Solo son niños.

42.1K 2.7K 603
                                    


#Marcos

- Hijo, eso es todo lo que sé. Pensé que tenías que saberlo en cuanto me enteré.

- Sí, has hecho bien. Lo que no entiendo es de que se conocen Cloe y papá, y porque ninguno ha dicho nada hasta ahora. Joder, ¿Cloe ha fingido todo este tiempo que no se conocían? ¿Incluso cuando los presenté? ¿Pero qué clase de mierda de es esta?

-Intentaré averiguar todo lo que pueda cariño, pero tampoco puedo meterme mucho en los asuntos de tu padre. Ya sabes cómo es. - La voz de mi madre hace que me de un escalofrío al cuerpo, ella no se merecía tener a alguien como él a su lado. No la merecía ni siquiera un poco.

- Sí, lo sé mamá. - Me llevo una mano a la nuca. ¿Qué se supone que iba a hacer ahora? ¿Se lo cuento a Mía o no? ¿Me encaro a mi padre?

- Oye cariño, no es por nada pero... si Cloe está aquí y dice que os habéis separado, ¿significa eso que Mía y tú? - se calla, esperando por supuesto que yo conteste. ¿Porqué a las mujeres les gusta tanto el drama?

- Sí mamá, Mía y yo estamos juntos de nuevo. Y esta vez va para largo.

- Marcos -la escucho sollozar. Joder mamá, ahora no.

-Mamá, estamos juntos y estamos bien, no dramatices. Puedo verte llorar desde aquí.

- Si si, tienes razón hijo, lo siento. Es solo que deseaba tanto esto...

- Lo sé. -Joder que si lo sabía. Mi madre no solo me ha recordado lo idiota que fui al dejar marchar a Mía mil veces, si no que nunca ha estado dispuesta a cederle su lugar a nadie. Ni siquiera a Cloe, que se desvivía por agradarle.

- ¿Y mi nieta? ¿Cuando la podré conocer? -Está emocionada, puedo notarlo. Y si no para, va a hacer que me emocione yo también.

- En unos días. No hagas planes para el fin de semana con tus amigas.

- ¿Qué? ¿Este fin de semana? ¡Estamos a mitad de semana Marcos! ¡En que estabas pensando! ¡Porqué no me lo has dicho antes! ¡Ahora voy a tener que cancelar mil cosas! ¡Tus hermanos ya tenían planes! -Me río mientras escucho como dramatiza la situación, supongo que esa es una de las razones por las que Mía y ella congenian tan bien.

- ¡Hola! ¡¿Hay alguien en casa?! - escucho decir a Mía. ¿Qué hora es? ¿Porqué ha llegado antes que Olivia y Polo.

- ¡Estoy en el comedor nena! -miro el reloj en mis manos. Parece que hoy ha salido más pronto del trabajo.

- Hijo, ¿esa es Mía? - reaccionó al escuchar a mi madre. Casi me olvido de que seguía al otro lado de la línea.

-Sí mamá, es Mía. -Sonrío a mi mujer cuando entra en el comedor con unas cuantas bolsas en las manos. ¿Le ha dado tiempo a ir de compras también?

-Hola cariño -dice dándome un casto beso y abrazándose a mi cintura- ¿Estás hablando con tu madre? -Yo asiento sin poder dejar de mirarla. Qué guapa está.

- ¡Hola Eva! - grita Mía sin dejar de abrazarme para que mi madre pueda escucharla.

- ¡Mía, hija! - responde mi madre con el mismo tono de voz.

-Mamá, el que te tiene al teléfono soy yo. Entre una y la otra, me vais a dejar sordo.

-Oh, vamos, pónmela. Tengo tanto que hablar con ella... -suspiro. ¿Porqué no habré colgado a tiempo?

- Quiere hablar contigo - le digo a mi mujer extendiéndole el teléfono, el cual coge sin rechistar lo más mínimo. Supongo que ella también tendrá ganas de hablar con mi madre, así que decido apartar mi portátil y llevar el resto de los documentos que tengo en la mesa hasta la habitación de Mía, así de paso le dejo algo de privacidad para cotillear sobre mí. ¿De quien más iban a hablar si no era de su irresistible hijo o novio?

-¡ Yo sí que echaba de menos hablar contigo! - escucho decir a Mía desde la otra parte de su casa.

- ¡Mamá! ¡Papá! -escucho gritar a Olivia minutos después.

- ¡Oli te he dicho mil veces que no grites! ¡Cualquier día te contestará algún vecino! -Me descojono yo solo ante lo que dice Polo. Menuda idiotez, solo es una niña.

- ¡Papi!

-¡Eh! ¡Enana! ¡¿Qué tal el día en el cole?! -digo cogiéndola en brazos mientras ambos reímos. Dios. ¿Me acostumbraría algún día a esto?

- Mejor que no te lo diga o acabará dándote un infarto -dice Polo pasando por nuestro lado sin dejar reír. ¿Qué está pasando?

- ¿Qué pasa cariño? -le digo a mi hija expectante.

- ¡Hola mi amor! ¿Qué tal el cole? -dice Mía saliendo de la nada del comedor y llenando la cara de Olivia de besos.

- ¡Mami! ¡Me espachurras! ¡Papi! ¡Tito! ¡Ayuda! -Polo vuelve a reírse mientras mira como mi hija aún en mis brazos, se queja.

- Cuéntame de que hablaba tú tío, hija. -Mía se separa y mira a Olivia igual de intrigada que yo mientras Polo nos observa divertido desde el otro lado de la habitación.

-¿Qué? ¿De qué estáis hablando? ¡No me digas que te has portado mal en el colegio Olivia! -dice Mía instantáneamente apuntando a Olivia con el dedo. Yo me aguanto la risa, no estoy acostumbrado a verle regañar a nadie. Ni siquiera a mí perro cuando la tiraba al suelo para jugar con ella.

- ¡Mami! ¡Oscar me ha dicho que si yo quería ser su novia! ¡Y ya somos novios! -chilla mi hija feliz sobre mis brazos.

- ¡Ay cielo! ¡Eso es genial! ¡Oscar te quiere mucho! -le responde Mía. Mi piel palidece al momento, y me veo obligado a dejar a Olivia en el suelo.

- Nena, vigila a tu grandullón. Creo que se desmayará en breve. -Escucho a Polo reírse a carcajadas de mí, y sé que Mía se las está aguantando cuando la veo observarme sentándome en el sofá. Juro que me levantaría a darle una paliza a su amigo en este momento si no fuera porque no tengo ninguna fuerza.

- Marcos, vamos cariño, no dramatices -dice Mía sentándose a mi lado y acariciándome la cara.

- ¿No se supone que los padres deben de preocuparse de los novios cuando sus hijas se hacen adolescentes? -digo mirando a mi hija, que me observa sin entender nada. Mía mientras tanto sigue aguantándose la risa, pero la conozco, se muere por estallar en carcajadas.

- Cariño, no te preocupes. Solo son niños.

VOLVER A TENERTE. (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora