Una cajetilla de tabáco.

46.2K 2.8K 225
                                    


#Mía

-Se ha quedado dormida- le digo a Marcos minutos después cuando noto como los brazos de Olivia dejan de abrazarme, ahora solo caen sobre mí. Él gira su mirada sin dejar de abrazarnos, y pasa una y otra vez su mirada de Olivia a mí, y de mí a Olivia.

- ¿Duerme siesta? -yo asiento- ¿puedo... puedo acostarla yo?

-Claro - le digo sonriendo - Es tu hija, puedes hacer todo lo que quieras. No tienes que preguntarme nada. - Marcos me toma del mentón para dejar un casto beso en mis labios antes de coger a nuestra hija en sus brazos.

-Es idéntica a ti -me dice antes de salir de la habitación.

-No, de eso nada. Es tu clon. - Y era cierto, mi hija apenas tenía rasgos míos.

- No cielo, puede que tenga rasgos míos. Pero lo cierto es que es igual de encantadora, amigable y coqueta que su madre. Y eso me va a traer tantos problemas... -me río cuando le veo negar con la cabeza. Yo también había pensado en eso mil veces. Olivia iba a ser una mujer preciosa, ya lo era siendo una niña.

-Bueno, mejor que dejes esas preocupaciones para dentro de unos años. -Él asiente divertido mientras abre la puerta de la habitación de Olivia aún con ella en brazos. Yo me quedo apoyada en el marco de la puerta con los brazos cruzados mientras observo a Marcos acostar y arropar a mi hija con tal dulzura que se me encoge el pecho. Para ser un hombre tan formal, parece un niño cuando está cómodo en la intimidad.

- ¿Está bien que la arrope? ¿O pasará calor? ¿Y si después le entra frío? -No me río, de hecho me parece tierno.

- Arrópala Marcos, si tiene calor ella misma se deshará de las sábanas.

-Claro. -Marcos le arropa y le acaricia su carita suavemente. No voy a volver a llorar, así que salgo dejándolos solos a los dos. Yo sé lo que es disfrutar de esos momentos.

- Mírala, si parece que le hubiese tocado la lotería- Me río por las palabras de mi amigo y le hago caso omiso mientras me dirijo hasta Matthew para darle dos besos.

-¿Cuando has llegado? ¿Has comido? -le pregunto.

-Hace unos veinte minutos, y sí que he comido. Hace horas, pero gracias igualmente - me responde sonriendo.

-¿Horas?, ¿qué hora es?

- Son las cinco y media, amiga. Llevas bastante tiempo hablando con Marcos. -responde Lili. Dios mío, ¿de verdad habíamos estado hablando tanto tiempo?

- Vaya, se me ha pasado el tiempo volando.

-Normal- dice Polo sarcásticamente. Matt le golpea suavemente en el hombro al instante.

-Gracias Matt - digo mirando a mi amigo.

-¿Y Marcos? -Pregunta Lili, pero no me da tiempo a contestar, cuando su voz lo hace por mí.

-Aquí estoy. Olivia está sopa -dice mirándome. Yo asiento regalándole una sonrisa para calmarlo, parece un poco nervioso.

- ¿Estás bien?- le susurro al oído. Él asiente volviendo a juntar mi cuerpo con el suyo.

-Flipo contigo Rodríguez, sigues igual de guapo que cuando tenías veinticinco. ¿Has visto que piel tiene, nene? Y eso que lleva fumando toda la vida - dice Polo dirigiéndose a su novio, mientras Lili y yo nos reímos, y Marcos le fulmina con la mirada una vez más.

-No empieces a hablar de mí como si no estuviera delante- le dice Marcos advirtiéndole con el dedo.

- Discúlpalo, a veces habla sin pensar. Encantado, yo soy Matthew, su novio. -Miro a Marcos fijamente, parece que de un momento a otro haya dejado de estar nervioso. Ahora más bien parece... ¿sorprendido?

- Encantado, yo soy Marcos. El padre de Olivia. -Me quedó un poco decepcionada. ¿Solo padre de Olivia? ¿Y yo? ¿Dónde quedaba yo?

- Bueno, parece que al final no vamos a hacer galletas para merendar ¿no? -dice Lili mirándome con una sonrisa.

-Lo dudo. Por lo general, Olivia se despierta a esta hora de su siesta y merienda, pero hoy se le ha ido el tiempo con tantas emociones -respondo devolviéndole la sonrisa.

- ¿Donde puedo fumar? -me dice Marcos al oído mientras Lili le da conversación al santo de Matthew. Ese chico era demasiado bueno incluso para mí amigo por mucho que me cueste decirlo.

- En mi habitación. No sé si lo has visto, pero hay un balcón lleno de flores.

-Cierto, ¿desde cuando te gusta la jardinería?

- Desde nunca, es Polo quien se encarga de cuidarlas con Olivia. Es como un hobbie que tienen entre los dos. -Él asiente mientras saca la cajetilla de cigarros.

- ¿Me acompañas? ¿No fumas verdad? -yo me río de sus palabras. Voy a quedarme un poco con él.

-Sí, sí que fumo desde hace un tiempo atrás. Dame uno. -Le veo ponerse pálido al instante, al igual que noto la penetrante mirada de mi amigo sobre mi mano cogiendo el cigarro, o por lo menos en el intento de cogerlo, porque Marcos me aleja la cajetilla de las manos en dos segundos.

-No te creo, nunca te ha gustado que fumase.

-Eso no es cierto. -La verdad es que no lo era. De hecho, siempre le había encontrado atractivo cuando fumaba. Ni que hablar de cuando se encendía los cigarros mientras conducía.

- ¿Alguien quiere?-dice Marcos extendiendo la cajetilla abierta al resto de personas de la sala. Todos niegan y él se encoge de hombros guardándose la cajetilla en el bolsillo del pantalón sin darme ningún cigarro -Para ti no hay cielo.

- Bueno chicos, yo me voy -dice Lili poniéndose en pie.

-¿Qué? ¿Ya? ¿Tan pronto? -le digo con la intención de que se quede un poco más. Apenas he disfrutado de ella.

-Sí. Ryan llegará mañana por la mañana a Nueva York y necesito estar guapísima para cuando me vea -pongo cara de pena y me acerco a ella para darle un abrazo.

-Lo siento, no he pasado todo el tiempo que me hubiera gustado contigo hoy, Li -le digo al oído.

-No te preocupes, por lo menos era por una buena causa. Además, algo me dice que voy a empezar a verte mucho más seguido a partir de ahora- dice guiñándome un ojo. Yo me río y le dejo un beso en la mejilla antes de separarme de ella.

- Nosotros te podemos acompañar. Yo tengo que ir a cerrar la peluquería y a ver qué tal les ha ido a las chicas hoy, Matt me acompañará.

- ¡Vale! ¡Genial! ¡Así me enseñas el tratamiento que me vas antes de que me vaya! -Lili sonríe mientras que Polo niega con la cabeza divertido. Ella siempre conseguía que él le hiciese un hueco para lo que fuese aunque tuviese la agenda de la peluquería llena.

-Venga anda, vayámonos- dice Matt poniéndose en pie también.

- Está noche no duermo en casa nena, disfruta- me susurra Polo antes de salir los tres por la puerta, aunque creo que Marcos lo ha escuchado a la perfección.

-Vaya cielo, parece que nos volvemos a quedar solos tú y yo de nuevo.

VOLVER A TENERTE. (II)Where stories live. Discover now