Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)

Capítulo 60.

Lily ya no estaba en el vehículo, estaba en el suelo y solamente podía pensar en que estaba en una situación igual a la que se enfrentó junto a su madre. Tenía mucho miedo.

Esa habitación estaba envuelta en una oscuridad que envolvía a Lily, quien sentía su corazón golpear con fuerza en su pecho, temerosa de lo desconocido. Cada segundo se le antojaba una eternidad, alimentando sus miedos y preocupaciones. Gabriella, su amada Gabriella, era todo para ella, y el solo pensamiento de algo malo ocurriéndole la llenaba de desesperación y dolor.

Finalmente, un movimiento repentino hizo que Lily se tensara, anticipando lo peor. Con un ligero estremecimiento, sintió cómo le retiraban la venda de los ojos, revelando la silueta de una figura conocida.

Fue entonces cuando escuchó la voz de Esperanza, una amiga cercana de Gabriella, que le preguntaba con una sonrisa enigmática: “¿Estás lista?”.

Confundida y con una mezcla de emociones que la abrumaban, Lily frunció el ceño y con un tono de voz tembloroso, murmuró:

—¿Preparada para qué? ¿Qué juego están jugando? —dejando escapar un rastro de enfado en sus palabras— ¡Suéltenme! ¿Qué demonios?

Abril y Madeline que hasta ahora habían permanecido en silencio, se miraron cómplices, antes de desvelar la verdadera razón de su presencia.

—No tenemos tiempo y tienes que arreglarte —respondió Esperanza con un enorme set de maquillaje.

—¡Basta! —gritó Lily sin ningún afán por esconder que estaba muy enojada— Esa no es una explicación, ¿dónde está Gabriella?

—Te está esperando, pero no puedes salir de aquí si no nos permites vestirte.

—Me va a matar el hambre, tengo cientos de picaduras de mosquitos y encima me atan.

—Enójate con Gabriella, nosotras solo obedecemos.

—¡Esa hija de…! —Lily suspiró tratando de estar un poco más calmada, ya tendría tiempo para reclamarle a Gabriella por esto.

Lily decidió seguirles el juego… ellas querían maquillarla, peinarla y ponerle accesorios y aunque Lily lo estaba permitiendo seguía muy enojada.

—Ya cambia esa cara —le dijo Abril llamando su atención hacia una esquina—. No me gustan las cursilerías y no tengo gusto para estas cosas, pero Gabi cree saber lo que te gustaría.

—¡Escúchenme bien! ¡No hay manera de que esa mujer logre que la perdone fácilmente por hacerme pasar por todo esto! ¡Sabe lo que pasó cuando yo era una niña y hace estas..! —Lily se quedó completamente callada cuando lo vio.

Sí, Gabriella lo consiguió, algo de ensueño de Lily… fue como si hubiese leído su mente, porque Lily jamás le dio esos detalles.

—Ya, por favor díganme qué es todo esto —preguntó Lily tratando de no llorar.

—Es para tu boda —anunció Abril con una sonrisa radiante.

Lily quedó petrificada por un instante, como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar. Sus ojos se posaron en el hermoso vestido de novia que descansaba elegantemente, y el lujo de la prenda la dejó sin aliento. La confusión dio paso a un torbellino de emociones, y su corazón latía con fuerza en su pecho mientras trataba de asimilar la impactante revelación.

Estaba viendo un vestido de novia de ensueño… era un vestido de tul blanco, con delicados encajes que adornan el escote y las mangas. La falda es amplia y vaporosa, con varias capas de tela que se deslizan al caminar, creando un efecto mágico. La espalda del vestido tiene un sutil escote en forma de V, adornado con botones perlados que van desde el cuello hasta la cintura. El toque final lo dan las aplicaciones de cristales y perlas que brillan con cada movimiento, haciendo que cualquier mujer que lo use parezca una verdadera princesa.