Que te sea leve.

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#Mía

-Venga Polo, despierta.

-Umm, que hoy voy más tarde -dice mi amigo entre sueños mientras le zarandeo de un lado al otro.

-¿Qué dices? ¿Te puedes levantar? - Dios mío, si sigo así voy a llegar tarde.

-Que me dejes dormir Mía, que para algo soy el dueño de la peluquería- me contesta tapándose la cara con la almohada. Ah no, ahora sí que me va a escuchar.

- ¡Apolo Reyes!- gritó tirando la almohadas cualquier parte de la habitación- ¡Dijiste que te encargarías de llevar a Olivia al colegio! ¡Qué yo entro hoy a trabajar más pronto para salir antes e ir al aeropuerto a por Lili! ¡Me lo prometiste!¡Así que sal de esa cama antes de que te saque yo!

-Vaya, alguien aquí no tiene un buen despertar- dice mi amigo desperezándose tranquilamente. Dios santo, ¿es que no ha escuchado nada?

- He dejado la ropa de Olivia preparada, solo vístela, dale el desayuno y llévala al colegio, yo la recogeré más tarde.

- Bien, todo perfecto. ¿Me puedes dejar a solas para arreglarme tranquilamente nena?- ¿Arreglarse? ¿Está viendo la hora que es?

-Tienes veinte minutos para llevar a Olivia al colegio, Polo- digo saliendo de la habitación para coger mis cosas y marcharme.

-¿Qué? ¿Veinte minutos? ¿Tú sabes el tráfico que hay en esta ciudad? ¿Porqué no me has despertado antes? - dice siguiéndome el paso. Yo me paro antes de llegar a la puerta para contestarle.

- ¡Llevo casi media hora despertándote! ¡Ni siquiera has notado cuando se ha ido Matt!

-Sí, tienes razón, anoche fue una noche movidita, supongo que es por eso.

-Me voy, me interesa más no perder mi trabajo por llegar tarde que tú increíble vida sexual.

-Y muy bien que haces, nena. -Salgo rápidamente del edificio, saludando a Peter como cada mañana y me monto en el coche para encaminarme al trabajo, donde nada más llegar me espera mi amiga Sara con un café caliente para mi.

-Gracias Sara mi vida, de verdad que yo sin ti no sé qué haría- le digo cogiendo el café de sus manos para llevármelo a mi oficina.

-Nada nena, ya te lo digo yo. ¡Igualmente creo que tenemos muchas cosas de las que hablar!- dice alzando la voy para que yo le escuche mientras abro la puerta de mi despacho, le digo que si con la cabeza y suspiro en cuanto cierro la puerta tras de mí.

-Bien, vamos allá- y como si tuviera un radar para ver cuando he llegado y cuando no, mi jefe se pronuncia a través de su llamada rutinaria para ver cómo va marchando todo lo que él ha ordenado. Para mi suerte, está contento conmigo un día más.

-Explícame que es lo que has hecho -dice Zack entrando sin previo aviso.

-Buenos días, Zack- le respondo cortésmente mientras cuelgo la llamada de mi jefe, que ya ni se encuentra en la línea.

-Sí Mía, buenos días para ti, para mi no. ¿Qué es lo que has hecho? ¿Cual es el secreto?- me dice poniendo ambas manos sobre el escritorio e inclinándose sobre mí. Si se piensa que por una tontería así va a poder intimidarme, lo lleva claro.

-No sé a qué te refieres Zack, y no quiero ser borde, pero tu impertinencia está empezando a cabrearme- le digo levantándome para quedar a su altura mientras le veo agarrarse el puente de la nariz con los dedos en señal de estrés.

-Vamos a ver, yo siempre he tenido buenas ideas y he sido de los mejores, o incluso el mejor en mi trabajo. ¿Qué es lo que estás haciendo para tener tan contento a nuestro jefe? Lleva casi un mes sin apenas mirar ninguno de mis proyectos, siempre con tu nombre en la boca.

-No lo sé Zack, supongo que soy muy buena en mi trabajo- le digo rodeando el escritorio hasta quedar frente a él.

-No me vengas con esas, Mía - me dice acercándose a mí peligrosamente.

-Bien, pues si no me crees ya lo verás por ti mismo el día de la presentación para elegir cuál le gusta más. Quizás el viernes cuando vayamos a almorzar, puedo darte algún que otro consejo bastante útil. Te irá bien- le digo burlándome un poco aunque en el fondo ambos sabemos que lo que dice es algo muy serio. Cuando el jefe no elige tu trabajo durante un largo periodo de tiempo, es por que no le gusta lo que ve, y eso solo te puede llevar a ser reemplazado por alguien que lo haga mejor que tú.

-Está bien, guapa. Otro motivo más por el que esperar con ganas ese almuerzo- dice pegándose a mí mientras me guiña el ojo.

- ¿Eso es todo? ¿Todo este numerito para esto? - le digo un poco molesta. ¿De qué va?

-Solo, que gane el mejor- dice guiñándome de nuevo el ojo mientras sale por la puerta. ¿De dónde ha salido un hombre tan extraño como él? Aunque la verdad no se para que me sorprendo, si ya me conozco de sobra todos sus trapos sucios.

Observo bebiendo nuevamente de mi café, como Zack desaparece de mi oficina de un momento cerrando la puerta por completo. Paso las cinco horas restante de trabajo pensando en cómo será el reencuentro con Lili, y por supuesto también rezo en algún momento por no pillar tráfico de camino al aeropuerto.

- Qué rápido, ¿no nena? - escucho decir a Sara cuando salgo de la oficina con mi bolso colgado en el hombro , y un montón de papeles trabajados para el jefe.

-Necesito llegar a tiempo al aeropuerto para recoger a una amiga que viene a pasar unos días por trabajo. Y esto, es para que se lo entregues al jefe. Dile que está todo listo, y que si tiene alguna duda con los planos que me llame.

-Oye nena, permíteme que te pregunte... ¿Y con él chulazo del otro día? ¿Qué tal? ¿Ha habido algo? - me dice Sara apoyada en su escritorio mientras me hace reír.

-Pues la verdad es que sí, que hay algo... pero eso ya te lo contaré más detenidamente. Bueno Sara, ¡me voy que no llego a por mi mejor amiga. -le digo antes de comenzar a andar hacia la entrada del edificio. ¡Que te sea leve!

VOLVER A TENERTE. (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora