Me maldigo una y otra vez.

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#Marcos

Salgo de ese salón buscando oxígeno y un mínimo de distancia con Mía. Si sigo un minuto más escuchándola me voy a volver loco. Ahora, ahora me dice que no sabía que yo había cambiado de idea, que no sabía que yo estaba decidido a ser padre. ¿Qué significaba eso? ¿Qué tenía que pensar? ¿Qué si ella lo hubiera sabido ahora seríamos una familia? ¿Qué yo me debería haber asegurado de que lo supiese? Me maldigo una y otra vez, por haber dejado pasar un detalle tan estúpido pero tan importante a la vez en mi vida, mientras que le doy vueltas a todo lo que ha pasado en el día de hoy.
Llegué a la oficina donde trabajaba Mía desde primera hora de la mañana, incluso antes que ella, porque la vi entrar en el edificio desde el asiento trasero de mi coche. Una vez que ella entró pasé por recepción sin darle ninguna importancia a la recepcionista, qué ni siquiera me vio porque estaba demasiado enfrascada en la pantalla del ordenador qué tenía frente a ella. Después decidí subir por las escaleras con el objetivo de que Mía no se diera cuenta de que estaba siguiéndola como un psicópata, pero de repente paré en seco cuando la vi hablando con un tipo que parecía estar embobado con ella y con sus pechos. Estuve a punto de salir de mi escondite y lanzarme a ese subnormal, pero yo ahora no tenía voz ni voto en su vida amorosa, así que me quedé observándolos durante toda la conversación escondido como el inútil que estaba siendo desde esas escaleras hasta que la vi marchase a lo que sería su despacho. Mientras, observé cómo el tipo se dirigía a otra habitación con una sonrisa de cara a cara, y tuve que salir a fumarme un cigarro antes de que mi instinto me pidiese golpearlo por haber mirado así lo que tantas veces a sido mío. Pero no sé de qué me extrañaba, Mía estaba preciosa, mucho más guapa que hace cinco años si es que eso era posible. Tenía el pelo más largo y más claro, seguía estando igual de delgada y con un cuerpo de escándalo, del que nadie diría que había dado a luz tan joven.

- ¿Estás bien? - escucho decir suavemente a Mía. Me giro para verla en el momento en el que percibo la debilidad en su voz. La conozco, está a punto de romperse.

- Tú no lo estás- le digo directamente. Desde luego que no era mi intención que acabásemos de esta manera.

- Se me pasará- hace una pausa de unos segundos y luego sigue hablando- Creo que deberíamos hablar de cómo se lo vamos a contar a Olivia, no quiero que esto le afecte... siempre ha sido una niña muy feliz. -Y me alegro de sus palabras. Me alegro de escuchar que mi hija era una niña contenta, además de preciosa.

- Haré lo que tú quieras que haga, Mía. Lo que tú creas que es necesario. Nadie lo puede hacer mejor que su madre- la veo asentir aún con los ojos tristes del llanto, que por ahora ha cesado.

- Tendremos una charla con ella, Marcos. Le explicaremos las cosas de una manera que ella pueda comprender y sin hacerle daño. Con toda la sinceridad con la que se le puede hablar a una niña de cuatro años. Y tranquilo, no voy a dejar que piense que eres un mal padre por no haberle visto hasta ahora. Ella te admirará por ser su padre, y pienso encargarme de ello. -Mía sale por la puerta de la cocina dejándome con la palabra en la boca de un momento a otro.

- Las llaves de tu madre están en el recibidor, parece que hoy a llegado antes. Ve a buscarla cariño- escucho decir a alguien más en la casa haciendo que me quede estático en el sitio. Esa es la voz de Polo, y por lo que ha dicho, supongo que le estaría hablando a Olivia. Ambos acaban de llegar.

- ¡Mami! ¡Mami! ¡Te he hecho un regalo en el cole!

Me quedo frío, inmóvil durante dos minutos en esa cocina hasta que decido dejar mi cobardía de lado para tomar cartas en el asunto. Así que me dirijo al salón y me quedo de pie en la entrada observando la escena sin querer molestar. Lo último que quiero en este momento es que Olivia se de media vuelta y se asuste al ver a un extraño en su casa.

- Hola mi amor, ¿Qué tal el cole? - observo embelesado la manera en que Mía acaricia el pelo de Olivia mientras le habla con tanta dulzura que consigue mover algo en mí. Las ganas de ser yo quién actúe así llegan hasta mí golpeando mi pecho dolorosamente.

- Muy bien mami. Mira te he hecho esto. -No puedo ver el dibujo, ni tampoco la cara de mi hija porque se encuentra dándome la espalda, pero en parte casi que lo prefiero porque no quiero que vea la cara de tonto que debo tener por tan solo haber escuchado su voz.
Al instante intento apartar las lágrimas que amenazan con salir de mis ojos, y en el proceso veo por el rabillo de mi ojo derecho como una sombra se mueve de un lado al otro por el piso mientras que Olivia sigue explicándole el dibujo a su madre, así que me permito tomarme unos segundos para apartar la mirada de ellas y ver de qué se trata.

- ¿Qué haces aquí? - me susurra Polo cuando llega a mi lado.

- Recuperar mi lugar en la vida de mi hija.

- Mía está pirada, sigue sin poder acercarse a ningún tío y va y te mete en casa de buenas a primeras. Flipo.
Y tal y como ha llegado, sale del salón dejándonos solo a los tres. Mi corazón cada vez late más fuerte. ¿Seguía sin poder acercarse a ningún hombre? ¿No había estado con nadie en cinco años? ¿Y qué pasa con el tío ese de la oficina?

- ¡Mami para! - escucho gritar a Olivia haciendo que deje de lado mis pensamientos. Observo como Olivia grita entre risas mientras Mía le hace cosquillas.

- Es que es el dibujo más bonito del mundo- dice Mía llenándola de besos. Olivia todavía no se ha percatado de mi presencia, y me alegro porque estoy disfrutando mucho viendo la escena.

-¡Mami ya!
Entonces la veo deshacerse del agarre de su madre y salir corriendo del salón mientras ríe a carcajadas, pero precisamente soy yo quien está en la entrada y no me da tiempo de quitarme cuando su pequeño cuerpo choca contra él mío. Instantáneamente se separa y levanta su cabeza para mirarme.

-Olivia- susurra Mía. Ella está tan en shock como yo. El corazón me late a mil por hora. Y lo que Olivia está a punto de decir va a terminar con él.

- ¿Quién eres tú?

VOLVER A TENERTE. (II)Where stories live. Discover now