Capítulo 50.

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Bueno, Atari se había mostrado muy dispuesta a hablar de ello. De hecho, parecía como si ella estuviese esperándolas durante mucho tiempo.

—Vaya, está aquí toda la camada—dijo Atari sentada mientras sostenía unas cuantas cartas —. ¿Quieren algo de beber, Gabriella?

—¡No bebo! —respondió Gabriella.

—Oh, claro, porque ya recuerdo lo que pasó la última vez.

—Atari, realmente solo queremos que nos digas algo.

—Ya puedo imaginar que es, pero no les diré nada.

Gabriella frunció el ceño, ya de por sí estaba enojada solo con la presencia del hombre que se acercó demasiado a Lily, y ahora Atari planeaba hacer las cosas difíciles.

—A menos —continuó Atari mientras seguía jugando con sus cartas— que paguen por ello.

Si era dinero lo que quería, ese no sería un problema. Pero, ¿por qué una mujer con un imperio tan grande querría dinero a cambio de hablar?

—¿Quieres dinero? —preguntó Gabriella esperando con impaciencia por la respuesta de Atari.

—No, no quiero dinero…

—¿Entonces qué es lo que quieres? —preguntó Gabriella con desespero.

Por alguna razón, Atari era demasiado lenta en sus respuestas, se concentraba más en colocar una por una las cartas sobre la mesa, agotando por completo la paciencia de Gabriella.

—¡Dime de una maldita vez que quieres! —gritó Gabriella ya sin una sola pizca de paciencia— ¡No vinimos aquí para verte acomodar cartas!

—Es sencillo —respondió Atari manteniéndose muy tranquila —, ustedes tienen el poderío en casi el 80% de la droga que se mueve en Europa…

—¿A dónde quieres llegar? —preguntó Gabriella entrecerrando los ojos.

—Se sabe que en cuestión de rutas, ustedes tienen muchas y muy eficaces… es simple, de esas rutas me darás tres.

—¡Ni lo pienses! —negó Gabriella rotundamente— ¡De ninguna manera!

—Qué mal —respondió Atari mostrándose algo decepcionada —, porque sé tanto de la muerte de tus padres… incluso más que tú.

—¡Me lo vas a decir! —exclamó Gabriella apoyando con fuerza y disgusto sus manos sobre la mesa.

Angelo la abrazó con algo de delicadeza, esto para impedir que hiciera cualquier otra cosa. —Tía, recuerda tu recuperación.

Lily tal vez podría negociar con más calma, ella era buena para eso. Sabe que puede llegar a un acuerdo con Atari, utilizando astucia.

—Bien, Atari, te las daremos —dijo Lily con toda la tranquilidad.

—Lily, no…

—Tranquila —susurró Lily para tranquilizar a Gabriella—, sé lo que hago. Además, son solo 3 Gabriella, tienes muchas —dirige su mirada nuevamente Atari—. ¿Un mapa no tienes?

Lily estaba sentada con una sonrisa frente Atari y tenía 3 pedazos de un mapa, parecía que sabía muy bien lo que estaba haciendo.

—Atari, aquí tengo las 3 rutas —dijo Lily mostrándole de forma tentadora las supuestas rutas —, te las daré conforme respondas las siguientes preguntas: ¿Quién fue esa supuesta persona cercana a la familia Lombardi que ayudó a la muerte de los padres de Gabriella? ¿Conoces las razones?

—¿Cómo sé que las rutas sí son reales?

—¿Cómo sabemos que lo que nos dirás es verdad? —preguntó Lily de una forma sería — Ambas estamos apostando sin saber, pero yo soy una mujer que cumple con lo que dice… dame lo que quiero, te daré lo que quieres. Sabes que no tenemos problema, son solo tres rutas de muchas. Acéptalo ahora u olvídalo, no hay mucho que pensar, tienes 30 segundos para responder.

Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora