Esta noche mando yo.

44.4K 2.6K 266
                                    


#Mía

-Pues adivina lo que voy a hacer ahora.

- ¡Umm! ¡Marcos! - Pero él me tapa la boca con un beso rápidamente para que nadie me escuche. La situación, Marcos dándome placer con sus manos mientras me mantiene en silencio para que no nos escuche nadie en esta casa llena de gente me parecía tan excitante. Que los guardias de seguridad merodearan bajo este balcón y yo estuviese aquí mientras tanto entregándome a mi hombre...

-Shh, nena o te controlas, o te van a acabar escuchando todos. Y sé que no te gusta la idea -me dice con su mano presionando en mi mandíbula mientras aumenta el ritmo de su mano y mete el tercer dedo.

- Oohh.

-Joder, qué sensible estás hoy. -Yo asiento varias veces rápidamente deseando que de un paso más, pero como no lo hace, soy yo la que se pone a mover las caderas contra él mientras su mano continúa trabajando en mí. -¿Nena qué estás haciendo?

-Quiero más- susurro besándole el cuello, besándole el lunar. Sé que eso le pone malo.

- Mía -me dice con la voz ronca. Dios mío, que cachonda estoy.

-Umm- digo mordiéndole el lóbulo de la oreja.

-A la mierda, vamos. -Marcos saca de un momento a otro sus dedos de mí y yo gruño porque siento que me falta algo... santo Dios, yo quiero que eso vuelva ahí.

-Marcos -gimoteó esperando que vuelva y siga con lo que estaba haciendo.

-No te preocupes nena -dice acercándose sensualmente hacia mí. - Voy a acabar lo que estaba haciendo pero no aquí.

- ¿Entonces? - Él no responde nada, simplemente se da media vuelta y se aleja de ahí tirando de mi mano tras él. Joder, me quema ahí abajo.

-No hagas ruido -me dice antes de entrar nuevamente en la habitación dónde sigue durmiendo nuestra hija plácidamente, para más tarde atravesarla y salir de ella. Me río por lo bajo cuando observo el pantalón de chándal de mi hombre a punto de explotar mientras baja con nerviosismo.

- Vaya, esto me gusta -le digo rozando con mi dedo todo su miembro sobre la tela. Él suspira y acelera su paso hasta llegar a mí.

- Joder Mía. -Dejó de andar cuando llegó al final de las escaleras, porque no sé hacia donde quiere ir Marcos. Y de repente, me toma del mentón con una de sus manos y aprieta su cuerpo al mío.

- No seas mala gatita, o tendré que castigarte.

- Hazlo -le respondo sobre sus labios- lo estoy deseando.

- Joder. -Me coge de la mano y sale de la casa conmigo tras él intentando no caerme. Le conozco, está ansioso, loco por más.

-Marcos, ¿a dónde vamos? ¿Aquí hay seguridad? -susurro mirando hacia todas partes. ¿Qué iban a pensar si nos viesen deambulando a estas horas por ahí y descalzos como si fuésemos niños?

- Nena, solo estoy asegurándome de llevarte a algún sitio donde no nos escuchen. Porqué te juro que vas a gritar hasta que no te de la voz para pedir mas esta noche. -Aprieto mis piernas cuando le escucho hablar. Y cuando menos me lo espero, Marcos me jala del brazo hasta meterme en alguna parte, de esta enorme casa, que desconozco.

- ¿Qué es esto? ¿Dónde estamos? -digo mirando a mi alrededor, todo está negro.

-No te muevas. -Entonces Marcos suelta mi mano y se aleja de mí. Dos minutos más tarde se encienden las luces y observo todo a mi alrededor.

- ¿Una piscina de interior? ¿Desde cuándo tienen tus padres una piscina de interior en su casa?

-Era un garaje para mí, pero lo convirtieron en esto cuando me mudé. -Asiento sin decir ni una sola palabra, quien entiende a los ricos...

- Vaya.

- Nena... la ropa. Ahora. -Hago lo que me dice y comienzo a desnudarme sin apartar mis ojos de los suyos, que me abrasan la piel, mientras él se termina de quitar los pantalones también.

- Ven -susurro poniéndome de rodillas en una de las tumbonas que bordean la piscina. Marcos parece dudar unos segundos, pero en cuanto se da cuenta de mis intenciones, se acerca hacia mí.
No hace falta mediar palabra entre nosotros. Yo mantengo la mirada constante sobre su fornido y aditivo cuerpo mientras avanza lentamente hasta ponerse frente a frente conmigo de rodillas y su miembro apuntándome a la boca. Lo estoy deseando.

-Joder. -Mi felicidad aumenta a medida que muevo mi mano, mi boca y mi lengua mientras mi hombre gruñe y me agarra el pelo. -Más, nena.

-Umm -digo separándome de él para mirarle a los ojos. - ¿Así?

-Me cago en la puta. Joder Mía... así nena. -Aumento el ritmo y sigo chupando, succionando el capullo antes de volver a metérmela en la boca hasta que... - Ya está bien. Te quiero ahora, a cuatro.

-Ahh! -chilló cuando le noto entrando de golpe en mí. Dios mío, cuánto necesitaba esto.
Entonces Marcos comienza a moverse sobre mí, lento pero profundo, mientras tira de mi pelo hacia detrás.

- ¿Esto era lo que querías no cielo? ¿Esto es lo que te gusta?

-¡Ahhh! Sí! Sí! ¡Dame más Marcos! ¡Más fuerte! - le digo cuando noto su otra mano trabajando mi clítoris.

-Joder, ya no te lo tengo ni que preguntar. Te has vuelto toda una experta.

-Date la vuelta - le digo separándome de él, quien me mira confuso y para de inmediato. Vuelvo a gritar cuando noto su miembro saliendo de mí.

- ¿Qué pasa nena? ¿Te he hecho daño?-pregunta confundido

- Shh -Pongo mi mano sobre su pecho y le empujó con suavidad hasta dejarlo tumbado boca arriba. A continuación, colocó cada pierna alrededor de sus caderas y me concentro en dejarle besos húmedos por el cuello mientras me introduzco su miembro poco a poco en mí.

-Oh, joder. -Es lo único que sale por la boca de mi hombre cuando empiezo a moverme sobre él mientras le llevo sus manos a mis pechos. Él aprovecha para agarrarlos y besarlos, comerlos...

- Tranquiló campeón, hay tiempo para todo.

-Grr - gruñe mi hombre pidiendo por más.

-Y además, esta noche... mando yo.

VOLVER A TENERTE. (II)Where stories live. Discover now