajar a Estados Unidos para tratar de convencerla de esto se había convertido en una parte del plan. Nadie podía negar esto, las sugerencias de Lily siempre terminaban por ser órdenes porque Gabriella hacia cualquier cosa por ella.

Pero Lily en ese momento no pensó que un viaje a Estados Unidos podría causarle tanto dolor y malos recuerdos.

Lily observaba desde el asiento del auto la estación de la DEA, donde había sido parte de un pasado lejano. Ese lugar se veía muy diferente, pero para ella era el mismo lugar que destruyó parte de su vida.

Sus ojos se perdieron en el reflejo de su propia imagen entrando al sitio con determinación y entusiasmo por una nueva misión. La imagen de su yo del pasado, joven y llena de esperanza, contrastaba con la realidad presente de una Lily envuelta en sombras del pasado, una Lily que decidió ser mala, una Lily que ya ellos no podrían reconocer.

El recuerdo de los días en los que se esforzaba por ser una de las mejores agentes de la DEA se desvaneció abruptamente para dar paso a la visión desgarradora de sí misma, sola en una celda de prisión, ahogada en un mar de lágrimas y desilusión. El contraste entre aquella agente promisoria y la mujer quebrada que ahora era Lily resonaba con amargura en su corazón.

Un nudo se formó en la garganta de Lily al enfrentarse tan directamente con los errores y las decisiones que la habían llevado por ese oscuro camino. La tristeza inundó sus ojos, reflejando un dolor profundo que parecía no tener fin. En ese momento de vulnerabilidad y desamparo, buscó instintivamente consuelo en Gabriella, quien, con su mirada amorosa y compasiva, comprendió de inmediato la angustia que embargaba a Lily.

—¿Si no hubiera sido tan buena… la vida no me lastimaría así?

La pregunta resonó en el aire cargado de pesar y auto-recriminación. Lily se aferró a Gabriella con fuerza, buscando refugio en el calor de su abrazo, en la calma que solo el amor verdadero podía ofrecerle en ese momento de profunda aflicción.

Gabriella acogió a Lily con ternura, sintiendo cómo el dolor de su amada se transfería a ella. Sus brazos envolvieron a Lily con protección y consuelo, ofreciéndole el apoyo incondicional que tanto necesitaba en aquel instante de reflexión y dolor.

Esto también quebraba a Abril, era muy triste para ellas dos saber que Lily pasó por tantas cosas cuando ni siquiera las merecía. Las agobiaba también el hecho de que las personas detrás del sufrimiento de Lily jamás pagaron por ello.

—Por eso estamos aquí —susurró Gabriella—. Sé que en este mundo jamás vas a ser feliz, así que sí tengo que arreglar algo aquí lo haré y te haré feliz en mi segundo mundo… porque tú eres el primero.

Lily estaba demasiado triste y Gabriella estaba allí para consolarla, fue por esta razón que Angelo y Abril se encargarían de dar con Mónica. Bueno, de dar con ella no, sino de traerla con ellos.

Mónica a simple vista parecía una mujer muy fría, su mirada siempre era muy inexpresiva, caminaba rápido y sin mirar a ningún lado. Abrió la puerta de su auto y se subió, como de costumbre, ya estando adentro se quitó sus lentes.

Su mano no duró nada en el volante, no tardó en notar que tenía compañía. Sin embargo, ya era tarde… terminó con un brazo rodeando su cuello, con tanta presión que le impedía gritar siquiera.

Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)Where stories live. Discover now