La única.

45.7K 3.1K 696
                                    


#Mía

Escucho la conversación entre Lili y Olivia de camino a casa. Olivia va señalando cada sitio que conoce desde la ventana del coche mientras que Lili escucha atentamente las infinitas anécdotas de mi hija. Y aunque yo también hablo de vez en cuando, mi mente está en otra parte, en esa mujer. Desde luego, la tal Cloe impresionaba mucho más de cerca, era guapa, hermosa podría decir, mucho más que yo de hecho. Y esa era la misma razón por la que no me cuadraban las cosas, sí Marcos me decía a menudo lo maravillosa y buena que era, Lili no tiene ninguna objeción sobre ella, y físicamente podría tener a quien quisiese, ¿qué le había hecho a Marcos quedarse conmigo y no con ella? ¿Lo hacía realmente por mí? ¿Por nosotros? ¿O simplemente por pasar más tiempo con Olivia? Fuese lo que fuese, algo me decía que iba a tardar en encontrar respuesta a todas mis preguntas.

- ¡Mami! ¡Mami!- vuelve de nuevo en mí cuando escucho a Olivia llamándome. Ni un minuto para pensar tengo ya...

-¿Qué mi amor? -respondo a mi hija mirándola por el retrovisor para encontrármela jugando con sus muñecas en su sillita del coche.

- ¿Podemos hacer esta tarde crepes con chocolate? Porfi, seguro que a tita Lili le encanta -dice mi hija juntando las palmas de las manos en señal de pedir algo.

- Creo que no tenemos harina, cariño. - La observo levantando y bajando los hombros como si no le importase lo que le digo. Me río mientras entro en el garaje de nuestro edificio, por fin en casa. Me muero de hambre.

- Pues se compra mami. -Yo asiento. ¿Qué le iba a decir?

- Compraremos lacasitos también para ponerle por encima, Oli. -Observo la cara de mi hija ante las palabras de mi amiga mientras apago el motor. Ella nunca ha probado los lacasitos.

-¿Lasitos? -repite Olivia haciéndonos reír.

-Lacasitos mi vida, lacasitos. Son como unos chocolatitos pequeños de colores.

-Te van a encantar- dice Lili cogiéndola en brazos. Olivia ya es grande y sabe que empieza a pesar, pero Lili siempre se deja hacer con ella. Así que durante el trayecto en ascensor continúa la charla sobre los crepés, hasta que llegamos a nuestro piso. Olivia sale corriendo, supongo que buscando a Polo.

-¡Hola! ¡Estamos en casa! - anunció dejando las llaves en el mueble de la entrada.

- ¿No hay nadie? - dice Lili cuando no oímos la respuesta de Polo.

-Es imposible, huele a comida. - Ella asiente, y segundos después nos dirigimos ambas hacia la cocina, donde nada más abrir la puerta me encuentro con la escena que menos me podía esperar . Marcos lanzando a Olivia por los aires mientras ella ríe a carcajadas y Polo cocina.

- ¡Oh! ¡Ya estáis aquí! ¿Qué tal el vuelo? - dice Abrazando a Lili aún con el delantal puesto en cuanto la ve. Observo a mis mejores amigos saludándose mientras Marcos se me queda mirando fijamente, igual que yo a él.

-Bien, muy bien. Tenía muchas ganas de veros - contesta mi amiga mientras se separa de Polo- ¡Marcos! ¡Cuánto tiempo! - Marcos no se lo piensa dos veces y la envuelve rápidamente en sus brazos mientras algo en mí se enciende. ¿Hace cuánto no me abraza a mí de esa manera?

- ¡Tita Lili! ¡Conoces a Marcos! ¡Él es como el mejor amigo de mamá! - dice Olivia exagerando los gestos con las manos nuevamente mientras mi cara se pone blanca. Marcos levanta la mirada hasta mí, supongo que él tampoco sabe qué decir en este momento.

- Si Oli, todos éramos amigos hace muchos años. Toma cariño, pon la mesa que hoy tenemos invitados- le dice Polo a mi hija dándole un puñado de cubiertos. Él sabe que a Olivia le encanta poner la mesa, aunque siempre se equivoque con el sitio donde va cada cosa.

-¡Voy tito! - Y dicho esto, Olivia sale corriendo hacia el comedor. Montar la mesa le llevará un rato.

-¿Qué haces aquí? - digo dirigiéndome a Marcos

- ¿Podemos hablar? ¿En privado? - No me da tiempo a decirle que sí o que no cuando rodea rápidamente mi muñeca con su mano y tira de mí hasta el salón.

- ¿Qué haces? - le digo cuando le veo cerrar la puerta tras él. Pero no me contesta, viene derechito hasta donde estoy yo y me coge la cara entre sus manos para después darme un profundo beso al que no me puedo resistir.

-Joder, necesitaba esto- dice cuando se separa de mí.

- ¿A qué viene esto? - le digo acercándome a él, que está mirando toda Manhattan a través del ventanal.

- La he dejado, Mía. Anoche. Se ha acabado. Por ti. Para que estemos juntos. - Le giro el rostro suavemente con mis manos.

- Le has dejado. - Es lo único que logró articular.

-Te lo juro. De verdad que no te miento, ya no estamos juntos.

-Lo sé, te creo. La he visto hoy. - Marcos dirige su mirada desde mis labios hasta mis ojos.

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Habéis hablado? ¿Te ha dicho algo malo?

-En el aeropuerto cuando he ido a recoger a Lili, ella se marchaba. Pero ni siquiera hemos mediado palabra. En lo que sí me ha dado tiempo a fijarme es en lo guapa que es. Marcos, esa mujer es preciosa... - Él se queda mirándome fijamente como si le estuviese contando algo increíble de creer.

- ¿Y? Tú también lo eres, si eso es a lo que te refieres.

- No, me refiero a que me he quedado impactado cuando la he visto de frente. Y después de todas las cosas buenas que me has dicho sobre ella, hay algo que sigue sin cuadrarme.

-¿Que pasa? - dice suspirando. Yo observo como con el gesto se le marca aún más el mentón. Qué hombre tan sexy.

- Qué no comprendo como has podido volver a mí después de todas las cosas malas que hemos tenido, si has tenido la oportunidad de estar con alguien tan increíble como ella. - Marcos niega con la cabeza mientras empuja mi cuerpo con el suyo hasta acorralarme contra la pared mientras pone ambos brazos bajo mi cabeza y me mira fijamente.

-Porque de todas las mujeres que hay en el mundo, la única que puede volverme loco eres tú.

VOLVER A TENERTE. (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora