Extra.

424 73 5
                                    

Han estado concentradas en muchas cosas, ya es hora de que se den un poco de amor a su manera. No había forma de que Lily se negara a una propuesta así.

A ella le encantaba estar entre la espada y la pared, mejor dicho, entre Gabriella y la pared. Cada suspiro era una súplica, una muestra del deseo… era eso que le decía a Gabriella una y otra vez “dame más”

—Toma el control —suplicó Lily en un susurro—ya empezaste quitándome la ropa…

Antes de que Lily continuara hablando, Gabriella le dio la vuelta, acorralándola en la pared una vez más, pero esta vez Lily podía notar como Gabriella la devoraba con la mirada.

—Me encantaría que me lo pidieras —Gabriella la apretó aún más contra la pared, sintiendo así los rígidos pechos de Lily contra ella.

—Quiero que con una mano me toques y que con la otra me obligues a callarme y me limites a solo asentir cuando me preguntes si quiero más.

Gabriella generalmente usa trajes siempre así que también tiene corbatas, un accesorio indispensable para ella, un accesorio que terminó casi impidiendo que circulara la sangre hacia sus manos. Sin embargo, a Lily lo que menos le importaba era esto.

Antes de lanzarla a la cama, Gabriella la jaló del cabello y la acercó a ella para susurrarle “te haré una promesa y la voy a cumplir esta misma noche”

—Te prometo que no me voy a detener hasta que tus piernas tiemblen, te mojes y te escuche gritar mi nombre… Ahora obedece, abre y déjame entrar.

Lily estaba sentada en el borde de la cama y Gabriella estaba arrodillada sobre la cama justo detrás de ella. Tenía lo que quería… una mano dentro de sí y la otra impidiéndole suplicar por más.

A Lily le encantaba arder en el infierno de Gabriella. Bueno, ¿quién dice que el infierno no puede ser divertido? Solo necesitas estar con el demonio correcto.

—¿Sabes que eres mi obsesión? —preguntó Gabriella aumentando gradualmente el ritmo— Me encanta hacer que te mojes entre tus muslos.

Gabriella decidió darle un pequeño momento de libertad a Lily para que dijera cualquier cosa, que entonces fue:

—¡Maldición! ¡Qué bien se siente!

El que jadeara solo hacía que Gabriella se excitara más porque sabía que esa era una forma en la que Lily le pedía más. Ella sabe a la perfección que no es solo entrar, sino saber qué hacer cuando estás adentro.

La piel es de quien logra erizarla, las piernas de quién las haga temblar y la boca de quién te haga pedir más… en conclusión, Lily le pertenecía por completo a Gabriella y ella se lo dejaba claro.

—¡Gabri! —para ese momento Lily estaba tan agitada que su grito terminó ahogado, esto no le impidió recuperar el aire, inhalando antes de— ¡Gabriella!

—¿No te parece que estás muy grande como para mojar la cama? —preguntó Gabriella con una sonrisa traviesa al sentir la humedad de su amada.

Lily se dejó caer sobre ella, su cabello cubriendo su rostro. Mientras tanto, Gabriella tenía una pelota antiestrés en cada mano, jugando con ellas para aliviar la tensión y dejar de lado todos los problemas del momento.

—¿Sabes? —preguntó Lily, dejando caer su cabeza hacia atrás y descansando en el hombro de Gabriella— Me muero de ganas porque me hagas el amor con celos.

—¿Es por eso que te empeñas en causarme celos?

—Y para que compenses los celos que siento yo todos los días.

—No creo que tengas razones para sentir celos.

—Con una esposa como tú, ¿quién no los tendría?

Gabriella, con un suave roce en el mentón de Lily, logra que la mire a los ojos antes de darle una respuesta a su pregunta.

—Estoy demasiado ocupada, siendo completamente tuya, eres mi sueño de mujer hecho realidad, jamás me enamoraría de alguien más.

—No entiendo cómo puedes ser tan fría y a la vez puedes derretirme solo con tocar piel.

—Yo no entiendo cómo me enamoré de una persona tan cursi.

—Te habías tardado ya —respondió Lily desviando su mirada hacía otro lado.

—Debo equilibrar mi ser.

Mientras la tenía en sus brazos, Gabriella estaba pensando en lo que le pasó cuando iban a rescatar a Abril y en como todo podía cambiar de un momento a otro. Meditaba en el dolor que le causaba solo pensar perderla porque no sabe que pasará después… por eso sabe que debe cumplir cuánto antes con una promesa.

Ella le dará a su reina lo que sea que le pida.

Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora