Era todo lo que necesitaba.

35.9K 2.3K 185
                                    


#Mía
Me bajo del coche intentando serenarme en cuanto llegamos a casa de mis suegros. Apenas me da tiempo a bajar a Olivia del coche, cuando sale disparada hacia donde están los hermanos de Marcos jugando con todas las cosas que Ignacio y Eva han puesto para el cumple.

- ¡Olivia ten cuidado! -le gritó cuando le veo apunto de chocarse contra el señor de los globos. La fiesta iba a ser por la tarde y ya estaban montando... ¿cuantas cosas más podría caber en el jardín?

- ¿A dónde vas? - escucho a mis espaldas. Pero como sé perfectamente de quién se trata y que es lo que pretende, decido continuar andando en busca de mi suegra. Por lo menos vería todo el decorado de la parte trasera de la casa. -Mía, te estoy hablando.

- Suéltame - le digo aún dándole la espalda cuando noto su agarre en mi brazo.

-No. -Entonces me giro para ponerme cara a cara con él, no entiendo que es lo que le pasa hoy.

- ¿Qué quieres? ¿Se puede saber que es lo que te pasa? ¿Es que no me vas a dejar en paz? - maldigo mentalmente mis palabras en cuanto las pronuncio. Puedo ver en los ojos de Marcos cuanto le ha dolido que yo le hable así, pero desde luego que hoy se está luciendo conmigo.

- Ya te he dicho lo que me pasa. - Su tono de enfado y advertencia hace que mi mal humor aumente.

- Pues lo siento Marcos, pero como no puedo hacer absolutamente nada para arreglar tus celos enfermizos de mierda, me voy. Adiós.

- ¡¿Mis celos enfermizos?! ¡¿Mis celos enfermizos?! ¡He estado años controlándome contigo, Mía! ¡Con Tomás, el imbécil ese con el que te liaste! ¡Con el estúpido de Dani! ¡Con todos los tíos que te miran! ¡Incluso he sentido celos de Polo! ¡Y de su novio! ¡¿Porqué tienes que ser tan malditamente cariñosa con todos?! ¡¿Porqué?! ¡Eh! ¡¿Es que acaso quieres volverme loco?! -la sangre me empieza a arder a medida que voy escuchando sus palabras. ¿De verdad llevaba tanto tiempo guardando todo eso? ¿De verdad yo le he dado motivos para estar celoso de todos los tíos que ha dicho? ¿De verdad no se da cuenta que desde que le conocí no he podido ni siquiera mirar a otro por voluntad propia?

- Me parece muy injusto que digas todo esto Marcos, yo te he visto tontear con otras chicas incluso cuando éramos novios hace cinco años. Te he visto con todas las tías que intentaban ligar contigo cuando estábamos juntos, con las que te tirabas antes de que estuviésemos juntos, con la que te pille acaramelado en la "L", con todas con las que hayas estado después de dejarlo -me interrumpe.

-Mía - está vez le interrumpo yo.

-No. Te he visto incluso con Cloe, y me ha dolido. Estabas en tu derecho, pero me ha dolido. Así que no vengas ahora a echarme en cara todo lo que tienes guardado desde hace años porque desde luego que yo tengo muchos más motivos para desconfiar que tú.

- No me gusta la forma en la que te habla, te mira o te toca ese tal Julio - me dice más calmado mientras se enciende un cigarrillo.

- ¡Mía! ¡Marcos hijo! - escucho a mi suegra de fondo, pero ninguno nos giramos a verla. Estamos demasiado ocupados mirándonos el uno al otro.

- Tampoco me gusta como me estás tratando tú. Se supone que este día iba a ser especial para todos y la has cagado.

A pesar de que me quedo un rato esperando alguna respuesta por su parte mientras su madre no deja de llamarnos, Marcos no dice una sola palabra, su orgullo y su arrogancia le pesa mucho más que mi perdón. Y con un nudo en la garganta y nada más por decir, me doy media vuelta y le dejo allí solo apoyado en el coche. No iba a permitir que algo así fastidiase el cumpleaños número cinco de Olivia.

- ¡Mía! ¡Preciosa! ¡Pero qué ganas tenía de verte! - dice mi suegra cuando nos encontramos en mitad del camino de entrada a su casa. Ella no tarda ni dos segundos en darme uno de sus reconfortantes abrazos. Dios mío, si que necesitaba algo así.

-Yo también me alegro mucho de verte Eva - le digo tratando de sonreír lo mejor que puedo. Lo último que quiero es romper a llorar aquí mismo y tener que contarle todo lo sucedido con Marcos y todos los trabajadores que están montando las cosas.

- ¿Y Marcos? ¿No viene? - pregunta mirando en su dirección. Yo también le busco con la mirada hasta que lo encuentro todavía fumando apoyado en el coche y atendiendo una llamada.

- Sí, ahora vendrá. Supongo que no querrá fumar cerca de los niños. - Eva se detiene para mirarme detenidamente durante unos segundos. Se ha dado cuenta, la conozco, sabe tan bien como yo que algo está pasando.

- Pues que venga cuando quiera, no voy a interrumpir su llamada, seguro que son negocios y cuando alguien de esta familia negocia, es mejor no meterse de por medio. Pero - dice alargando la "o" - tú y yo sí que vamos a entrar a la casa porque te tengo una sorpresa que estoy segura de que te va a encantar.

- ¿Para mí? - pregunto recuperando el ánimo. Mi suegra asiente sonriente, y enseguida me contagia su positividad.

- Venga, vamos. - Me giro una última vez para mirar a mi hombre, quien todavía seguía hablando por teléfono. Y, nada más voltear la mirada al entrar en la casa, mis ojos se encuentras con Matt y Polo jugando con Lili y Olivia.

- No me lo puedo creer - susurro para mí misma. Aunque mi suegra, que está a mi lado me escucha y me pone la palma de su mano en mi hombro para a continuación darme un apretón sin dejar de mirarnos a todos con adoración.

- ¡Nena! -grita Polo lanzándose a mí en cuanto me ve. No me da tiempo a contestarle cuando me coge en volandas mientras ambos nos reímos. Segundos después Matt se había unido al abrazo.

- Dios mío, esto era todo lo que necesitaba- susurro al oído de mi amigo mientras me estrecha en sus brazos. Y cuando abro los ojos, veo a Marcos de pie en la entrada y con la mirada impasible.

- Marcos -susurro, pero él ya se ha ido.

VOLVER A TENERTE. (II)Where stories live. Discover now