Capítulo 10.

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—Oye, creo que lo has olvidado —dijo Salem estando esta vez con Abiggail.

Pero antes de que el gato pudiera mencionar una sola palabra más, Abiggail lo cargo y lo puso frente a ella mientras lo miraba fijamente.

—Oh, veo lo que quieres hacer. Bien, concéntrate en mis ojos.

Sí, al parecer, esos ojos verdes también llevaban a Abiggail a tener visiones. Sin embargo, esta visión no le decía mucho y mucho menos relacionado con Dafne.

A través de la mirada de Salem sentía tranquilidad y un sentimiento de querer cuidarlo. No veía mucho más que al gato sentado en sus piernas o en su abdomen, o simplemente cerca de ella. Además, el recuerdo era acompañado por el ronroneo del felino.

—Salem, dime de dónde vienes.

—Ya te lo dije.

—¿Cómo se llama ese mundo? —preguntó Abiggail tratando de descubrir mucho más sobre él. 

—No tiene un nombre, solo es el mundo.

—¿Ese mundo está ligado con este?

—De alguna forma.

—¿Cómo que de alguna forma?

—Este mundo está ligado solo a ti, pero tú estás ligada a ese otro mundo. Como te dije antes, eres ese vínculo que conecta a los dos mundos.

—¿Por qué?

—Demasiadas preguntas... Solo soy un gato.

Abiggail suspiró tratando de mantener la calma, estaba a punto de lanzarse por la ventana del desespero.

—Dale tiempo al tiempo Abiggail, sé que la paciencia nunca ha sido una de tus virtudes, pero en este caso no tienes más opción.

La desesperación que le daba no encontrar respuestas la volverá loca y ni siquiera sabe que muy pronto todo será más confuso.

—Oye, alimenta a la chica.

—No lo haré, ella no quiere nada de mi parte.

—He conocido muchas parejas disfuncionales, pero esta es la más linda de todas.

—No somos pareja.

—Ojalá lo sean pronto, este gato quiere dormir con ambas.

—¿Por qué vienes tanto a este mundo? —preguntó Abiggail cambiando de tema —. ¿Alguna razón en específico?

—Te extraño.

Abiggail escuchó la puerta abrirse y se dio la vuelta de inmediato. Aurora la vio unos cuantos segundos de brazos cruzados.

—¿Quieres que la chica se muera de hambre? —preguntó.

—Quiero ver cuanto tiempo puede soportar.

—¿Y se supone que la amas?

—Cada quien ama a su manera.

—Lo que sea que tengan ustedes dos parece más una guerra que otra cosa. Ella te odia, tú dices que la amas, pero actúas como si la odiaras. Lo que sea que las ate a ustedes dos está muy ligado con los problemas mentales de ambas. 

—Me gusta el amor peligroso, letal, psicópata y diferente. Necesito alguien que le dé un soporte a mi cordura. 

—¿Dafne? Pero si es otra loca. 

—No, no lo es... Solo lo es cuando se trata de mí y pronto le daré algo de comer. 

—Ya lo hice... Me agradeció y después dijo que se iría. Abiggail, ¿por qué sonríes? 

Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)Where stories live. Discover now