Me alegro de que lo entiendas.

44.1K 2.7K 175
                                    


#Mía

- Hola nena, ¿qué tal el trabajo? ¿Y Olivia? - dice Polo cuando me ve entrar en el piso.

- Bien, demasiado tranquilo para ser el principio de la mañana - le digo sonriendo. Me acerco a él y le doy un beso en la mejilla antes de dejar que siga trabajando en su portátil.

- Repito, ¿dónde está mi princesa?

- Aquí. Y también es mi princesa - dice Marcos entrando por la puerta con Olivia dormida en sus brazos.

- Vaya, porque me sorprendo. Rodríguez. -Ambos se saludan con un gesto de cabezas.

- Polo. Voy a dejar a Olivia en su cama, que duerma un poco más -Asiento.

- ¿Y Ramón? - pregunto antes de que Marcos salga del salón. Él se detiene y se gira hacia mí.

-Le he dicho que se vaya, que se tome el resto del día libre. El hombre también tendrá más necesidades además de trabajar para mí. -Vuelvo a asentir antes de verle desaparecer por el salón.

- Nena, ¿es cosa mía o tu hombre está un poco cabreado? -dice Polo mirándome mientras se sirve café.

- Lo está. Voy a arreglar las cosas con él. Te quiero. - Vuelvo a dejarle otro beso en la mejilla y me marcho por donde ha ido Marcos minutos antes.

- Ay, lo que daría yo por una reconciliación en la cama con ese hombre.

- ¡Te he escuchado! -le digo a mi amigo riéndome desde la lejanía. Si Marcos le llega a escuchar...

- Mía. -Me sobresalto cuando escucho la voz cortante con la que Marcos me llama.Me giro, está en la puerta de la habitación de pie y sin quitarme un ojo de encima mientras me descalzo.

- Dime.

- ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que pasa? ¿Porqué no quieres volver conmigo a la ciudad? - le veo bajar los hombros como si se hubiese quitado un peso de encima. Pobre. A lo mejor me estoy pasando con él.

- Me da miedo -le digo sin mirarle a la cara. En estos momentos echo de menos no tener más tiempo a Lili conmigo, ella me hubiera aconsejado para saber que decirle en estos momentos.

- ¿Qué? ¿Miedo tú? ¿A qué? ¿A quién? - Mierda. Ahora está alerta. Suspiro antes de armarme de valor y mirarle nuevamente a la cara.

- Me da miedo de todo Marcos. Me da miedo de cómo van a reaccionar los chicos cuando me vea, de como se va  adaptar Olivia, miedo de volver a ver a tu familia como si no hubiera pasado nada durante todos estos años... ni siquiera sé dónde vamos a quedarnos. La última vez que estuve allí vivía en la residencia de la universidad, yo no tengo casa allí.

- No puedes estar hablando en serio. Todos están locos por verte, y por conocer a Olivia. Y sobre qué no tienes casa... claro que la tienes, mi casa es toda tuya. Nos quedaremos allí, incluso puedes re decorarla si no te sientes cómoda. -Niego con la cabeza lentamente, él lo veía todo muy fácil.

- Lili me dijo que te independizaste hace mucho tiempo -él asiente. Creo que ya está notando por dónde va a terminar la conversación. -No pienso vivir ni convivir en la misma casa donde has estado viviendo casi dos años con otra mujer.

-Mía - Ahí está. Él ni siquiera había pensado en eso. - Es una tontería, solo es una casa.

- No que vá, no es ninguna tontería. Apostaría mi vida a que tú serías incapaz de ducharte en la misma ducha que el hombre con el que yo hubiese estado saliendo, ni siquiera serías capaz de dormir en la misma cama sabiendo que en esa cama habríamos hecho el amor miles de veces. -Le veo bajar la cabeza, parece que ha empezado a entenderme sin necesidad de discutir.

-Lo siento -levanta la mirada y sus ojos conectan inmediatamente con los míos. Como ya es costumbre, saltan chispas entre nosotros. - Yo tampoco soportaría la idea de compartir el mismo techo que otro hombre con el qué hubieras estado.

- Me alegro de que lo entiendas - le digo rodeándole el cuello con mis brazos. Quiero que vea que no estoy enfadada con él ni mucho menos, solo quiero que estemos bien.

- Encontrare la solución, nos quedaremos en otro sitio. Donde tú quieras, pero promete que me vas a acompañar, que no os vais a quedar en Nueva York toda la semana.

- ¿No te vale con hospedarte en mi casa esta semana? -Él niega con la cabeza pegando su nariz a la mía. -Bueno, todo se puede negociar.

- ¿A sí? ¿Y qué es lo que tengo que hacer para que vengas conmigo, nena? -Marcos acerca su cuerpo al mío mientras me susurra al oído.

- ¿Qué tal esta noche tú y yo, solos? Qué me des una vuelta en tu coche... como en los viejos tiempos. - Nuestra respiración se vuelve agitada de un momento a otro, él ya está caliente y yo estoy realmente excitada.

-Joder - dice separándose de mí. ¿Me estaba rechazando?

- ¿Qué pasa? -me preocupo considerablemente. Marcos nunca me había rechazado, ¿es que ya no le ponía?

-Nena -le interrumpo de inmediato.

- ¿Es que ya no te atraigo sexualmente? ¿Es eso?

- ¿Qué? ¿Estás de coña? -Marcos se empieza a reír mientras mi cuerpo se relaja del alivio. - Nena, Lili me ha hecho prometer que esta noche saldríamos con ellos a la feria, como siempre, solo que esta vez contamos también con una niña.

-Menos mal, me habías asustado - digo soltando el quite de mi cuerpo.

-Cielo, yo nunca podría dejar de excitarme contigo. -Le beso con ansias. Me muero por volver a repetir lo de anoche. No me acordaba de lo mucho que disfrutaba con él del sexo.

-Eso lo dices ahora, sí me hubieses visto gorda y embarazada...

- Seguiría sintiendo lo mismo por ti aún estando ciego, nena.

-Eso me gusta -susurro sobre sus labios. Marcos sonríe sobre los mío y después se lanza para unirlos mientras yo me dejo llevar. Sus manos agarran mis caderas y antes de poder darme cuenta, ya estoy tumbada en la cama con su cuerpo sobre el mío y su boca en mi cuello.

-Bueno, a lo mejor llegamos un poco tarde.

VOLVER A TENERTE. (II)Where stories live. Discover now