Todo.

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#Mía

Me río cuando veo a Marcos echarse el pelo hacia atrás y suspirar resignado. Él se muere de ganas, y yo también. Mi cuerpo ha temblado en algún que otro momento, o se ha puesto alerta escuchando alguna de las palabras de Marcos, pero no lo ha rechazado en ningún momento. Mi cuerpo sigue respondiendo ante su toque como si la última vez que me hubiese tocado fuera ayer.

- ¿Mami?-escucho decir a una vocecita desde la puerta. Giro mi cabeza y me encuentro con mi pequeña Olivia asomando su cabecita.

-¿Qué haces ahí, mi amor? Pasa, mamá necesita un beso. -Ella no se lo piensa dos veces y corre por la habitación hasta subirse en la cama para empezar a dejarme besos y más besos por la cara. -Olivia, para - le digo riéndome.

-¡Mira mami! ¡El sol se va a dormir! ¿Lo vemos? -Yo me río por su inocencia.

- Por supuesto mi vida, vamos. -La cojo en brazos hasta llegar al sillón y me siento de lado con ella en sí brazos.

-¿Papá está en la ducha? -La miro fijamente asintiendo. Está realmente contenta, y yo también. -Mami, ¿me cantas?

-Vale, pero sólo un poquito. No quiero que tu padre me escuche y se ría de mí- ella asiente sonriente y en cuanto comienzo a cantarle la nana que tanto le gusta, se apoya sobre mi pecho mirando hacia el balcón.

"A la nanita, nana, nanita, ea, nanita ea,
mi niña tiene sueño, bendito sea, bendito sea.

Fuentecita que corre, clara y sonora
ruiseñor que en la selva, cantando llora
calla mientras la cuna, se balancea
a la nanita nana, nanita ea"

Giro mi cabeza cuando me doy cuenta de que ya no se escucha el agua de la ducha caer. Y no es de extrañar, Marcos está de pie en la puerta del baño con el móvil en la mano, la toalla envuelta en su cadera, y cara de bobo. ¿Cuánto tiempo llevará ahí? ¿Me ha grabado?

-Mami no pares, ¿porqué paras?- me dice mi hija cogiéndome la cara con ambas manos para que la mire a los ojos. Ella gira la cabeza para ver qué estaba mirando yo al no contestarle. - ¡Hola papi! ¿Has escuchado a mamá? ¿A que canta bien?

-Sí cariño, tú madre canta muy bien. Es una mujer muy talentosa-dice Marcos sin dejar él contacto con mis ojos ni un segundo. -¿Por qué nunca me has dicho que cantas?

-Porque no canto. ¿Me has grabado cantando?-le digo bajo la atenta mirada de mi hija, que además está sonriendo sentada sobre mis caderas.

-No nena, os he grabado a las dos. Estáis preciosas. -Olivia esconde su cara en mi cuello de la vergüenza mientras yo me río. Me levanto aún con ella en brazos y me acerco a Marcos lentamente mientras le señalo con el dedo.

-Marcos, borra ese vídeo de tu móvil ahora mismo- le digo cuando llego hasta él.

-O si no, ¿qué?- me contesta arrogantemente. Dios mío, el Mar os arrogante ahora no, que no puedo con él por Dios.

-Me voy a enfadar- Olivia nos mira primero a uno y después a otro sucesivamente y sin decir nada.

-Umm, enfádate. -Me roba un beso y se vuelve a meter en el baño mientras nuestra hija se ríe al ver mi cara. ¿Cómo no me he dado cuenta de que me estaba grabando?

Tres horas más tarde, estamos los tres sobre el sofá del salón viendo la película "Up" por petición de Olivia, aunque Marcos parezca incluso más emocionado que ella. Me acerco a ellos que están al otro lado del sofá, Marcos me echa el brazo por encima sonriendo en cuanto se da cuenta de mis intenciones y yo me apoyo sobre su pecho dejándole un beso en la cabeza a nuestra hija.

- ¡Cuidado pájaro! -me río suavemente al ver a Olivia gritándole a la tele como si esta pudiera escucharla. Pero me río mucho más cuando Marcos, todo rudo y descarado, repite la acción.

-¡Si pajarraco! ¡Ten cuidado, hombre! -Olivia se ríe y gira su cabeza para sonreírle a su padre. Él le deja un beso en la mejilla y ella vuelve a recostarse en su pecho felizmente. Yo aprovecho la ocasión para darle un beso a Marcos también.

-He deseado esto por tanto tiempo.

-Deseó cumplido mi amor, deseo cumplido. -Quince minutos después, la película ha terminado y Olivia duerme sobre el pecho de Marcos.

- Recogeré todo esto, apuéstala tú.

-Claro, nena. - Él asiente encantado y se marcha del salón con Olivia en brazos mientras que y me quedo recogiendo y fregando los platos de la cena. Cuando acabo decido echarle un vistazo a Olivia antes de irme a la cama donde suponía que iba a estar Marcos. Suponía, porque cuando entro a la habitación de Olivia lo encuentro dormido con ella en la pequeña cama para niños y con la mitad de su cuerpo fuera de ella. Me río, me quedo admirando la escena por unos segundos y luego decido hacer una foto, quiero recordar este momento para toda la vida.

-Marcos, cariño despierta- le zarandeó un poco hasta que consigo despertarle.

-¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Me he quedado dormido? -yo asiento mientras le doy un beso.

-Vamos, te vas a hacer daño ahí

- Ven aquí, nena- me dice cuando cierra la puerta de la habitación.

-Atrápame. -Me echo a correr riendo, él no tarda ni dos minutos en reaccionar y venir tras de mí. Así que cuando me dispongo a abrir la puerta de la habitación, él se adelanta y me agarra de la cintura, dándome media vuelta haciendo que mi espalda quede contra esta.

-Atrapada, cielo - dice sobre mis labios. -Ahora, quiero que no hagas ningún ruido y te quites la ropa poco a poco- susurra mientras ambos entramos en la habitación. Marcos no me suelta las manos, y el hecho de que me tenga prácticamente inmovilizada me pone. Me pone mucho.

-Y ahora qué- le digo sobre sus labios.

-Ahora me voy a sentar aquí-dice sentándose en el filio de la cama. -Y tú te vas a quitar la ropa muy lentamente, cielo. -Me quito la ropa poco a poco hasta quedarme en ropa interior, y me quedo mirándole esperando a que me indique el siguiente paso. - Nena, he dicho to-do.

VOLVER A TENERTE. (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora